El día anterior, Deidara se había dirigido a casa de los gemelos Zetsu para solicitarles su ayuda y descifrar el misterio que envolvía a Sasori y su repentina amnesia.
Después de meditarlo durante días y repasar la última conversación que mantuvieron por teléfono, sospechaba que su amnesia podría estar relacionada con el hombre que él había identificado como el asesino de sus padres, quizás Sasori había intentado confrontarlo y lo había herido causando así su amnesia. Deidara había intentado compartir sus inquietudes con Sakura, aunque tuviera que revelarle que todo ese tiempo Sasori y él se habían mantenido comunicados. Eso no era tan importante como asegurarse que su amigo no corría ningún tipo de peligro. Solo esperaba equivocarse y que las alarmas de su cabeza fueran infundadas.
Shiro y Kuro Zetsu escrutaron sus razones e incluso llegaron a burlarse de él pensando que tenía un interés romántico por Sasori. No le importaba soportar sus burlas con tal de saber lo que ignoraba, así que apretó los dientes y contestó a todas sus preguntas, incluso las que le parecieron completamente fuera de lugar, como cuando había sido “la primera vez de Sasori y él”. Cuando terminaron o mejor dicho, cuando se aburrieron de burlarse de él, le dijeron que ellos le avisarían cuando tuvieran algo. No habían pasado ni 24 horas de ello cuando recibió por la tarde un mensaje de Shiro Zetsu en su celular.
“Ven al Cat Café en un hora con tu amado”. Por “amado” Deidara supuso que se referían a Sasori ¿Pero por qué demonios los gemelos querían ver a Sasori?
Ahora Deidara tenía un dilema, tendría que contarle a Sasori lo que sabía de él antes de que perdiera su memoria. Había evitado hacerlo por razones obvias pero supuso que ya no podía posponerlo más. Soltó un suspiro desganado, se puso su chaqueta de color negro y se dirigió hacia la casa de Sasori en su motocicleta. Desde que se reencontraron había olvidado por completo de pedirle su nuevo número de celular. En fin, lo recogería en la casa de su abuela Chiyo, solo esperaba que se encontrara ahí. Si llegaba sin él, los Zetsu seguramente no le revelarían nada de lo que habían encontrado.
Sakura caminaba por la acera con las compras que había realizado esa tarde. Gracias al dinero que le habían enviado sus padres pudo comprar lo necesario para preparar una rica cena esa noche. No se le daba muy bien cocinar por lo que convenció a Chiyo-obasama de ayudarla y cenar juntas con Sasori. La mujer aceptó encantada pero lamentablemente su nieto no había vuelto de dónde quiera que hubiera salido aquella mañana. Sakura no trató de indagar más y se sintió inquieta, quería amenizar las cosas entre los dos pero cómo iba hacerlo sin la presencia de Sasori. Estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta que el chico que los habitaba estaba frente a ella.
—Sakura—dijo consciente de su presencia y ella pudo notar como él apenado rehuyó su mirada.
—Sasori—pronunció ella suavemente su nombre sin saber exactamente que decirle, de pronto su mente quedó en blanco y se sintió cohibida.
Ambos se quedaron de pie sin decir nada cuando el sonido de una motocicleta rompió el silencio. Deidara detuvo su vehículo frente a ellos y se extrañó de encontrarlos juntos.
—¿Perdón, interrumpí algo?—preguntó retirándose el casco al ver que ambos chicos pusieron un rostro de alivio.
—Nada de eso— contestó Sasori viendo a Sakura como si esperara que dijera algo al respecto pero ante su renuente silencio se dirigió hacia Deidara para saber qué hacía ahí.
—¿Qué sucede Dei? ¿Qué te trae por aquí?—preguntó curioso.
—Ah, pues verás...—Deidara rascó nervioso su sien con su dedo índice. No quería revelar lo que había hecho frente a Sakura, no después de que lo hubiera dejado plantado el día anterior.— ¡Hay un gokon*!— dijo alzando la voz más fuerte de lo que pensó. —Me preguntaba si querías ir conmigo y otros chicos, nos hace falta uno más, por favor— comentó de manera nerviosa.
*Fiesta en grupo para solteros que buscan pasar un buen rato juntos y conocer nuevas personas.
Sasori bajó una ceja confundido por la extraña petición y volvió su vista hacia Sakura, le pareció que miraba a Deidara con una pizca de incredulidad y molestia.
—De hecho, estoy libre en este momento—Tomó aquello como una oportunidad de faltar a la cena que ella había organizado con su abuela y aceptó encantado la propuesta del rubio.
—¡Perfecto!— celebró su amigo y le paso un casco para que se lo pusiera.—¡Súbete!— le indicó haciéndole espacio en la motocicleta.
Sakura lo miró boquiabierta mientras él se subía a la motocicleta detrás de Deidara.
—¡Espera Sasori!—Sakura al fin había dado con su voz en esa conversación.— ¿Qué hay de la cena con la abuela Chiyo?—preguntó a manera de reclamo.
—De eso yo no sé nada— soltó él displicente— Si hiciste planes con mi abuela eres libre de ir con ella. Yo tengo otros planes, vámonos Deidara— apresuró Sasori a su amigo y este arrancó dejando a Sakura sola con sus compras.
Deidara no dijo nada al respecto y se preguntó si esos dos realmente ya no sentían nada el uno por el otro. Por lo que podía observar, Sasori aún estaba enamorado de Sakura pero ¿Y ella?, últimamente, él la evitaba, le había dicho que ya no deseaba importunarla, acaso esa era la razón por la que deseaba recuperar su memoria. ¿Quería recordar a Sakura?