Knd: Promesa

Capítulo 29: Fiesta de té con el conejo blanco.

 

Continua la transmisión…

 

Los chicos se habían alejado lo suficiente de aquella base por lo que ya iban a un ritmo un poco más tranquilo en aquella nave.

 

—Uff… fue mucho mas fácil de lo que pensé— dijo respirando calmado el pequeño Eliot  mientras se relajaba en su puesto frente al GPS de la nave.

 

—Demasiado para ser cierto— comentó Mushi revisando todo el perímetro para asegurarse de que ninguna otra nave los seguía

 

—Tranquila Tres punto Cinco— Joey se había levantado para ir por jugo en la parte de atrás de la nave, dándole a cada uno de los miembros del equipo —al menos pudimos salir de ahí y nadie nos sigue—

 

—Mmm… en eso tienes razón Cuatro punto Uno— dice la líder del grupo tomando el jugo de las manos de su compañero asintiendo solamente para sonreír ligeramente.

 

—Además, tenemos una misión que cumplir eso es lo primordial— ahora es Eliot quien logra colocar las coordenadas adecuadas —todo listo Dos punto Cinco—

 

Tanto Mushi como Joey lo miran un poco desconcertados.

 

—Bien hecho Cinco punto Uno— dice Coraline al volante junto a Tommy de copiloto y ahora también el joven castaño le mira, a ambos, buscando alguna respuesta.

 

—Espera— Tommy continua —¿a qué se refieren?—

 

Mushi abre los ojos de par en par recordando todo —no me digas que…— feliz da un brinco gritando y yendo hasta Coraline —¡wow, ¿realmente funciona?!—

 

La euforia de la líder casi hace que Dos punto Cinco se descontrole y llevara la nave hasta el desastre, junto con todos sus pasajeros —¡Aaaaaaah!— todos los chicos gritaron al únisono al sentir la turbulencia.

 

—¡Ay!...¡jefa, tranquila!— afortunadamente la niña era una excelente píloto y logró estabilizar la nave siguiendo la ruta.

 

—¡¿Qué demonios te pasa Tres punto Cinco?!— gritó un poco entre asustado y molesto aquel niño con heterocromía en sus ojos, parándose de su lugar y mostrándole a su líder la camisa llena de jugo.

 

—Tranquilo Cinco punto Uno— dice esta respirando profundo y a pesar de la orden está muy emocionada —es solo que estoy feliz de que el transmisor siga funcionando.

 

—Waa… que buen golpe me acabo de dar— Joey y Tommy habían caído uno encima del otro al fondo de la cabina.

 

—Pues no tanto como el mío— respondió el mayor quien se encontraba bajo el rubio con la cara roja de la contusión que había sufrido contra la pared —¡quítate ya!—

 

—Oh lo siento— el pequeño rubio rápidamente se quitó de encima de su compañero ayudándolo a levantarse.

 

—Auch…gracias— sobándose el rostro el castaño miró algo incrédulo a Mushi —¿de qué estás hablando Mushi?—

 

Todos los demás voltearon a verle, pero era obvio que aquella norma se implementó después de que él saliera de la organización.

 

—Cierto tú no lo sabes— comentó Eliot —cuando el sector V fue destituido y Trescientos sesenta y tres optuviera el puesto de líder supremo implementó al norma de que todos los agentes debieran traer un rastreador…—

 

—Así sería muchísimo más fácil encontrar a cualquiera que se encontrara en peligro y requiriera ayuda o detectar alguna traición— continuó Mushi suspirando y girándose para ver al horizonte que se alzaba ante ellos —cuando pasó aquello y fuimos a buscarte, no tuvimos dudas que la segunda razón era la primordial— pausando un momento —no quiero ponerte en peligro así que si quieres no tienes porqué acompañarnos—




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