La Bestia

Capítulo 33

Las almas nos tienen rodeados, a la izquierda está la imponente bestia, a la derecha está el cazador de ambos brazos armado con sus hachas, y detrás de nosotros se encuentra el cazador que solo posee un brazo, con el cual sostiene una sola hacha, y frente nuestro está el lago y la bruja, no hay forma de escapar a menos que luchemos con ellos.

—¿Tienen algún plan?—pregunto Leander, ya que tampoco es correcto solo atacar sin prudencia.

—No, pero lo más sensato sería que tendremos que salir del bosque para evitar que nos maten—respondió Evan.

—Podríamos correr por ahí— dijo Leander señalando con sus ojos al cazador de un solo brazo—Es el punto más débil, debe ser fácil escapar por ahí—es verdad, si los tres vamos por ahí el no podrá detenernos

—Aunque corramos ellos nos seguirán—Es cierto, y es muy probable que nos alcancen— Primero tendríamos que detenerlos aquí— dijo Evan

—Tranquilos, yo si tengo algo— me quite el collar, lo enrolle en mi muñeca derecha y sujete el amuleto con mi mano, así podré usarlo mejor, en mi mente trato de recordar los símbolos y conjuros que necesito para defendernos, y aunque solo recuerdo algunos, debe ser suficiente, además también debo ser capaz de forma mis propios hechizos.

Anqué no recuerdo exactamente todo lo que dicen los libros soy capaz de recordar lo básico, es decir, los elementos que puedo usar, las figuras que tienen que ser, las palabras que debo decir tienen que explicar exactamente lo que quiero lograr, esa es una parte fundamental para el éxito de cualquier conjuro, sé que puedo lograrlo, solo debo concentrarme.

—¿Qué vas a hacer?—me pregunta Evan.

—A pelear—me arrodille en el suelo y empiece a dibujar un símbolo en la tierra, con mi dedo índice de la mano con la que sostengo el amuleto guio la figura para que tome la forma correcta, recuerdo que es una especie de letra parecida a la “Y” pero con algunas líneas extra, la tierra se mete entre mi uña, se siente seca y áspera, mientras sigo dibujando el símbolo recito lo que dice en el libro.

—El viento a mi favor caos creara, con mi mano el control total...— mientras sigo recitando, la bruja se dio cuenta de lo que trato de hacer, así que tomo acciones para impedirme actuar.

—¡Ve!—le ordeno a la bestia, la cual de inmediato vino a atacarnos.

—Yo me encargó— dijo Leander.

No espero hasta que la bestia llegue a nosotros, él corrió hacia ella, la bestia se frenó al igual que Leander hasta quedar uno frente al otro, la bestia gruño para tratar de intimidarlo, pero Leander no retrocedió y fue él quien lanzo el primer golpe, con el hacha en su mano derecha dio un golpe horizontal cortando una parte del rostro de la bestia, la cual rugió de dolor mientras escurre sangre de su rostro, furiosa intento devolver el golpe, con su enorme pata derecha dio un zarpazo intentando darle a Leander, pero éste lo esquivo agachándose, una vez que logro salvarse del contrataque dio un salto enorme pasando por encima del lomo de la bestia, posicionándose detrás de ella y volviendo a darle un golpe pero esta vez en la cola del animal, vuelve a soltar un rugido, pero esta vez de furia.

La bruja solo observa disgustada todo lo que pasa, no hace ningún movimiento, pero no pierde nada de vista, debe estar esperando el momento indicado para atacarnos, seguramente solo trata de distraernos con las almas para que ella pueda atacar.

Leander trato de acertar otro golpe, pero esta vez ahora fue el quien recibió uno, la bestia lanzo su cola como un látigo hacia los pies de Leander haciendo que este caiga al suelo sobre su espalda, intento levantarse pero la bestia lo impidió poniendo una de sus patas sobre el estómago de Leander para que no se escape, tal y como hizo conmigo aquella vez, mientras él trata de zafarse la bestia trata de morderle la cabeza, Leander intenta impedirlo usando su hacha. 

—¡Leander!— grita Evan al verlo en apuros, así que se dispone a ir a ayudarlo, pero no pudo llegar  ya que ambos cazadores se interpusieron en su camino.

 Empezaron a lanzar golpes con sus afiladas hachas, Evan apenas puede bloquear unos y esquivar otros.

Mientras, yo pude terminar el símbolo, ahora tengo que pararme justo en el centro y terminar el conjuro.

—Cuatro elementos controlar con tan solo mi mano mover, de invocar a uno tengo el poder...Viento—elegí el elemento del cual dibuje el símbolo

Cuando dije el final de inmediato las copas de los arboles empezaron a tambalearse, una ráfaga de viento se desato haciendo sonar un gran soplido entre el bosque, el viento frío nos envuelve,  levante mi mano y empecé a moverla en la dirección en la que quería, y en esa dirección soplaba el viento, ¡Lo logre! Me siento muy satisfecha y feliz de lograr tal hazaña, demostré de lo que soy capaz, una vez con el viento a mi favor me puse en marcha para usarlo adecuadamente.



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En el texto hay: amor, magia

Editado: 06.07.2018

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