Stella, ecomendada por su padre, que la quería preparar de modo profesional para la guerra, ya que era su deber como parte de la casa real gobernante de Carianis había ido a la batalla a lomos de un corcel contra la gente del desierto en socorro de la ciudad sitiada, y había salido victoriosa junto con los ejercitos de Alfgard, había desempeñado un papel importante en el mando de la infanteria y los arqueros para apoyar a los maltrechos defensores de la ciudad, y despues del banquete de celebracion, había sido mandada por su padre junto con el a una comitiva en el país de Alquitron. No le gustaba tener que visitar esas tierras, tenía la extraña sensación de que no eran especialmente bienvenidos, asi que cuando estaba en medio de toda la querella diplomatica, no dejaba de estar cerca de la guardia del rey de Carianis, ella parecía ser la unica que sentía que algo no iba bien con el ambiente de ese lugar, su padre estaba muy ocupado en su labor de mercader, trato de Hacer el menor contacto posible con la poblacion local, siempre cerca de los soldados de su padre,
Al dia siguiente la despertaron gritos en las afueras de la ciudad, al parecer había habido una discordia entre los terminos del tratado y una muchedumbre furiosa estaba a las afueras de donde estaba alojada ella y la comitiva de Carianis, a su lado se escuchaba la multitud enardecida gritando en su idioma
¡Eritla!, ¡Dazur!, Que traducido es, hechen a los extraños
Sin duda ese era el momento perfecto para salir y embarcarse lo más pronto posible, le dijo a su padre acerca de esta idea y el parecia estar de acuerdo, ordeno a la comitiva embarcar inmediatamente en la flota, pero cuando llegaron se dieron cuenta que los barcos estaban siendo defendidos por una muchedumbre enardecida de gentes, en una decisicion apresurada y desesperado por las circunstancias, el padre de Stella dio la orden de abrirse a filo de espada hacia las embarcaciones, era un caos total la muchedumbre les lanzaba piedras y algunos los atacaron pero fueron repelidos por las mejores armaduras de los carianios, quienes se apresuraron a abordar y salir lo mas rapìdo de ese hervidero de gente, para cuando la tripulacion abordo el barco, no se habían percatado de un detalle importante, habían dejado una trampa, habían cubierto las bodegas con aceite de cañá, y le habían prendido fuego, había fuego en la bodega, de inmediato parte de la tripulacion se dedico a apagar el fuego y la otra a hacer zarpar al barco lo mas rapido posible de regreso a Carianis antes de que fuera tarde, mientras tanto el fuego seguia propagandose pero no podian dar marcha atras, en la costa los esperaba una multitud cada vez mayor de gente enardecida, asi que decidieron mantener el rumbo hacia el puerto de la ciudad, sin embargo no fue tarea facil apagar el fuego, doce personas tuvieron que ser tratadas por quemaduras graves en brazos, piernas y cuerpo por el esfuerzo y sacrificio de haber contribuido al cese de las llamas, al final lograron extinguir el fuego, y lograron llegar la mayoria sanos y salvos a bordo del buque, sin embargo, lo que habían presenciado había sido un acto de guerra y agresion traicionera sin una declaracion de guerra, por lo que el ejercito y la armada de Carianis se preparo para una represalia, no iba a quedar impune este acto de truhanería, sin duda una retribucion era lo necesario. Stella no queria saber nada de batallas por el momento,