Ah… ¿En qué momento fue…? No lo recuerdo, ya pasó tanto tiempo desde que todo esto empezó a suceder, no tengo ni la menor idea de si esto fue algo bueno o malo, quizás haya sido la peor decisión que haya tomado o sea la mejor que pudo mantenerme de pie hasta este punto.
Mucho podrían considerarme como alguien que no habla mucho, quizás casi muda, no lo sé, todo lo que puedo decir es que no me importa tanto, por supuesto que mi forma de ser no me aleja de los demás, pero en ocasiones suelo estar completamente inmersa en mis trazos, saben, es divertido como es que de un punto se empieza a revelar un gran escenario en el que deslumbra desde lo simple hasta lo más complicado. Po supuesto que no puedo igualarme aún a esos grandes artistas, he escuchado tanto sobre algunos grandes maestros como es también que el simple hecho de considerar que soy un poco más de lo actual, suelo ver grandes dibujos que llegan a decir más de una palabra, quizás sólo ver estas escenas te pueden emocionar tanto, como enamorarte.
Sólo puedo ver como es el lugar y que un lugar en el cual pueda desarrollar tanto este talento en el país no es tan fácil. Jajajaja, si lo vemos de esta manera, será mejor que trate de mejorar todo lo que pueda y suba mis dibujos al Internet, ya que ahora todo se puede infundir tan rápidamente, pero aún no estoy segura de que ese sea el caso. No puedo tener la suficiente confianza como para poder publicarlos y ver que piensan los demás sobre esto, también trato de que los demás conozcan muy poco sobre mi gusto sobre el dibujo.
No puedo decir que tenga una herramienta en específico, ya que me gusta las diferentes combinaciones y texturas que deja cada uno de los materiales que tengo a la mano para hacer realidad mis creaciones. El sentir como esto es una obra maestra, es algo único que me deja sin aliento.
Pero, si me lo preguntan… quizás esto también es una forma en la que trato de comunicar todo aquello que no puedo con palabras. Es cierto que dije que no sé en qué momento empecé hacer esto, pero aún sé el motivo por el cual fue que terminé siendo influenciada. Todo sucedió cuando por primera vez llegue a declararme. Creí que todo sería tan bueno, tenía la esperanza de tener una respuesta favorable, pero en lo más profundo también estaba convencida de que no podría ser así, y creo que eso fue lo que hizo que terminara siendo realidad. Había escuchado por ahí que había quienes decían que puedes atraer lo que pides, así como dice “Pide y se te dará” y eso sucedió. No podía pensar en nada en ese instante, ya que me sentía tan mal, tan, tan, tan… pero ¡¡Tan mal!! Que ni siquiera podía derramar una lagrima. Posiblemente haya sido mejor llorar, aunque digan que eso es de cobardes, ahora creo que también es algo que alguien debe de hacer, ya que si no lo hace podría ser que no logre sacar todo eso que siente en lo más profundo de su ser. Quizás pueda decir que era como si no me puse las pilas para lograr conseguir esa respuesta, un noviazgo…
Después de eso, creo que logré pasarlo de alguna forma, luego, después de ver los dibujos en artes plásticas y practicarlo tanto, fue que me empezó a llamar tanto la atención, además de que podía ser la única forma en que pude conseguir llamar la atención de ese alguien especial, pero que al final no cambió nada como para que pudiera volverme a declarar o algo.
Los dibujos eran diferentes, ya que ahí descargaba mi ira, mi tristeza, mi felicidad, y mucho más. Es por eso que también me divertía tanto en esos simples trazos. Pero… aunque empecé hacerlo cuando estaba en básico, cuando aún me decían que era una güira, una patoja, en diversificado, cuando estaba estudiando mi carrera, me siguió fascinando y cada vez dibujaba mejor y me sentía más feliz cuando lograba terminar uno nuevo.
Pero, desde ese momento en que todo parecía haber terminado bien, de un momento a otro todo cambio, en realidad no podría decirlo así de simple. Ya que todo esto puede ser alguna clase de magia, o quizás pueda que sea algo más, no lo sé… pero toda esta diversión que tenía en aquel entonces, de pronto empezó a sentirse como algo muy rutinario y bastante difícil de lograr comprender. No podía ni sentir ni la más mínima pasión o alegría que sentí en una vez. Sólo puedo sentir que un vacío fue lo que se apoderó de mi en todo mi ser.
Quizás sea que me di cuenta que en realidad todo lo que pensé una vez que era lo mejor, no era nada más que una mentira más que no tendría ni la más mínima razón para poder actuar como una excusa más en el cual me escondí por tanto tiempo sin siquiera lograr salir de esto, hasta que al fin me empecé a dar cuenta que todo esto está mal y no debería de seguir haciéndolo más.
Pero, un día, cunado todo mi mundo parecía haberse caído en una profunda oscuridad, todo fue cambiado de un momento a otro. Mientras la lluvia caía sin mostrar en ni un momento que llegase a parar, de pronto sentí que todo volvía a obtener alguna clase de color. Andaba usando unos audífonos, bueno, debo de decir que tampoco es como si tuviera alguna de clase y buena marca, más bien, era de esos que podías conseguir por quince quetzales si lo negociabas, incluso hay otras más baratos que hasta tres quetzales podían valer o cinco quetzales pero en realidad no me gustaba el como se escuchaban esos, así que prefería los de quince o veinticinco que me quedaban mejor y reproducía mi música a la perfección, bueno no seamos tan engreídos, eran lo suficientemente decentes para su valor. Bueno, empezó que estaba lloviendo y yo andaba escuchando una canción un poco tranquila, cuando de pronto tomé mi lápiz y, en una hoja de mi cuaderno de dibujos, empecé a trazar sin siquiera sentir nada en ese instante. Era como si me hubiera sumergido por completo y no podía ni pensar en nada, no lograba seguir pensando en nada de lo que sucedía a mi alrededor. Esto era algo que no sentía desde hace tanto tiempo. Cada trazo que hacía era llevado por mi concentración tan bien que podían pasar cerca de mí y no me daría cuenta en lo absoluto. Todo lo que tenía en mi mente era… nada. Nada pasaba por mi mente, era como si se hubiera vaciado por completo y no tuviera que pensar ni sentir nada, pero a la vez lo podía sentir todo.