Lost

El sonido del tren estaba presente, pero no había ningún silencio incómodo, Chirithy estaba dormida en los brazos de Hoshi, quien miraba por la ventana, atenta al paisaje, el cielo estrellado, mientras Haru, estaba pensativo, meditando sobre todo lo que había vivido, ordenando su mente.

El pelirrojo, con una mirada fija hacia ningún punto concreto, se percató de que poco a poco se iba acostumbrado a lo que había estado experimentado, si ahora apareciera algún ser con cabeza de animal, ya no se sorprendería con verlo, hasta le parecía normal, no como al principio, probablemente se habría desmayado. Miro por un momento a la niña, que mantenía esos ojos marrones en el cielo estrellado, dejando un momento esos pensamientos a un lado, observando a la pequeña durante minutos, hasta que Hoshi giro su cabeza, mirando así a los ojos verdes del mayor.

—¿Que pasa?

La sorpresa tomó al mayor y los nervios lo dominaron un poco, sin embargo, con un carraspeo pudo calmarse y responder:

—Me estaba preguntando Hoshi... ¿Cuanto tiempo llevas en esto? Ya sabes, lo de los Sin Corazón y esas cosas...

—Oh, creo que tres años —respondió la niña, cruzando sus pies—... Sí, tres años. Cuando mis Islas desaparecieron...

—¿Tus Islas?—-pregunto el pelirrojo con los ojos curiosos—... Hoshi, ¿que es tu mundo?

—¡Son las Islas del Destino! Es un lugar sólido y con mucha arena...

—Eso suena a una playa...

—¡Sí, tenemos playa también!

—... ¿Y eres feliz allí?

—Lo soy, después de todo es mi hogar.

Y ante esas palabras, Haru no dijo nada más y notaron que los billetes volvieron a brillar. Era su siguiente parada y, sin pensarlo dos veces, ambos chicos se levantaron de sus asientos para ir a su siguiente destino.

Cuando bajaron, Haru noto un cambio en él, sus ropas habían cambiado. Él, que usualmente vestía ropas de campesino, cambiaron drásticamente a unas más futuristas, de color blanco con líneas azules, esto si lo sorprendió, no lo esperaba. Luego miro a Hoshi, cuyas ropas también habían cambiado. Aunque tenía las ropas de hechicera, estas también cambiaron, eran de color azul por completo con líneas blancas. En ambos, estas brillaban. Entonces, Chirithy finalmente despertó, notando junto a los otros dos que el mundo estaba oscuro, sólo siendo iluminado a veces con unas pequeñas luces, que parpadeaban de vez en cuando.

—Que lugar más raro —comentó el pelirrojo, mirando hacia todos lados, buscando indicios de algo o de alguien-...

—¿Que es esto? —pregunto Chirithy, mirando a todos lados, ella era la única que no había cambiado—

—No lo sé —respondió Hoshi, dejando a la gata en el suelo, entonces dio un par de pasos, yendo delante—.

Los tres caminaron durante un largo rato, en esa oscuridad que solo se iluminaba con un par de parpadeos de vez en cuando. Al final, solo llegaron al centro de una plataforma que parecía tener un disco en el medio. Esto dejó confundidos a los tres, a Haru porque no tenía ni idea de que era un disco, Chirithy porque no sabía que podía ser y Hoshi porque le parecía familiar, pero no podía recordar de que le sonaba, dejando así a los tres sin respuesta. La pequeña avanzó unos pasos más hasta tener la plataforma en frente de ella. Y sin avisar, escucho una voz en su oreja, una voz grave y suave, pero que al mismo tiempo, se burlaba de ella:

—¿No reconoces a tu querido amigo, Hoshi o debería decir—la niña se giro de repente, alarmada por escuchar esa voz, pero no había nadie en frente de ella, pero los ojos de sus amigos revelaron que esa persona estaba detrás de ella—... Pequeña mocosa sin llave?

Entonces, cuando la castaña giro su cabeza, topandose con un ser alto que llevaba una túnica negra con cremalleras, un varón para ser específicos. El hombre llevaba su cabello, con algunas canas, recogido en una larga coleta. En su mejilla izquierda había una cicatriz que casi llegaba al ojo, amarillo, mientras que el derecho estaba cubierto con un parche. Era difícil para Hoshi no acordarse de él, sobretodo si trabajo para él.

—... Xigbar —dijo con una voz que mostraba sorpresa y miedo, a lo que el contrario reacciono con una sonrisa llena de confianza y maldad, como cabía de esperar de este personaje. Haru pudo sentir el temor de Hoshi al escucharla, mientras que Chirithy se puso seria, sin embargo, ninguno de los tres hizo algún movimiento—...

—Vaya, ¿no me vas a presentar a tus nuevos amigos? —pregunto a la pequeña, quien dio un paso hacia atrás, sin dar una respuesta y con razón— Vaya, que poco habladora te has vuelto, ¿o es que la sorpresa es tan grande que te has quedado sin palabras? -Xigbar río, mirando con superioridad a la niña- Pero bueno, hoy no he venido a charlar -comenzó a pasear por la plataforma, sin quitar de su rostro esa malvada sonrisa—... Veamos, ¿sabes quien es Hoshi?

La niña quedó bastante confundida ante la pregunta del villano, siguiendo los pasos de este con sus ojos marrones.

—... No -fue una respuesta corta, a lo que dio una pequeña risa por parte del hombre, quien se dio la vuelta solo para mirala a los ojos. Esto hizo que las piernas de Hoshi temblaran. Chirithy y Haru solo podían observar, pues no sabían que hacer ante esa situación—...