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En el enfrentamiento entre Nahlods y su padre, el rey Cirokos Guiko, Nahlods lo desafía en busca de la liberación de la esclavitud de su pueblo Vencedor.  Sin embargo, Guiko, rechazando la petición de Nahlods, ordena la ejecución de todos los vencedores en ese momento.

Ante esta desesperada situación, Nahlods recurre a Kick, el ser celestial, en busca de ayuda y protección para su pueblo.  En respuesta a las oraciones y la fe de Nahlods, Kick interviene de una manera inesperada.

<Kick> Kick </Kick> desata una plaga de abejas y mosquitos que pican en todo el Reino Cirokos.  Estos insectos atacan y pican a todos los involucrados en la opresión y esclavitud de los Vencedores.  Sin embargo, Nahlods y su gente Victors están milagrosamente protegidos por Kick, salvándose de la furia de las abejas y los mosquitos.

Esta intervención divina sirve como una poderosa señal de la presencia y el apoyo de Kick en la lucha por la liberación.  Demuestra que Kick está del lado de los Vencedores y que su poder sobrenatural es capaz de protegerlos de aquellos que desean hacerles daño.

Con esta muestra de protección divina, Nahlods y su pueblo Vencedor obtienen fuerzas renovadas y esperan continuar su lucha contra la opresión.  Se vuelven aún más decididos a desafiar el injusto reinado de Guiko y ganar la libertad que les han negado durante tanto tiempo.

Entonces Nahlods lidera a su gente de Victors en un viaje de resistencia y rebelión, confiando en que cuentan con el apoyo y la protección de Kick.  Juntos enfrentan los desafíos que les esperan, decididos a lograr la libertad que anhelan y construir un futuro mejor para su pueblo.