De inmediato el comandante Nelson, despues de conseguir ver por primera vez el contenido de la caja por unos instantes y de temporalmente cegado por un resplandor tan grande como el sol, se vio incrédulo en una mítica sala que parecía ser una biblioteca de descomunales dimensiones, entonces recordó, los antiguas sagas que hablaban de un lugar donde los dioses guardaban su sabiduría, donde ningún maldito o malvado tenia acceso, era conocido como el pozo de Dirimir, la fuente de la sabiduria en lenguaje antiguo, protegida por mil hechizos y magia rúnica, ademas del poder de los dioses, era una gran sorpresa contemplarlo, era surrealista y majestuosa, como un gran salon lleno de carácter, olor a madera vieja y pergaminos antiguos, un paraíso sin duda para cualquier ávido amante de las exploraciones y la sabiduria, había un enorme martillo en el techo, los martillos eran para evitar que espiritus de serpientes, brujos o chamanes entraran en los lugares sagrados según la antigua sabiduría que sus padres y familiares le enseñaron cuando era niño, lo cual indicacion de que las personas que hubiesen designado este lugar, sabían de antemano acerca de estas artes de defensa espiritual antiquisima, le había costado a Nelson sangre y sudor, para llegar hasta la tierra donde las leyendas eran una realidad más, cientos de veces que se cauterizó y quemo los cortes de hachas,. espadas que le habían ocasionado estocadas y puntas de flecha que casi terminan por dejarle una cicatriz por toda la cara, había perdido tambien a muchos amigos y amigas, muchos de ellos caídos en batalla y que ahora se en los salones de los dioses bebiendo hidromiel con sus familias, quienes eran compañeros de armas en el camino pero había logrado de su sangre y sudor llegar a donde pocos hombres había llegado, era una sensación casi como de un hombre que llega al gran salon con las guerreras en la otra vida, mientras tanto, unos soldados con espadas llameantes se acercaron grritando que explicasen quienes eran y cual era su motivo de estar en ese lugar, con llamas en sus ojos y piel que parecía que resplandecía con la luz tenue de la biblioteca.
De inmediato Nelson y los demas levantaron sus manos y tiraron sus armas al suelo, diciendo que venían del mundo humano, Valiquia les explico que habian encontrado un antiguo artefacto que ilumino expediendo una luz enceguecedora trayéndoles a este lugar, de inmediato los soldados y mujeres armadas bajaron sus espadas de fuego y les escoltaron a una estancia, casualmente Nelson, tanto Valiquia como Stella se dieron cuenta que no solo ellos habian sido trasladados a ese lugar, se habian colado dos colectivos misteriosos, de inmediato reconocio a los espias aluces, y los otros eran claramente enviados de Mevtli, las tres facciones pidieron estar por separado. Por sus diferencias politicas, ese lugar parecia lleno de paz, las calles de las ciudades eran canales de agua cristalina transparente donde la gente se movía en góndolas, tambien había carruajes voladores en forma de esfera y de circulo surcando los cielos, la gente parecia vivir en paz, había grandes salones donde guerreros y guerreras peleaban en torneos, además de que les llevaron a un salon donde comieron queso, uvas y otros manjares como hidromiel, las paredes estaban decoradas con escudos con inscripciones de runas antiguas, y las mujeres mas hermosas que se hubiesen visto en todos los reinos, Tambien habían enormes edificios parecidos a piramides escalonadas de cristal de cuarzo de varios colores, con guerreros con espadas de oro, hierro plateado, fuego y obsidiana protegiendolas, eran los espíritus de guerra que ahora defendían el reino de los espíritus
Había edificios integrados con la naturaleza de manera armoniosa, de una arquitectura impresionante, nada parecido a los edificios que conocían por todos los reinos que habían visitado, existían amplias cascadas que llevaban a sublimes ríos de agua transparente como si se observase a través de un cristal, se podía ver a través numerosos peces, riaturas marinas, dragones marinos, y multitud de peces de colores que no vivían en el mundo donde ellos habían estado, su variedad y tamaño y forma de ls aletas era muy variada.
