Enahkant, que, mientras estaba en el caos que había sucedido, después de haber recorrido la cabalgata de varios días y de finalmente alcanzar el paradero de Zafiria sobornando a personas que hubiesen visto a cualquier persona de aspecto extranjero en la ciudad con el dinero que habían ganado al actuar en las calles de la ciudad, una persona que había visto a un grupo de extranjeros le dió la dirección del lugar donde estaba o fué vista entrando una mujer de aspecto sureña, de manera casi providencial había logrado junto con su hermana a duras cuestas encontrar el destino de su amiga Zafiria y de Fadric, pero al llegar al salon donde ellos estaban junto con un grupo de personas desconocidas fueron alcanzados por el incendio, la onda de choque de la explosión y atrapado en el edificio cuando este trataba de llegar a Zafiria y a Fadric junto con su hermana, decidieron acompañarlos en sus aventuras y volver a la tierra, tambien para reencontrarse de algun modo con sus padres, pero la luz primordial, decidió darles a ellos la oportunidad de que volviesen con sus padres, pero bajo la apariencia de dos gatos, esto era una prueba hecha por la luz primordial, si sus padres descubrian que se trataba de sus hijos y no de un par de gatos sin nada en especial, sus hijos volverían a la normalidad y continuarían su vida en su forma humana, pero si no lo conseguían descubrir en un lapso de tres años que se trataba de sus hijos encapsulados en el cuerpo de esos gatos, sus hijos no regresarían a la vida y regresarían a la otra vida, por lo que dependían en lo absoluto de que sus padres mediante alguna corazonada, pudiesen averigüar que se trataba en realidad de sus hijos desparecidos en el cuerpo de dos gatos, de otra manera no podrían regresar, era la prueba que había decidido la luz primordial para permitir el regreso de ambos hermanos puesto que esto no solía soceder y eran muy pocos a los que se les otorgaba la oportunidad de volver a la tierra después de haber fallecido, así que era justo que volviesen bajo unas condiciones severas para poder ganarse el mérito de voldver a la vida, así fue que por la afliccion de sus padres al no saber nada de sus hijos, a ambos hermanos Enahkant y Fivsala les dio la oportunidad de regresar a su casa , sin poder hablar, pero con todos sus recuerdos en un cuerpo felino, a la vida terrenal en su tierra natal, en el mismo lugar donde vivian sus padres, grande fue su alegria sin duda alguna al reencontrarse con ellos, sus padres vieron a los gatos y por dos largos años los tuvieron cuidándoles sin sospechar que en realidad se trataba de sus hijos, hasta que la madre de ellos, asombrada por el comportamiento extraño de los gatos, como maullar demasiado cuando mencionaban a sus hijos perdidos entre lágrimas, empezo a creer que aquellos gatos en realidad eran sus hijos, el padre de ambos tambien lo comenzo a creer y entonces volvieron a su forma humana, ante la gran sorpresa de sus padres, abrazaron a sus hijos, y comprendieron por que los gatos siempre maullaban sin control cuando hablaban de el momento en que sus hijos se perdieron, y se ponían en una profunda depresión, pero al ver a sus hijos de nuevo, solo tuvieron palabras de gran felicidad, tan felices estaban que no les preguntaron acerca de la razon de haberse convertido en gatos, y que habían estado haciendo desde hace tanto tiempo desde el momento en que fueron capturados y vendidos como esclavos, hasta el momento que fueron trasladados al reino mítico, de manera que les recibieron de vuelta en casa para poder reanudar la vida que llevaban con su familia, siendo que habían logrado conmover e invocar la misericordia de la luz primordial, y a ellos por su situacion especial de ser los más jóvenes y los tal vez más infortunados de todos los que habían sido trasladados a aquel reino, se les concedió que volviesen para que pudiesen disfrutar de la vida un poco más. También como símbolo de buena suerte, les orotgaron en la piel unas runas que serían como una marca de resurrección, garantizando que siguieran en la vida que dejaron atrás, y en su regreso, la figura de la luz primordial les protegía en la forma de un jaguar, que habían adoptado como mascota los dos hermanos Enahkant y Fivsala, en el reino tropical donde vivían, eso no era tan descabellado aunque si no tan común, sin duda alguna, algo que sí era verdad, es que sus vecinos se sorprendían al ver un animal que por lo regular era sumamente peligroso, como una mascota, pero era bastante efectivo para mantener a raya a los ladrones y a cualquier intruso que osara poner un pie en la casa de la familia de los dos hermanos, de manera que era como una especie de protector, guardian. que les custodiaba siempre en todo momento, en que ellos se encontraban en peligro, y además era como un gato, dócil y muy cariñoso, era como un gato grande cuando estaba con ellos, jugaba con una pequeña pelota de tela y siempre estaba muy alegre, pero era un gran guardián que les protegía y acompañaba en sus batallas personales, sabiendo que algún día les guiaría a la gloriosa vida despues de la muerte sabiendo que les esperaban las moradas de los dioses, pero aún no era el momento, aún quedaba algún tiempo por delante, un tiempo cuya duración no estaba clara, de manera que era incierto, porque aún tenían bastantes cosas que hacer antes de volver a aquel misterioso lugar que habían visitado hace poco en aquel mundo donde todo parecía mucho más sorprendente y mágico, con nuevos aires y melodías que susurraba el pasar del viento y las aves de colores que recorrían los cielos de aquellos lugares, posándose en los alféizares de las ventanas de los edificios pulcros y limpios como la seda, o simplemente sentarse y descansar a la orilla de los estanques de agua transparente desde donde se podían ver los renacuajos y los peces que nadaban alegremente en las aguas de aquellos cuerpos de agua, entre otras tantas actividades, cada una era tan intrínsecamente sublime que no era posible caer en la monotonía rutinaria tan clásica y típica del mundo terrenal, sino que cada segundo vivido en aquel lugar al contrario de lo que dicta la lógica, no era para nada aburrido sino que cada día había nuevas cosas por hacer y aprender cada día nuevo que pasaba, por ello se sentían reconfortados sabiendo que algún día ellos regresarían ahí, de manera que se concentraron en vivir la vida que les tocaba lo mejor posible la cantidad de ciclos solares que tuvieran que pasar, o años.