Capítulo 15: Hijo de Dragon

Justo después de que el rugido se haya escuchado, Ryu fuertemente nos gritó que hiciéramos una línea detrás de él, ninguno comprendió a lo que se refería pero teniendo en cuenta la alta insistencia con la que nos lo pedía terminamos haciéndolo. Justo a tiempo pues una gran llamarada de fuego impacto en el cuerpo de Ryu y lo impulso algunos pasos hacia atrás; él se mantuvo firme gritando con demasiada fuerza a la vez que con sus dos brazos colocados en cruz impedía el paso del fuego y lo dividía en dos partes las cuales eran redirigidas hacia esos dos extremos.

Por los gritos de Ryu parecía que estaba sufriendo bastante aunque, su cuerpo en realidad no parecía sufrir daños. Es ahí cuando nos dimos cuenta de que ser hijo de un dragón no era simplemente un título de palabras, sino que significaba algo más, mucho más.

• ¡Váyanse! – Grito Ryu mientras aquella fuerte llamarada cesaba. - ¡Que se vayan!
• ¡No! – Respondí yo con mucha fuerza y colocándome a su lado mirando como su armadura estaba parcialmente calcinada y en su piel unas peculiares escamas se hacían visibles.

Las escamas mantenían su tonalidad de piel normal, pero parecían brillar un poco a la vez que se tornaban de tonalidades que asemejaban en fuego corriendo por ellas.

• ¿Qué eres? – Pregunte completamente asombrado por lo que mis ojos estaban viendo. - ¿Qué eres? – Repetía mientras lo miraba y el me insistía para que nos fuéramos.

La cosa no podía ser más problemática, el Henheas que había sido devuelto a la vida estaba completamente horrorizado y Mikhen le golpeaba las mejillas con bofetadas intentando que recobrara la compostura pero no lograba nada, el Henheas pequeño solo se encontraba abrazado de la pierna de Mikhen llorando desconsoladamente, Khana estaba al lado de Ryu como esperando algo y pues yo en el lado contrario mirándolos a todos por igual.

• ¡Maldición! – Grito Ryu, se subió en Khana y la impulso hacia delante para que fueran hacia donde el dragón se encontraba.

Al no poder subirme junto con ellos yo me quede completamente a la espalda e intente seguirlos corriendo, pero pues evidentemente me era imposible alcanzar a Khana corriendo… Por lo que llegar al igual que ellos dos no era posible y de alguna forma quizás fue lo mejor.

NARRACION POR PARTE DE RYU

Nunca me ha gustado tener que defender a personas que no saben seguir indicaciones… Pero estos sujetos algo tienen que me obligan a querer hacerlo, incluso ella que aunque me acompaña para ayudarme sé que poco podrá hacer contra aquello que nos espera justo delante.

• Espera. – Le dijo Ryu a Khana.
• ¿Qué sucede? – Respondió ella con una voz que ninguno de aquellos que leen estas palabras podrían imaginar.
• Regresa con los demás, no es una batalla que puedas ganar y tampoco una en la que debas participar, de entre todos en este sitio soy el único capaz de soportar una pelea uno a uno contra uno de ellos y si se te ocurre entrometerte podrías morir… Más bien, morirás.
• No. – Respondió ella mirándolo fijamente, mordiéndolo de su brazo y corriendo hacia aquella bestia arrastrándolo. – Eres importante, y no dejare atrás a nadie, y mucho menos combatir solo contra algo que no pueden ganar por si solos.
• Eres una criatura demasiado obstinada… - Respondí con decepción y a la vez algo de emoción en mi voz, algo lo cual no era común que sucediera.

Tras algunos minutos llegamos a una gran planicie justo a las afueras del bosque, la verdad es que me sorprendió que aquel dragón nos haya seguido y no solo eso, sino que además no haya intentado quemarnos una segunda vez…

• Nunca pensé que mis viejos ojos verían a alguien como tu vivo… - Dijo una ronca y atemorizante voz que hacía eco en los alrededores aun desprovistos de árboles. - ¿Qué hace un Doker con humanos ordinarios?
• No me llames por ese nombre. – Respondí con algo de coraje. – Deje atrás ese nombre el día que los de tu especie traicionaron a mi madre.
• ¿Traicionar? – Preguntó con curiosidad aquella bestia y después se echó a reír histéricamente. - ¡Ryu! – Menciono mi nombre y continuo riendo aún más fuerte de lo que ya lo hacía antes. - ¡No puedo creerlo! – al momento de decir eso volvió a escupir fuego con aun más fuerza que antes y por instinto cruce mis brazos de nuevo para cubrirlo y más aún porque Khana se encontraba detrás de mí y dudo que ella sea capaz de resistir algo así.

El fuego fue completamente dividido y ahora mi cuerpo pudo sufrir un poco más las quemaduras, ya que la potencia fue mucho más alta y la cercanía me hacía recibir todo el daño por completo.

• Solo una persona en este mundo es capaz de resistir el fuego de un dragón de mi tipo con el 100% de su capacidad y a esta distancia… ¡Definitivamente eres Ryu! – El dragón parecía estar completamente emocionado y, como si se hubiera encontrado la joya más preciosa en todo el mundo. – Entre los dragones existe una especie de apuesta y consiste en que el que logre matarte nos reinara a todos, ¿sabes? Todo comenzó cuando logramos que mataran a tu madre, pero justo en ese momento ella te oculto y nos fue imposible encontrarte y al ser el asqueroso humano hijo de una de nosotros no pudimos contenernos la risa al elegirte como la corona, una corona con sangre.

Apenas terminar de decirlo con su garra me golpeo de lleno en todo el cuerpo y al ser mucho más grande que yo me lanzo por los aires con fuerza y pues… Khana estaba justo conmigo, ella también recibió el golpe y alcance a escuchar como lloro del dolor, afortunadamente mi cuerpo es mucho más duro de lo que parece y a eso sumarle que cuando el fuego de un dragón me golpea mi piel lo absorbe y se vuelve aún más resistente, lo cual es algo bueno para mí y quizás no lo es tanto para ellos… Ya que es irónico que su ataque me dé más resistencia.

Mientras volaba a causa del golpe gire mi cuerpo en mí mismo, saque mi espada y la clave completamente en el suelo para detener mi avanzar, al lograrlo el dragón rio nuevamente pero ahora de forma suave y comenzó a correr hacia mí, antes de llegar y volver a golpearme con su cuerpo Khana apareció de la nada y lo embistió utilizando todo su cuerpo, y gracias a que ella también es bastante grande y fuerte lo desestabilizo haciéndolo caer, en ese momento aproveche para correr hacia el e intentar clavarle mi espada en su corazón, sin embargo la distancia que nos separaba era considerablemente alta por lo que llegar hasta el rápidamente no sería algo sencillo, o más bien dicho, algo rápido; aun así intentarlo no estaría de más.