CAP 4: Respuestas Confusas.

Después de unos días los chicos realizaron una reunión en la casa del joven gobernante, Kaguya pudo salir de Shibusen con Maka, Soul y Crona le explicaron sobre lo moderno; al llegar a la misión los chicos demostraron que si era su madre ya que rápidamente dijo que la mansión seguía hermosamente simétrica; no hubo alcohol así que la mujer en el comenzó su historia.

Kaguya: ¿por dónde quieren que empiece? ¿por Kid? O ¿cómo conocí a Death?

Maka: de como se conocieron.

Kaguya: está bien, cuando tenía aproximadamente 16 años, yo era una chica muy apreciada a Chrona, muy tímida pero yo no tenía ningún amigo siempre estuve sola; recuerdo que estaba corriendo por mi vida en un bosque.

Comienza narracion de Kaguya

-Ya no quiero volver, mis pies sangran, quiero saber sobre la libertad.

Mis piernas se mueven solas, escucho guardias cerca, busco donde esconderme, ya no tengo fuerza, caigo en un campo abierto a la vista de todos; este es mi fin. Toco, miro, huelo el pasto verde brillante debajo mío por primera y última vez, se acercan, voy a morir. Una silueta brinca por encima mío atacando mis opresores eliminándolos, mi salvador es blanco con negro, hermoso.

Esa silueta se acerca y me carga; de mi cuerpo completamente dañado logre decir un ligero gracias antes que mi mundo se torne oscuro; regrese a la luz estando en una caliente cama, no sé cuánto paso pero estoy muy cómoda; miro a los lados encontrándome en un calabozo con puerta de metal, un escritorio de madera con una silla algo desgastada; no quiero salir de aquí, estoy relajada y caliente así volviendo a cerrar los ojos perdiéndome en mi abismo negro.

Se oyen ruidos afuera, tocan con fuerza, no me importa en lo absoluto hasta que abren la puerta de un golpe y entran 3 personas las cuales golpean mi ser y  gritan que me levante; quitándome la ropa de mi antigua prisión, empujándome en la esquina de la habitación lanzando agua helada, me visten con una túnica café; poniendo esposas en mis manos y tobillos, una cadena conectado a ellos jalando fuera de mi celda, fue bueno mientras duro.

Los pasillos son infinitos, húmedos, oscuros y  fríos; mis dedos se congelan, sin querer tropiezo, mis escoltas patean mi dañado cuerpo insensible, hago un gran esfuerzo levantándome como pude. Unos minutos de estar caminando llegamos a una gran sala donde esta mucha gente, me mira con asco y odio, un poblado entero dentro del salón y adelante un gran jurado. El juez es el Shinigami que no se percata de mi presencia, los guardias me cargan por los brazos llevándome en medio de la sala obligándome a estar hincada mientras la cadena de mis esposas la pasan entre una argolla sujetada al suelo y comienza hablar al parecer un consejero.

-señorita ¿sabe que hace aquí?

-no, solo estaba....

-¡¡CALLESE BRUJA!! ¡¡¡NO ESTA AQUI PARA OPINAR!!!, solo por ser bruja se le dará el derecho de defenderse, nosotros preguntamos, usted responde y nuestro Shinigami dará su sentencia, ¿qué hacía en la isla de brujas?

-no sé.

-¿Usted es parte del aquelarre de las brujas?

-no.

-¿entonces por que estaba en la isla?

-no sé.

-Shinigami-sama es inútil,  mejor hay que eliminarla antes que llame a sus hermanas.

Miro al juez dándome cuenta de mi salvador, que extraño que sea el mismo Shinigami, el me ve fijamente, me pone nervosa.

-Shinigami-sama, muchas gracias por salvarme, por fin veo el mundo de afuera, por usted le daré mi vida como agradecimiento.

-no es nada aunque me gustaría saber que hacía en los laboratorios.

Cuando abro mi boca para contar la anécdota se escuchan varias carcajadas y grandes estruendos.

-¡¡SON LAS BRUJAS!!

Todo el mundo grita y corre en pánico, veo como el Shinigami salió enseguida por el techo y mas estruendos se escucharon afuera, de ahí solo recuerdo pocas escenas, yo siendo un arma de gran tamaño saliendo volando de la sala dirigiéndome hacia el Shinigami, el está confuso, nosotros dos derrotando a las intrusas y yo perdiendo el conocimiento.