Kimi ni aitakute

Capítulo XV Caminos cruzados

Después de clases, Sasori se había dirigido al club de Arte. Deidara le había entregado una llave después de la junta en el receso para que pudiera trabajar a gusto en el horario que más le apeteciera, incluso si no había actividades del club ese día. La aceptó por el mero ofrecimiento, no creyó que la usaría más pronto de lo pensado.

 

Ese día en especial no se sentía con ánimo de regresar a su casa temprano, su mente se encontraba en otro lugar. Repasaba las conversaciones que había tenido con Sakura y a la salida tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para irse a prisa del salón y no voltear atrás para mirarla.  Deseaba darle su espacio, sus palabras aún podía recordarlas; ella había sido bastante clara. Sus sentimientos actualmente estaban dirigidos hacia Sasuke Uchiha, no hacía él, al menos no ahora. Y en el fondo, no la podía culpar de que ella hubiera dejado de amarlo. Tiempo atrás, él había salido de su vida sin ninguna explicación, sin jamás revelarle sus verdaderos sentimientos. Sakura no iba a amarlo por tiempo indefinido y con la zozobra de saber si él volvería. 

 

No podía explicarle a Sakura por qué había tomado aquella decisión; no sin recuerdos. Así que antes de cualquier cosa, concentraría todos sus esfuerzos en recuperar por completo su memoria. Para ello, trazó un plan en su cabeza, uno que incluía a Deidara y necesitaba hablar con él a la brevedad. Entre más rápido recuperara la memoria, más rápido podría volver a luchar por Sakura pero… 


 

—Estoy feliz que me estés recordando, Sasori pero temo por ti— había dicho su abuela mientras le curaba sus heridas aquella mañana.

 

—No te entiendo abuela, creí que te pondrías feliz de que mi memoria esté volviendo—le contestó él.

 

—Lo estoy. No me malentiendas sin embargo tengo miedo que cuando recuperes toda tu memoria quieras irte otra vez, que los recuerdos de esta ciudad y de tus padres sean tan desagradables para ti que te alejen nuevamente; esta vez para siempre— confesó la vieja mujer con pesar.

 

—No será así—

 

—¿Cómo estás tan seguro?—

 

—Porque no soy la misma persona que se fue—le había confesado posando su mano en su hombro y sosteniendole la mirada. 


 

Era cierto, la persona que había sido antes de irse apenas podía recordarla y aunque lo hiciera, él no cambiaría o eso creía. Lo único que permanecía en él de su viejo Yo y se aferraba a no desaparecer en su corazón, eran los sentimientos por Sakura; hilos invisibles que lo mantenían unido a ella a través de la distancia y el tiempo. Los había sentido cada vez que estaban  juntos, la presencia de Sakura nublaba su mente a tal grado que se movía y hablaba por inercia. En su pecho, se alojaba la necesidad de recuperar el tiempo perdido; como si su Yo del pasado gritará desde su interior suplicara no alejarse más de ella.

 

Sasori dejó la madera que estaba trabajando sobre la mesa que Deidara había dispuesto para él y se frotó las sienes. Se sentía cansado y aún le dolía los golpes que le habían hecho, se recostó en su silla y fijó su vista en el techo. Entrecerró sus ojos con somnolencia, cuando el sonido de un trueno atrajo su atención hacia la ventana del club.

 

—¿Lluvia? —pensó

 

Los conejos de la lluvia salen a brincar, buscan a su amor de verdad, alguien que con ellos quiera saltar...—tarareo mirando de reojo las pequeñas gotas de agua que se estampaban contra la ventana, se quedó con la mirada fija hacia ese punto hasta que el sueño se apoderó de él. Se durmió pensando dónde había aprendido esa canción.


 

Los conejos de la lluvia salen a brincar, deseando encontrar su otra mitad para que juntos regresen a  su hogar— tarareo en voz baja Sakura mientras veía la lluvia caer desde el kiosco donde ella y Sasuke se habían resguardado.

 

—¿Sucede algo?— preguntó Sasuke notando que se encontraba distraída.

 

— Lo siento, la lluvia me trae recuerdos…— se disculpó ella apenada y se frotó los brazos. Comenzaba a sentir frío y exhaló una bocanada de aire caliente.

 

—Lo lamento, por mi culpa nos hemos quedado atrapados a la mitad de la lluvia. Además, llegarás tarde a tu otro compromiso—soltó Sasuke aproximándose a ella. 

 

Sakura pensó en Deidara, si salía en medio de la lluvia podría alcanzarlo pero no quería dejar a Sasuke solo.

 

—No te preocupes—dijo Sakura regalándole una sonrisa.

 

—No mientas...—suspiró Sasuke y estiró su mano para acariciar las puntas de su cabello. Siempre había pensado que se le veía muy bonito cuando lo llevaba largo pero tampoco podía negar que su nuevo corte acentuaba mejor las facciones de su rostro.

 

—Sasuke-kun— pronunció ella viendo como los ojos de él se posaron sobre los suyos. 

 

Sakura rehuyó su mirada apenada pero Sasuke deslizó su mano de sus cabellos a su mentón para no perder la conexión entre los dos.  

 

—¿Por qué no quieres mirarme?— preguntó él con el sonido de la lluvia inundando el ambiente.

 

—No puedo mirarte, no puedo mirarte más de esa forma, no más… — pensó ella sintiéndose mal por la amabilidad de Sasuke.



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En el texto hay: naruto, sasori, sakuraharuno

Editado: 15.08.2021

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