Georgina
Desperté y Arturo seguía dormido, el doctor me dijo que lo más probable es que durmiera casi todo el día, igual después de arreglarme fui a buscarle algo de comer, si me estoy comportando como una estúpida enamorada que se desvive por su amado lo sé.
-Buen día cuñada-dijeron sus hermanos al verme entrar a la cocina.
-Buenos días-me acerqué a Bea y la abracé, ella hizo un gesto extraño.
-Vamos- se levantó y me arrastro hasta el pasillo.
-¿Todo bien?- enarqué una ceja.
-Sus papás-
-¿Sus papás qué?- la miré confundida, sigo medio dormida así que intento comprender lo que me dice.
-Ellos están aquí-
<Y aquí fue dónde Georgina sintió el verdadero miedo> bromeó mi subconsciente.
-No me jodas-
-Los conocí-me miró asustada.
-¿Tan malo fue?-
-No, son un maldito amor-
-¿Cuál es el problema?-
-El muy mamaguevo me presento como su maldita novia ¡NOVIA!- yo solo empecé a reír.
-No te rías- me golpeó el brazo-
-¿Cuándo se casan?-
-¿Tu también?- me miró con rabia y tristeza.
-Es broma-
-Ayúdame con una excusa para irme de acá-
-No es tu lío-
-Help me please-
-No puedes huir de ellos toda la vida-
-Ni que esto fuera a durar tanto- sus ojos se ¿cristalizaron? oh por Dios.
-No hagas esto-
-¿De que hablas?-
Arturo
Siento que me atropelló un camión maldita sea me duele hasta la puta alma que ni tengo pero bueno,desperté solo en la cama, intenté levantarme pero sentí una presión y un ardor horrible en la pierna, así que estiré mi brazo sano a la mesita de noche para tomar mi teléfono y llamar a Sánchez.
-Sánchez-
-Si señor-
-Ayúdame a levantarme de está maldita cama-
-Voy señor, le informaré a la señorita que ya está despierto-
-Ok-
Pasaron unos minutos hasta que escuché la puerta abrirse y ví a la rubia que tanto amo.
-Daddy- se me lanzó encima para besarme cosa que correspondí de inmediato.
-Baby- entrelacé nuestras manos.
-No vuelvas a hacerme esto ¿ok?- me miró seria.
-Sabes que no puedo prometerte eso, pero intentaré- acaricié su rostro.
-Con eso me basta, ahora si Sánchez has lo tuyo- se levantó pero la jalé para que se volviera acostar a mi lado.
-Me quiero quedar un rato más aquí- la abracé.
-Los dejaré solos, estaré en el pasillo cualquier cosa me avisan-
-Ok y por favor que nadie nos moleste- ordené, él solo asintió y salió cerrando la puerta detrás de él.
-¿Por qué?- me miró con el ceño fruncido.
-¿De qué hablas?-
-Ya sabes de que hablo, estoy feliz de que estés vivo y todo, pero estoy arrecha por lo que hiciste- se levantó de la cama y empezó a caminar de un lado a otro.
-Tenía que hacerlo-
-¿Solo? por el amor de Dios, Arturo ella es un peligro-
-Yo no le tengo miedo-
-¿Por qué no me dijiste cuando te llamé?-
-Igual te hubieras arrechado conmigo como ahora- me encogí de hombros.
-Ash, tenía tanto miedo de perderte-
-Pero aquí estoy-
-Pero yo se que no te cansarás de lanzarte a misiones suicidas hasta que acabes con ella o me equivoco?- no respondí- ¿Ves?-
-Es que esto no es tan sencillo como parece, esto no es la vida de cualquier mortal-
-Yo lo sé-
-La verdad no parece-
-Dime las cosas como son por favor, porque siento que aquí hay algo más aparte de su alianza con el cartel boliviano, los papeles que te robó y su molestía por no "reinar" contigo- hizo comillas con sus dedos.
-No hay nada más-
-No me mientas- me señaló.
-Estoy cansado enserio, no tengo ganas de discutir contigo ahora- las palabras salieron y no tuve tiempo de procesar lo que estaba diciendo.
-Ok- veía la rabia y el dolor en su rostro.- me voy- abrió la puerta y salió dando un portazo.
La volví a cagar maldita sea, me pasé la mano por la cara.
-¡SÁNCHEZ!- grité.
-Aquí estoy señor- literalmente se teletransportó.
-Ayúdame a levantarme-
-Si señor-me ayudó a ponerme de pie y me llevó al baño- señor debo informarle...-
-¿Y ahora qué?-
-La señorita se fue con la novia del señor Andrés- solo asentí después arreglaré eso- y sus padres están aquí-
-¿Quién los llamó?-
-El señor Antoni, intentamos decirle que sus ordenes fueron otras pero no quiso hacernos caso-
-¿Vieron a Georgina?-
-No creo, ya su padre hubiera dicho algo-
-Ayúdame a ir abajo-
-¿No se cambiará o se pondrá una camisa?- prefería quedarme solo con la bermuda que tenía puesta.
-No-
Salimos del cuarto, caminamos el pasillo hasta las escaleras, bajar esas escaleras fue complicado y un poco doloroso pero se logró, nos dirigimos a la cocina donde estaban todos.
-Arturo hijito mira como quedaste- mi mamá me miró preocupada.
-Estoy bien mamá-
-No te ves bien mi amor, ven siéntate- me sacó una silla y me ayudó a sentarme- te haré una sopita para que agarres fuerza-besó mi frente.
-Hijo ahora si dinos todo-mi papá estaba súper serio.
-Ella definitivamente está con los bolivianos, quisimos negociar pero bueno ya saben como resultó- me señalé.
-No puedo creer que esa chica tan linda se volviera tan malvada- dijo mi mamá con tono de indignación- Angelo tienes que hacer algo-
-Ana está grandesito para resolver sus cosas-
-Pero mira como quedo mi bebé-me señaló.
-Ay ya mamá deja el drama por Dios-
-No me hables así que soy tu mamá Andrés Indriago- le lanzó una papa y todos reímos.
-¡Mamá!-
-Eso es para que me respetes-le dió una mirada asesina.
-Ya perdón- hizo una señal de paz.
-Así me gusta, ahora ¿Dónde está la rubia?-