La Bruja de Dartmoor

Capítulo 5

La puerta de la entrada principal sonó de golpe, interrumpiendo de manera abrupta nuestro calmado desayudo, mi corazón palpitó a mil por semejante ruido reconocido por ser la mayoría de las veces portador de malas noticias.

 

- Que terrible alboroto- dijo la anciana levantándose de su asiento siendo, por supuesto, seguida por mí sabiendo perfectamente que no me concernía.

 

La puerta se abrió dando paso al hombre del día anterior, quien entre jadeos habló a la señora Brenz.

 

- ¡Señora Brenz! - dijo el mencionado- La señora Cornety ha sido enviada a la hoguera.

- ¿La señora Cornety? -dijo angustiado a lo que no entendía.

 

De la casa salió corriendo junto a la anciana y al hombre hacia el pueblo empujando levemente a los curiosos quienes tapaban la vista a lo que ocurría en la plaza principal. Para mi fortuna, mi altura era suficiente para ser la primera en ver lo que sucedía, en el centro de la plaza amarrada a un tronco se encontraba una mujer de alta edad con el cuerpo amordazado a sus pies el heno cubría sus dedos y el inicio de su blanco vestido.

 
Frente a esa pobre y quizás inocente mujer había otros cuatro hombres entre ello, el hombre del día anterior cuyo ceño fruncido se hacía presente, su simple presencia causaba temor a lo que notaba.

 

- Damas y caballeros seguidores de la iglesia-hablo el más viejo de todos-Una nueva bruja ha sido descubierta entre nosotros-los murmullos no se hicieron esperar debido a la acusación-Nuevamente el más grande y sabio cazador, el Señor Hopkins se ha encargado de sacarla a la luz y liberarnos de esta especie abominable.

 

Varias personas aplaudieron ante sus palabras dejando en mí una sensación de incredulidad ante la situación, el tal alabado mantuvo su silencio siempre presente mientras el viejo terminaba de hablar subiendo los aires de grandeza que ya tenía. El que probablemente le seguía de edad tomó la antorcha cual fuego carcomía dejándola caer al heno reposado donde ardió con furia alcanzando la carne viva del ser consiente maldito, los gritos no se hicieron esperar la garganta de la mujer se desgarraba por sus gritos saliendo de su interior el humo más oscuro que pude haber apreciado –Pobre alma en pena- llevé mis manos al rostro tapando mi nariz del fétido aroma de la carne humana quemada detallando con asombro como el tan aclamado cazador no había apartado en ningún momento la mirada de la mujer como de un extraño fetiche se tratase negué con la cabeza tan acto.

Las horas pasaron y muchos permanecían presentes ante la situación cual no comprendía en su totalidad, el cuerpo de la mujer se marchitó a tal forma de quedar en su mayoría simple cenizas.
Los ojos del desalmado se desplazaron del cadáver marchito hacia los espectadores como si de un depredador se tratase en busca de una nueva presa.

La mandíbula aprete dejando que las lágrimas se deslicen por mis pómulos ante el coraje que reinaba mi ser.

 

- La última bruja eliminada-dijo el más viejo con una amplia y repulsiva sonrisa en su rostro.

- En ello se equivoca Señor Esther-habló el cazador.

- ¿Me equivoco Señor Hopkins? -dijo sorprendido.

- Hace varias noches el bosque encantado volvió a la vida, señal suficiente para tomarla de la aparición de una nueva bruja- nuevamente los murmullos, esta vez de preocupación se hicieron presentes, al mismo tiempo que mi piel palidecía.

- Dios nos ampare- susurró la señora Salmone haciendo una señal de la cruz en su pecho.

- Me encargaré de ello Señor Esther cuenta como mi palabra.

- Jamás dudaría de un cazador tan hábil como lo es usted Señor Hopkins-hablo el viejo entre risas.

 

Mi ceño fruncí por el simple hecho de pensar que cualquier persona a mi alrededor nuevamente pasaría por el mismo camino de aquella pobre mujer, la mirada del cazador sorpresivamente estaba fija a mi dirección, era claro de imaginar que podía de estarse refiriendo a mí al ser un rostro nuevo en el pueblo, pero para ser un hombre proveniente de otro era de imaginar que no tuviese los rostros de los pueblerinos grabados en su mente. Fruncí mi ceño sin apartar la mano del rostro, me estaba mareando debido al aroma que permanecía a nuestro alrededor. Media vuelta dio sin más que decir permitiendo que los presentes se dispersaran.

 

- Pobre Señora Cornety-dijo la madre fingida -Hacía unas tartas de manzana deliciosas.

- Y de pensar que usaba brujería para hacerlas -agregó la Señora Salmone de mente hueca, pero no hay que culparla los peinados de la época jalaban con fuerza el cuero cabelludo provocándole fuerte dolor al pensar.

 

En mi rostro se dibujó una tenue sonrisa de diversión por tal pensamiento a lo que desvié la mirada de los presente nuevamente y con des fortunio que hacía pensar en una posible maldición en mi existencia, el Señor Hopkins permanecía presente a la distancia con su mirada totalmente cruzada con la mía como si acto de película o libro fanfic -Como decían las jóvenes menores- se tratase; la tenue sonrisa rápidamente se esfumó de mi rostro, mantuve con sumo esfuerzo la mirada de este sintiendo la atención de una especie de competencia entre ambos.



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En el texto hay: bruja, viajeseneltiempo, cazador de brujas

Editado: 10.05.2024

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