Kinesis - Capítulo 2: Pirokinesis

por Valeria O.

El celular de Angelicus estaba sonando. Era el baterista de Romance Atómico.

— ¡Qué pasa hombre que no contestas! Ayer te esperamos en el bowling y perdimos el juego. ¿Dónde estás?

—Emm con una amiga —respondió Angelicus entre dormido — Te pido que me disculpen pero tengo unos asuntos que arreglar.

—Está bien hermano, pero cuando necesites ayuda no dudes en llamarnos. Recuerda que somos tus amigos.

—Sí, lo haré. Gracias Eric.

El cantante dejó el celular a un lado para salir del sillón. Maion ya estaba levantada aunque no estaba seguro que ella durmiera debido a que era un ángel. La mujer llamó a Angelicus para desayunar.

—Tus amigos están preocupados por ti… ¿no?

—Podría decirse que si—dijo llevando la taza a su boca — ¿Te puedo hacer una pregunta Maion?

—Claro

— ¿Es cierto que ustedes los ángeles no hacen el amor?

—Amamos todo el tiempo en espíritu, no necesitamos de la materia. El nuestro es un amor intenso, ágape, no es un amor erótico como el amor eros.

— ¡Guau, suena genial!

—Bueno Angelicus termina el café porque Elijah te espera para un nuevo desafío.

— ¿Crees que podré controlar el fuego?

—Creo que tienes voluntad y con eso todo se puede lograr.

Así que salieron del departamento de Maion pero ésta vez fueron a un garaje, subieron a una chevy blanca y la mujer manejó hacia lo de Elijah. Cuando llegaron, el hombre los llevó a una terraza amplia.

—Desde aquí tenemos una vista ancha del cielo en el cual podemos ver el sol. Quisiera, Angelicus, que tomes fuego de ésta estrella.

— ¿Qué? Pero… ¿Cómo?

—Pídeselo

—Pero no me va a entender, no tiene oídos.

—Solo hazlo, Angelicus. Ten confianza.

Angelicus levantó las manos al cielo hablando en un idioma que se extrañó de conocer y haces de luz se apoyaron sobre la palma de su mano formando una llama amarilla y pequeña.

— ¡Muy bien, muchacho! Sabía que podías. Ahora, con ese fuego trata de hacer una bola y lanzarla hasta el árbol que está allí—dijo Elijah señalando hacia abajo.

Aquellas palabras, extrañas para su boca, volvieron a salir en forma de orden por lo cual una inmensa bola de fuego ardiente que giraba sobre sí se generó en sus manos como si estuviera dándole forma. Luego apuntó hacia el árbol y la lanzó produciendo una explosión.

— ¡Esto es espectacular! — expresó Angelicus.

—Y es solo el comienzo—agregó Elijah

— ¿Qué idioma es el que hablé?

—Es el lenguaje angelical que está incorporado en tu ser—respondió Maion sonriendo.

Angelicus continuó tomando calor del sol hasta que éste se ocultó. Además siguió manipulando el fuego quemando los objetos que veía a su paso mientras que Maion volvía a reconstruir todo lo calcinado para no levantar sospechas. Después se despidieron de Elijah, subieron a la chevy y fueron hasta el departamento de Angelicus a buscar ropa. Cuando ingresaron al lugar estaba todo dado vueltas debido a que los caídos habían estado allí buscando a Angelicus. El cantante entristecido comenzó a armar un bolso en el cual puso ropa, el cepillo de dientes y un álbum de fotos. Cuando salieron de allí, en el pasillo de su piso aparecieron dos demonios que iban hacia ellos. Entonces Angelicus pensó en todo lo bueno que alguna vez había tenido de manera que los caídos quedaron colgados del techo al usar telekinesis. Así fue como escaparon de allí y regresaron al departamento de Maion. Al llegar, Angelicus se dio una larga ducha a la vez que sus pensamientos iban hilando todo lo vivido. Recordó la última vez que había visto a su madre la cual falleció cuando él tenía doce años y desde allí fue pasando de hogar en hogar. A su padre lo había visto una vez en un retrato que su madre guardaba en su carpeta de dibujos pero nunca hubiera imaginado que él era un ángel. Se preguntaba si ella estaba al tanto de esto. En el momento en que salió del baño ya era la medianoche. Se sentó a la mesa para comer junto a Maion algo que ella había preparado. Esa semana que pasó, Angelicus practicó sus nuevos poderes durante horas hasta el cansancio pero sabía que si se esforzaba sería mejor su recompensa. Sabía que era por su bienestar. Los integrantes de la banda lo llamaron varias veces y hasta una noche fue acompañado de Maion adonde jugaban al bowling. La mujer soportó con la boca cerrada y asintiendo con las mejillas rojas de vergüenza todo chiste de los amigos de Angelicus.

—Quisiera contarles — dijo Angelicus a Maion.

—No es conveniente por el bien de tus amigos. Si supieran sobre los ángeles, enseguida serían llevados a situaciones no del todo agradables. Es mejor que piensen que soy tu nueva novia a que sepan quién soy en realidad.

A eso de las dos de la mañana subieron a la chevy blanca para ir al departamento de la mujer ángel cuando pasaron por una plaza que estaba llena de hombres vestidos de negro y ojos rojos los cuales eran demonios que estaban reunidos allí creando planes contra los semihumanos. Maion estacionó el auto muy despacio para poder oír lo que hablaban los caídos. Escucharon el nombre de tres semihumanos a los cuales se encargarían de aniquilar en cualquier momento. Ellos eran: Becky Clay, Julio Sandoval y Shawn Sommer. Al regresar al departamento minimalista Maion encendió la notebook y junto a Angelicus buscaron en facebook a los tres semihumanos. Becky Clay vivía en Manhattan, era psicóloga, Julio Sandoval vivía en el Bronx y era experto en nada por lo que decía su perfil y Shawn Sommer vivía en Albany, la capital de Nueva York, y era estudiante de cine.



#19903 en Fantasía

En el texto hay: angeles, kinesis, pirokinesis

Editado: 17.07.2019

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