—¿Su esposo le hacía eso?—Me pregunta mirando las fotos con los ojos abiertos.
—Estaba loco y todo ahora se conecta Jonas. La mujer del muelle, el abandono de mi hermana y...—Me callo de repente.
—¿Qué?—Abro los ojos y lo veo con pánico
—Él es el hombre—Jonas tapa su boca—El hombre que ha estado atormentandonos es...
—El esposo de tu hermana
Ambos nos quedamos en silencio.
—Pero ¿Cómo es posible? Tuvo un accidente y falleció. Tú fuiste a su entierro—Niego.
—Pero nunca lo vimos—Mierda—Dios... mi hermana mostró una cara ante todo el mundo, pero vivía en el mismo infierno. Vivía con el diablo—Me acomodo en la cama revisando nuevamente los documentos—Y tengo una teoría un poco loca.
—Te escucho
—¿Y sí el esposo de mi hermana fingió su muerte para cobrar una especie de venganza porque ella lo denunció?
—Sophie no tiene sentido ¿Por qué tu hermana entonces lloraría por alguien que no está muerto en pleno entierro? ¿O por alguien que le hacía la vida girones?
—¿Y sí alguien se hizo pasar por él?
—¿Quién en su sano juicio aceptaría que lo mataran?
—No que lo mataran, sino que suplantara su identidad el día del entierro—Jonas sacude la cabeza en un gesto negativo y yo me tallo los ojos—No sé, todo es muy confuso ¿Vale?
—Algo no me cuadra—Dice Jona parándose—A ver, pongamos la información en orden primero. Tu hermana se casó con Marcus Redd. Un hombre al que amaba y añoraba o eso era lo que ella te decía ¿No?—Asiento—Tal vez le hacía creer a todo el mundo que lo amaba y que la hacía feliz por miedo a alguna represalia en su contra. O tal vez si lo amaba antes de que todo el martirio empezara—Se pasea por el cuarto como un auténtico detective—Pero cuando las amenazas y los golpes llegaron, ella de una manera un tanto masoquista, recopiló las evidencias para poder entregarselas a la policía y dejarlo al descubierto. Tenía ya todo a la mano; la solicitud del divorcio, las fotografías e investigó acerca de su trastorno ¿Cierto? Y cuando lo denunció, él de cierta forma retorcida la retuvo y... Joder.
—¿Y qué insinúas? ¿Crees que le haya hecho algo a mi hermana?
—No estoy seguro—Me mira—¿Tú hermana se despidió físicamente de ti y de tus padres? ¿O lo hizo mediante llamada de teléfono?
—No. Ella no se despidió de nosotros en persona. Ella sólo dijo que se iría a otro lado a vivir.
Otro silencio.
—Tienes que llamarle a tus padres, ahora—Jonas me mira nervioso.
—Pero...
—Sophie, existe la posibilidad de que ese sujeto haya matado a tu hermana, por favor, llamale a tus padres—Lo miro entrecerrando mis ojos pero así lo hago.
Llamo a mis padres.
Un timbre... Dos timbres... Tres timbres...
—Hola ¿Sophie cariño? Oh mi vida ¿Cómo estás?—Pregunta mamá al otro lado de la línea. