Capitulo IX Chile

Hoy vamos hacia otro país es Chile y estoy muy emocionada pues Christian me dijo que en este país nos relajaríamos un poco más.

• Julia: ¿Christian a donde vamos?
• Christian: cierra los ojos toma mi mano y verás.
• Julia: ¿Cómo se llama este lugar?
• Christian: Bienvenida a Viña del Mar señorita.

Nos alojamos en el Esencia Hotel me encanto por lo acogedor que es y las agradables vistas que tenemos.

Christian me da una caja y me dice que necesita que me ponga lo que está dentro lo miro de forma extraña y le pregunto por qué ésta vestido de forma tan formal se ríe y me dice que iremos a divertirnos. Veo lo que hay dentro de la caja y veo un vestido entallado negro sin mangas me sorprendo pero obedezco su petición.

Vamos en el auto cuando pregunto a donde vamos él responde que aun casino; lo veo de forma extraña y me dice: sé que no te gustan esos lugares pero por favor acompáñame en verdad es importante lo único que te pido que hagas es sonreír y ser amable el resto lo hare yo.

Como no tengo más opción decido acompañarlo…

Llegamos y veo a muchas personas jugando nos acercamos a una mesa y Christian pregunta si puede entrar le dicen que si él se sienta y yo me quedo de pie junto a una barra cercana viendo todo.

Empiezan a juagar y yo solo presto atención y escucho.

Uno de los que está al lado de Christian dice paso, Christian ve sus cartas y apuesta quinientos mil dólares la otra persona que está al lado de Christian apuesta el doble la siguiente persona pasa y Christian sube la apuesta a dos millones el hombre que había subido la apuesta a un millón apuesta todo es decir catorce millones quinientos mil y Christian dice pago la verdad no se qué significa del todo lo único que supe al final fue que Christian perdió.

Después de un tiempo del cuál no preste nada de atención por estar sumergida en mis pensamientos escucho fase final preste más atención para ver qué pasaba.

La persona que está en el centro de la mesa dice que la apuesta mayor es de un millón. Dicen cuatro cartas Christian pasa, luego todos pagan, otras cuatro cartas, Christian vuelve a pasar, un hombre viejo apuesta seis millones otro hombre apuesta cinco millones y otro dice subo y mencionan doce millones en ese instante todos miraban a Christian y hasta yo me puse sumamente nerviosa que empecé a jugar con mis dedos. Christian sube a Cuarenta millones y yo me asuste solo de oír toda esa cantidad de dinero más porque toda la noche a estado perdiendo. El hombre que antes aposto doce millones dice pago. Empiezan a abrir, el primero tiene una flor otro un full de ochos y ases otro un full mayor ases y seises y cuando llega el turno de Christian las manos me sudan casi siento salir lagrimas de pura tensión de mis ojos y todos empiezan a aplaudir y yo no tengo ni idea de porque el hombre que tiene las cartas dice: flor corrida de cuatro a ocho la mano más alta. Christian gana.

Yo me emociono de más y voy a abrazar a Christian él me ve con una sonrisa y me dice: te dije que te divertirías. Éste juego es demasiado arriesgado y casi me da un ataque cardiaco le respondo él ríe y dice son solo matemáticas niña además yo soy un demonio y tengo poderes.

Cuando Christian dice eso me pongo seria y le digo exaltada ¿hiciste trampa? No, me responde como crees más sabe el diablo por viejo que por diablo además vivo en una universidad por si no lo recuerdas y el maestro de matemáticas es muy bueno me giñe el ojo y salimos de ese lugar para ir a descansar.

De camino al hotel pasamos a un lujoso restaurante según Christian para celebrar pero yo estaba tan cansada que solo comimos y nos fuimos le prometí a Christian que celebraría con el mañana.