LANDON REY
El día estaba soleado, un bonito día para ser verdad, claro sin contar el malestar general que tenía. Estaba a media cuadra de llegara la droguería por medicamento. Al llegar no podía parar de sonreír, ella estaba ahí con su cabello revoltoso cayendo de sus hombros y esa mirada fría que siempre suele llevar.
-Buen día.-Dije mirándola con alegría.
Voltea su delicado rostro lentamente, me mira parpadea y sus finos labios se dirigen a mi, en unas remotas y frías palabras lo suelta sin pensar:
-Qué tiene de bueno el día? Siempre es igual -Respondió expresando desagrado y ladeando los ojos
-Si el día no pinta bien, píntalo tú.
-Landon no todo en esta vida es bueno, y hay cosas que siendo realistas......No podemos cambiar. -Dijo tomando un suspiro y soltando los hombros, para dar media vuelta e irse sin más.
-Qué no podemos cambiar? Todo en esta vida es posible Abril, aunque no lo creas todo es posible.
-La muerte, la muerte no es buena pero te quita el dolor, la desesperación.
Abril me miro vacilante al ver que no chiste nada, empecé a detallarla y no me explicaba como era tan maravillosamente rara, su apariencia era preciosa, pero lo que más me importaba era su alma, su alma transparente y delicada, ella se mostraba ruda por fuera pero solo era una capa de apariencia, porque ella era más, era una estrella fugaz que sin querer no paraba de brillar. En su muñeca izquierda llevaba un delgado hilo negro del que salía un nudillo con una pequeña roca, al detallarla me fije en pequeños moretones y rasguños rosados que yacían de la mano, "supuse que se autolesionaba"
Al parecer ella ya se había dado de cuenta de mi suposición porque se mostro tensa y nerviosa, sus ojos estaban dilatados y empezaba a sudar, como si me gritara que no fuera a preguntar.
-Me voy.-Dijo con voz temblorosa y dudosa.
-Te acompaño.
Caminamos hasta llegar a casa, en todo el recorrido ninguno de los dos dijo algo, en otras palabras fue silencioso. Las calles ya no se miraban como antes, ahora eran más oscuras y poco interesantes, Abril esta en problemas y no dejaba de pensar en eso, pensar en que ella se hiciera daño y quería ayudar pero era mejor no hablar.
Al llegar a la puerta de la casa, nos quedamos unos minutos mirando la puerta fue incomodo y tortuoso hasta que ella rompió el momento, mirándome a los ojos y esbozando una leve sonrisa, una sonrisa pura y sincera.
-Adios.-Dijo con voz ronca.
Sin pensarlo dos veces la abrace, ella sin oponerse se recostó en mi hombro y empezó a sollozar, nunca la había visto así, debil y frágil queriendo que la salve de ese tortuoso final. Ya sentados en la cera ella, sus lagrimas caían cada vez más y por dentro sentía mi corazón estremecer.
-Abril, todo va a estar bien, siempre llega algo mejor y si no es asi, se aprende de la experiencia, de los errores. Créeme todo va estar bien.
-No, no hay nada bien, creemos que todo estará bien pero nada esta bien, el mundo es una mierda se esta derrumbando y nosotros estamos adentro.
-Al menos vivimos el momento.-Dije delicadamente acariciando su cabello.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------