De pronto la gente del lugar, los que le estaban escoltando, mientras pasaban frente a lámparas de aceite y antorchas de fuego que iluminaban la tarde noche, les dijeron que en realidad, el dispositivo que les había llevado hasta ahi, había estallado quitandoles, la vida, era en realidad un artefacto explosivo, ellos se hallaban ahora en la otra vida. Pero no parecían tristes, comenzaron a disfrutar cada momento de la vida en la tierra de la biblioteca de los sueños, siendo que el misterioso artefacto era un puente a la otra vida, al descanso eterno libre de segundas existencias en la vida terrenal, libre de reencarnaciones, en un descanso lleno de honor y gloria, en los palacios de oro y madera que emulaban la gloria y el espíritu de los que eran meritorios para poder entrar a ese lugar, había inmensos tamplos de decenas de metros de alto, que contenían las moradas de los dioses, de los Asan y de los Vanar, así como de los einheriartar y de las valk, era algo impresionante en toda la extensión de la palabra, de manera ecuánice y sin lugar a dudas sin nada que se le pareciera en el mundo de la tierra donde ellos venían, de manera que hasta el sol era de luz más agradable, y el firmamento era un espectáculo de ver, el cielo estaba decorado con nubes de todas las formas y espiritus guardianes. En forma de Dragones, y aves de gran tamaño que portaban alas naranjas, era la mítica ave Fénix, con dos pares de alas y ojos rojos que transmitían paz y certeza, además de que había un brillo mágico en sus ojos, Y a lo lejos se oía la melodía susurrante del viento que anunciaba un dia espectacular, era la morada de los guerreros caídos en batalla mientras se veían en las paredes hachas de hierro decoradas con grabados con dos cuervos, y en medio de ellos un cuervo un poco más grande, llamado Hrafnagud con ojos negros observando a lo lejos, y de pronto llegaron las valkar, hermosas guerreras que otorgan el don de la victoria y el amor, darles la bienvenida a los guerreros que llegaban, no solo era una biblioteca, era todo un reino diferente y sublime era insuficiente para poder describir las características de aquel lugar que era realmente celestial e impresionante, una oda a lo impresionante, los dragones de agua de colores azul, amarillo y púrpura, nadaban alegremente en el agua como si se tratase de enormes serpientes marinas, y el paisaje alrededor, la vegetación, los edificios y las personas parecían como si estuviesen viviendo una visión, una experiencia extracorpórea, la tierra que pisaban sus pies era como arena fina, como si de sal se tratase, parecida a la arena del mar, los arboles estaban poblados de colibríes y de águilas, había colonias de hormigas, pero todos los animales parecían convivir de manera pacífica, los árboles tenían talladas runas sagradas de armonía y proteccion, varias Eohl y Sigel, talladas en los troncos y las ramas de los arboles de manera que se veían agradables a la vista, parecido a un trabajo de artesanía carpintera con madera, eran runas antiquísimas, símbolos sagrados y mágicos que nadie había descrifrado en el mundo humano en su totalidad, que poseían una magia sacra para la defensa y equilibrio de aquel reino, habían tambien castillos construidos en lo alto de pequeñas montañas y lo que parecían ser ciudadelas y en las llanuras había pequeñas aldeas que daban una sensación de hospitalidad, junto a varios rios, bosques y sembradíos, casas, que seguían la rivera de un lago, canoas y pequeñas embarcaciones recorriendo el agua de manera elegante donde varias personas surcaban las aguas solo por el placer de viajar y observar las especies de criaturas acuaticas y serpientes marinas, además de dragones marinos que nadaban en las profundidades de las aguas de los ríos y mares, enormes peces, de todos los colores, y tiburones de agua dulce nadaban en las corrientes de las aguas cristallinas, aquel lago se llamaba, el espejo de Vararathaiimstar, aguas de victoria, en el lenguaje de aquellos habitantes espirituales, al caminar por las calles de la ciudad que estaban hechos de adoquines de algo transparente, fueron trasladados a una embarcacion pequeña, como una especie de goleta o Góndola, y navegaron durante un tiempo, vieron los paisajes exhuberantes, los kilometros y kilometros de árboles altos como secouyas, una fauna que parecía sacada de algúna vieja leyenda de las sagas, y sin duda alguna, la gente presente en aquel lugar, distaba mucho de la egoísta y mala masa de personas de el mundo de donde venían, lo cual, sin duda alguna. resultaba algo reconfortante, además la arquitectura interior, era igualmente sorprendente, había construcciones con columnas de muchos metros de alto que conformaban edificios de piedra blanca parecida al mármol y a la piedra volcánica solo que en vez de tener el característico y clásico color de la piedra volcánica cásica, tenía colores azules y naranja claros, dando una sensación de calidez y magnificencia al mismo tiempo, como ver antigüas ruinas de civilizaciones en perfecto estado, como la veía la gente que vivía en aquellas épocas.