La apuesta (lovepay version)

01. Orietta

¿Cómo el amor podía ser tan hermoso y doloroso a la vez?

Muchos decían que era lo mejor de la vida y otros simplemente no opinaban sobre el tema. Cuando era niña solo soñaba con crecer y poder tener mi propio cuento de hadas. Ahora que lo pienso es una tontería, la estupidez más grande que un ser humano pueda cometer.

El amor era doloroso y por más que nos esforzamos siempre terminamos lastimados, entonces me preguntaba:

¿Por qué nos vendían historias de amor perfectas? ¿Por qué nos hacían creer que el amor solo tenía partes buenas?

Mientras crecemos nos vamos adaptando a la realidad y comienzas a descubrir la verdadera cara del amor, la cara muy diferente a la que te vendieron.

Cuando tenía trece años, mi sueño era poder dar mi primer beso y conforme pasaba el tiempo ese sueño se evaporó. No fue hasta que cumplí quince que pasó, no fue para nada romántico al contrario fue...

Fue simplemente horrible, no lo recordaba bien porque había hecho que mi mente bloqueara el recuerdo.

Pasé tres días sin salir de mi cuarto con el corazón destrozado por un chico que solo había jugado conmigo y mis sentimientos. ¿Lo peor? Era que todavía lo amaba. Payton, era su nombre, fue y es aún mi primer amor, tan solo habían pasado unas semanas desde que la verdad llegó a mí.

Tú dijiste:

—No lo entiendes, Orietta te quiero, pero no puedo amarte, mi corazón le pertenece a otra persona.

Y eso me hizo querer morir.

Escuché unos pasos acercándose, era mi madre. Lo sabía porque era la única que estaba en la casa, mi hermana Tessa había salido desde muy temprano a entrenar.

Era la capitana del equipo de vóley de la escuela.

—¿Puedo entrar? —preguntó, detrás de la puerta.

—Sí —contestó.

Con su cabello rubio cayendo sobre sus hombros y su singular sonrisa entró a mi habitación.

Mi madre era muy bella, lástima que no había heredado casi nada de ella a excepción del carácter. Me parecía a mi padre o eso me dijo, un hombre al cual nunca había visto. Dejó a mi madre por otra mujer cuando se enteró de su embarazo, ¡Menudo cabrón!

Rara vez pensaba en mi padre, pero cuando lo hacía el odio fluía por todo mi ser.

—Buenos días, Orietta. Iré a correr, ¿quieres acompañarme? —Negué lentamente, el deporte no era lo mío.

—Sabes que odio el deporte.

Mamá me dio una rápida mirada de arriba a abajo inspeccionando.

—Bien, cuando vuelva quiero verte bañada y arreglada. No puede seguir así, si ese chico no te supo valorar no vale la pena que derrames una sola lágrima más. —Sus brazos me rodearon en un abrazo, esto era lo único que necesitaba.

Entre mi hermana y yo, siempre fui la más apegada a mamá. Tessa era mi media hermana, ya que cuando mi padre conoció a mamá ella estaba casada con otro hombre y de ese matrimonio nació Tessa. La historia de su matrimonio es algo delicado que solo Tessa y ella lo sabían, habían sufrido mucho era lo único que sabía.

—Te amo, pequeña. Recuérdalo siempre, ¿sí? —asiento lentamente con la cabeza.

—Yo también te amo mamá.

♪———◈◈◈———♪

Recuerdo que hace tan solo unas semanas llegaba a casa todos los días con una sonrisa, pero ahora solo tenía lágrimas en los ojos. El sentimiento que tenía por Payton era demasiado fuerte, no podía sacarlo de mi mente y eso me molestaba, no quería sentir esto, pero no tenía idea de cómo olvidarlo.

Ellos conversaban animadamente, cualquiera pensaría que eran una pareja, pero como no hacerlo si eran tan perfectos juntos.

Vi como Riley se sonrojaba con aquel beso en la mejilla que Payton le dejaba, eran mejores amigos, aunque todos pensábamos que eran más que eso. Desde hace dos años había visto como a él le brillaban los ojos cada vez que la veía.

Ella era y tenía todo lo que siempre había deseado y nunca podría tener.

Deberías dejar de verlos, solo te lastimas a ti misma la voz de Cinthya hizo que volviera a la realidad.

Ella es mi mejor amiga desde hace algunos largos años.

De hecho, era la única amiga que había podido hacer sin que se alejara de mí porque pensara que soy extraña.

Quizás si fuera un poco más como ella tendría una oportunidad dije.

Nunca me había aceptado al cien por ciento, siempre me hacía comentarios negativos sobre mi cuerpo.

Odio todo lo que era.

Eres perfecta tal y como eres Orietta, no necesitas compararte. Además, si él no te valora es porque realmente no te merece.

Quería creerle, realmente lo quería hacer, pero me resultaba muy difícil.

Una semana después de eso Payton me invitó a salir.

Fue extraño, pero me gusto que se fijara en mí al fin.




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