-¡Solo 5 minutos más!- dijo en voz alta y tomando entre sus manos su celular viendo la hora. –8 am…- percatándose que estaba solo en ese instante.
Naoki se despertó de golpe buscando con la mirada a la chica de cabello negro encontrando tendido sobre la cama el pijama utilizado por ella, se quedo viendo por unos segundos las prendas de vestir notando la puerta de la habitación abierta, mientras una sombra de un enorme animal se reflejaba en el piso como paredes por los escasos rayos de sol.
-¿Qué es eso?- se pregunto saliendo de la cama. –Es un enorme animal…sin duda…
El joven salió de la cama estudiando la sombra, pero rápidamente esa silueta lentamente regreso a ser la figura de la chica, luego de tragar saliva la voz de ella capto su atención.
-¡Naoki-kun!- dijo Nozomi. –¿Estas despierto?- pregunto.
-S…si- contesto saliendo de la habitación encontrándose de frente con ella vistiendo una polera color anaranjado, pantalones de mezclilla ajustada que le llegaba hasta los tobillos y completamente descalza. –¡Buenos días!...- saludo a la joven Kitsune.
-Buenos días, sigues teniendo la misma expresión cuando duermes desde que tenias 7 años- dijo con una sonrisa. –El desayuno está listo.
-¡Gracias!- contesto Naoki. –¿Qué fue eso?- se pregunto.
Luego de desayunar y darse una ducha, regreso a su habitación preguntándose que fue esa sombra reflejada en el piso y la pared, estaba seguro que fue Nozomi. Recordando las leyendas de los Kitsune, cuando solían tomar su verdadera forma pero ella solo exhibía cuando estaba dentro del apartamento sus orejas y colas, pero en caso de salir a alguna de las tiendas cercanas, ella se presentaba como una chica común y corriente.
-Quizás…- se pregunto y viendo la hora en su celular, colocándose una camiseta color negra, una camisa de mezclilla, pantalones de mezclilla ajustados y tomando su gabardina. –Quizás solo fue producto de mi imaginación- completamente confundido.
Tras revisar su mochila llevando todo lo necesario para ese día, Nozomi le entrego su bento para esa jornada de jueves dedicándole un par de palabras.
-¡Que tengas un buen día!- con su características sonrisa coqueta.
Nozomi luego de desearle un buen día en la universidad a Naoki, se dispuso a realizar los quehaceres del hogar o en este caso la limpieza del apartamento.
-¡Al menos este lugar ya está en forma!- se dijo recordando la falta de limpieza, orden y hasta el desastre con la ropa de su prometido. –Al menos se recorto el cabello- recordando a Naoki cuando regreso de clases con el cabello un poco más ordenado hace dos días.
La rutina comenzaba por hacer la cama, limpiar el piso, higienizar el baño, lavar la ropa como tenderla y luego planchar. Terminando con la sala principal capto con sus orejas de Kitsune un golpe bastante imperceptible como si una aguja cayera al suelo.
-¿Qué fue eso?- se pregunto dejando de lado sus tareas.
Ella fue directamente a la habitación que compartía con Naoki, encontrando a los pies de la cama una pequeña esfera de cristal con una nota junto a ella.
-¡No puedo creerlo!- se dijo mordiéndose el labio inferior. –….¡Utilízala en caso que desees regresar a casa de inmediato, recuerda nosotros no aprobamos esta unión!...- leyendo aquel mensaje con el puño y letra de su hermano mayor.
Las orejas de Nozomi mostraban claramente que se había deprimido. Ella estudio la esfera mágica que le permitía abrir una puerta hacia su hogar dejándola a un lado y viendo el vació, recordando aquel día en que su abuelo le comunico sobre su futuro matrimonio concertado con un humano. En principio se mostro sorprendida pero luego de unos días fue llevada por su abuelo en persona hasta donde se encontraba Naoki de tan solo 6 años, con solo ver su expresión se convirtió en parte de su rutina diaria en ir a visitarlo como acompañarlo en su vida diaria, por medio de las sombras.
-Ellos no saben nada de él- se dijo. –Yo me voy a casar con Naoki, su abuelo le salvo la vida a mi abuelo….ellos niegan esa deuda de sangre…- recordando la historia del anciano Kitsune.
Luego de unos minutos tumbada en el cama mirando hacia el vació, se coloco de pie con un solo salto, teniendo una idea en mente para olvidar todo el asunto con su hermano mayor.
-Iré a buscar a Naoki a la universidad y le pediré una cita…- saliendo de la habitación y llevando entre sus manos su abrigo.
(Universidad de Tokio, facultad de literatura).
Takeshi Watanabe era un chico de 19 años, era más alto y corpulento a diferencia del propio Naoki, miembro del equipo de Basquetbol de la universidad llevando una sudadera deportiva, pantalones de mezclilla y zapatillas. Ambos chicos se conocieron en el primer día de clases pero reciente Takeshi había comenzando a notar ciertos cambios.
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Editado: 22.08.2020