Seis meses antes de la desaparición.
-Va de nuevo Za Dan, desde do menor y hombros relajados.-Dice seria mientras corregía la postura de su alumna.
-De acuerdo, maestra.- Respondió amablemente.
Entonces vuelve a tocar el piano, esta vez logró que le saliera la nota.
Lo que hizo sentir feliz a Za Dan, después de estar tanto tiempo practicando y ensayando, logró mejorar.
-Muy bien.-Mientras aplaudio.
-Gracias profesora.-Se levantó de su asiento y le dio un abrazo.
-Esto amerita un premio.-Sacó de sus bolsillos un chocolate el cual le entregó a Za Dan.
-Muchas gracias.- Sonrió de oreja a oreja.
Después de terminar la clase era la hora del almuerzo, pero al notar que su maestra comería sola, Za Dan decidió acompañarla.
-No tienes que quedarte.--Dice krisha mientras sacaba una manzana que acompañaria con un poco de jugo de naranja.
-Esta vez me gustaría quedarme a comer adentro.- Respondió mientras se sentaba a su lado, mientras sacaba de su mochila su almuerzo.
-¿Gusta un poco?.-Le ofreció amablemente.
-No, gracias mi niña.-Mientras le daba un mordisco a la manzana.
-De acuerdo.-Le dio un mordisco a su sándwich
Se quedaron calladas mientras comían, tras terminar sus respectivos almuerzos, krisha le comenzó a contar a Za Dan que pronto se casaría y que después de su boda se iría a vivir a finlandia ya que su prometido quería estar cerca de su hija.