Un café sin azúcar
Había pasado un mes desde que tome un avión con destino directo a Madrid, España. Trabajaba en una cafetería y estudiaba en las noches diversos cursos para poder escalar profesionalmente.
Así que después de desayunar me fui directo al trabajo, tome el bus como cada mañana y al llegar me puse manos a la obra. Me pasaba el día tomando órdenes, preparando café, limpiando mesas etc. Hoy era un día muy atareado, los viernes la cafetería siempre estaba a tope.
Cuando regresaba de llevar unos juegos a la mesa cinco, pensé que podría sentarme unos minutos y tomar agua aunque sea pero mis ilusiones se fueron en cuanto vi a dos chicos entrar y venir directo a la barra.
—Me pone dos café —pidió uno de los chico.
—Enseguida —comencé a preparan los dos café.
En cuanto termine los entregue y me fui a beber agua.
—Delicioso el café —me dijo el chico alto, lleno de tatuajes y de ojos oscuro.
—Grac… —fui agradecerle hasta que escuche a su amigo.
—¿Qué mierda es esto? —me miro apuntando hacia el café— No tiene azúcar.
—Lo siento enseguida lo arreglo —dije mientras buscaba las bolsitas de azúcar y le tendí dos— Aquí tiene dos bolsitas para el café delicioso —le dije al otro chico.
—No, gracias ya he terminado con mi café.
—¿Desea otro café delicioso? —pregunte con ironía mientras lo veía sonreír y negar con la cabeza.
Seguí atendiendo a los otros clientes y limpiando las mesas que iban desocupando y cuando regrese de dejar la vajilla sucia en la cocina, le entregue dos cervezas a los chicos.
—Ponme la cuenta cuando puedas —me pidió el chico alto así que prepare la cuenta y se las entregue.
Hicieron el pago en efectivo así que fui a la caja a depositarlo y al contarlo me di cuenta que había dinero de mas y fui a devolverlo.
—Esto sobra —le tendí el dinero.
—No, eso es para ti —dijo el chico y le di las gracias.
Observe como salió del local y al montar en su auto antes de marchar lo vi tocar el claxon y despedirse con un gesto.
El resto de la tarde paso rápido y a las 5:00 pm recogí mis cosas pase a la oficina del dueño por mi salario y me fui a mi casa. Esta finde semana me tocaba librar, pero tenía perros que pasear y por fin podría pasarme por la tienda a comprar una cámara profesional.
*Al día siguiente*
Luego de pasarme la mañana en el parque con los chuchos de los vecinos, me fui a una tienda especializada en ventas de artículos para fotografías. Fui directo a por mí futura cámara, pase a la caja y pague.
Por fin tenía una cámara para hacer fotos, otro sueño de la lista cumplido. Aproveche la emoción de tener una cámara nueva y me fui hacer fotos. Pase horas caminando por el parque y las calles de Madrid haciendo lo que más amaba.
Al llegar a casa a las 6:00 pm aproveche que vivía en un quinto piso y que el sol se estaba poniendo para hacer unas fotografías del atardecer. Luego me puse a buscar universidades donde estudiar algo referente a lo que era mi pasión.
Luego de una búsqueda exhaustiva encontré plaza en la LCI Barcelona. No tenía suficiente dinero como para pagarme una carrera completa, así que investigue la posibilidad de una beca completa o al menos que me cubriera gran parte de la carrera.
La carrera duraba cuatro años de formación integral y exclusiva en los que podría estudiar no solo fotografía sino también realización y postproducción de video, diseño web y gestión de contenidos en entornos digitales.
Para solicitar la beca debía presentar un material con algunas de mis fotografías y un examen de admisión. Tenía un mes para presentar el examen y entregar el material que se pedía.
Así que tuve que repartirme el tiempo entre trabajar y estudiar hasta la madrugada, no pude doblar mas turno porque tuve que dedicar ese tiempo a preparar el material que presentaría y benditos cursos online me estaban facilitando un poco las cosas.
En eso consistió mi próximo mes hasta que llego el gran día y no podía creer que llegaría tarde. Me registre en la entrada de la universidad para que me dejaran pasar y fui a la recepción de la facultad de arte para que me orientaran hacia donde debía dirigirme.
—Buenas ¿Podría decirme donde se están haciendo los exámenes de beca para la carrera de fotografía? —pedí amablemente y espere a que la señora buscara en el ordenador.
—Segundo piso, pasillo tres, aula 215 —antes de irme la señora agrego algo mas— han empezado hace 15 minutos.
—Gracias.
Luego de agradecerle eche a correr como alma que lleva al diablo, subí los escalones de dos en dos busque con la mirada el pasilla dos y seguí corriendo pero al doblar me di de golpe con alguien obteniendo como reacción acabar de culo en el piso.
—¿No sabes mirar por dónde vas? —pregunto cortante el chico y cuando alce la vista me quede sorprendida— Si es la chica del café sin azúcar —me ayudo a levantarme.
—Si es el chico del café delicioso —dije y al darme cuenta que me estaba distrayendo reaccione- bye.
Volví a correr hasta llegar a mi destino y al entrar al aula pedí permiso para pasar pero el profesor que cuidaba la puerta no quería dejarme entrar.
—Por favor déjeme entrar solo me he retrasado 20 minutos, me he pasado un mes estudiando y desvelándome para este examen —le suplique con la esperanza que se apiadara de mi.
—Lo siento mucho señorita aprenda a ser más puntual para la próxima —este señor no era consciente de cuantos autobuses tenía que tomar para llegar aquí.
Iba a seguir rogándole hasta que una voz conocida intervino por mí.
—Profesor Rodolfo ¿Cuánto tiempo sin verlo? —saludo el chico con el que me había tropezado.
—¿Que quieres Henry? —dijo el señor con canas.
—No crees que estas siendo un poco borde con la señorita al no dejarla pasar.
—Hay normas para los exámenes y lo saben.