Prólogo

Esta es una de esas historias de un amor confuso, donde desearas entre líneas asesinar al escritor por desorientar tu sentido de la interpretación, si, tu mente se sentirá tan abrumada a tal punto que no sabrás si estas leyendo un libro o viendo la serie DARK. Solo bromeo, este relato no es tan extremista, pero si te recomiendo leer con atención para que puedas dar con el punto de vista del escritor o por lo menos te acerques un poco a lo que se quiere expresar.
 

Esta historia te hará viajar a aquellos tiempos de tu infancia y puede que hasta te sientas identificado con el autor ya que gran porcentaje de los adolescentes han batallado con su apariencia guiándose por los gustos del conglomerado, a tal grado del menosprecio propio con tal de encajar, algunos han librado esa guerra y otros hasta el día de hoy continúan en esa batalla.  Así como expreso la Doctora en Historia del Arte Barbara Rosillo, “la belleza es y será admirada mientras el hombre habite la Tierra, la belleza nos pierde, nos embriaga y nos fascina; queremos alcanzarla, poseerla, exhibirla y en la actualidad parece que el estereotipo de la Barbie Superstar ha cobrado vida en las calles de las grandes ciudades, pero la belleza auténtica no aparece en serie. Algunas personas (muy pocas) nacen con ella, pero esta cualidad tan apreciada tiene matices complejos, difíciles de precisar y ahí reside su auténtica magia; como dijo Oscar Wilde: “La belleza es muy superior al genio, no necesita explicación”.
 

Como expresaba anteriormente, esta historia relata un amor confuso de una joven con carencia de amor propio e inseguridades al monto, que decide vivir cuando duerme y dormir cuando despierta. Espero que continúes leyendo y puedas dar con la belleza de la mentira.