Kimi ni aitakute

Capítulo IV Belleza eterna

Se encontraba preparando la cena, sabía muy bien que no era muy hábil en la cocina, pero estaba dando su mejor esfuerzo al preparar el guiso que se encontraba en la estufa; pronto llegaría él del trabajo y podrían cenar juntos. Solo al pensar eso, su rostro se ruborizó de felicidad y el sonido del timbre le avisó que esa persona finalmente había llegado. Rápido se despojó del mandil y se acomodó su largo cabello rosado, alisó sus ropas y se dirigió a la entrada para recibir a su esposo. Al abrir la puerta, lo reconoció y se lanzó a sus brazos para darle la bienvenida; él la recibió encantado y besó su frente.

 

—¿Me extrañaste?— preguntó él mientras acariciaba su cabello rosado.

 

—Mucho— contestó ella mientras se dejaba acariciar por esas manos que amaba.

 

—¿Cuánto es mucho? — preguntó él abrazándola por la cintura mientras iba llenando de besos su rostro y parte de su cuello.

 

Ella rió por el contacto de sus labios contra su piel.

 

—Anda ¿Dime cuánto es mucho?—insistió él sin dejar de besarla.

—Mucho es “siempre te extraño cuando te vas”— contestó ella  fijando sus ojos en los de su marido. Esos ojos color ámbar, tan brillantes y  profundos que la atrajeron como un imán hasta sus labios donde depositó un tierno beso a su amado pelirrojo, Sasori.



 

-¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaah!!!—gritó Sakura pegando un brinco de su asiento y pegó otro grito más cuando vio el rostro de Kakashi tan cerca del suyo.

 

Toda la clase empezó a reír, incluso Sasori que estaba detrás de ella. Sakura puso una cara de desagrado al recordar su sueño y sintió como un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.

 

—Sakura, ve a la enfermería. No te ves bien— dijo el sensei mientras regresaba al frente de la clase.

 

—Estoy bien, lo siento, solo no he podido dormir bien — contestó la chica soltando un gran suspiró.

 

—De acuerdo, pero espero que no se repita. — dijo Kakashi y agregó—No deberías desvelarte viendo doramas, arruinarán tus horas de sueño—.

 

—Sí, sensei lo siento— se disculpó la chica volviendo a tomar su asiento y soltó otro suspiro.

 

Kakashi volvió a continuar con la clase pero Sakura aún le daba vueltas a su sueño. ¿Por qué había soñado con Sasori y por qué justamente “eso”? Estaba tan distraída analizando su sueño que le tomó por sorpresa cuando él le sopló en la nuca para atraer su atención. Ella estaba a punto de reclamarle  pero cuando volteó a ver su rostro, no pudo evitar sonrojarse. De pronto recordó, que ayer él había intentado besarla y luego con el sueño que acababa de tener, no le ayudó mucho a concentrar su enojo hacia él.

 

—¿A quién extrañas Sakura?— preguntó divertido el chico que recargaba su mejilla en la palma de su mano.

 

—Eso es algo que a ti no te importa— Contestó ella en voz baja.

 

—Oh vamos, cuéntame. ¿No le contarás a tu viejo amigo Sasori? Me sentiré enormemente herido si no me lo cuentas—dijo él con una fingida tristeza.

 

—¿Ah? ¿Amigo? Ni de coña— contestó la chica con una pequeña vena saltándole en la sien.

—No piensas contarme Sakura, bien por ti. Pero atente a las consecuencias— amenazó el chico sin quitar la expresión cómoda que tenía.

Sakura apretó los dientes y desvió su vista de la de él. Finalmente suspiró y decidió contarle.

 

—Con Sasuke, soñé con Uchiha Sasuke ¿Contento?— mintió ella y regresó su vista al frente.

—Eres una  pésima mentirosa, soñabas conmigo— le escuchó decir muy cerca de su oído.

 

Sakura lo miró de reojo con expresión sorprendida  y un sudor frío corrió por su sien  ¿Acaso la había escuchado hablar entre sueños? Meneó su cabeza para apartar a aquellos pensamientos y volvió a poner atención a la clase decidida a olvidar el incidente.

 

Durante la clase de deportes, Sakura estaba sentada en las gradas junto  con Ino y Hinata de la clase “B”, quien era la tímida y adorable novia de Naruto.  Su tez era de color claro y tenía unos hermosos ojos de color blanco que contrastaban con su largo cabello color azul oscuro que en ese momento llevaba recogido en una coleta.

 

Únicamente durante las clases de educación física, las clases “A” y “B” se juntaban, lo que les daba la oportunidad a los alumnos de convivir con sus compañeros de otros grupos en las actividades al aire libre. Sakura aprovechó aquel momento para contarles a sus amigas lo que había pasado la noche anterior en su casa.

 

— ¡Maldita frentona suertuda! — se quejó Ino mientras golpeaba con los pies la tierra hasta formar una  nube de polvo.

 

—Yo no sé si llamarlo suerte, Ino. Sasuke estaba muy molesto por ver a Sasori en mi casa— comentó desanimada Sakura.

 

—Debió ser bastante incómodo para ti, Sakura-san—dijo una comprensiva Hinata quien puso su mano en el hombro de su amiga para reconfortarla.

 

—En realidad, lo fue— Confirmó la chica. — No creí que Sasori me seguiría hasta mi casa y luego intentaría “eso”—.



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En el texto hay: naruto, sasori, sakuraharuno

Editado: 15.08.2021

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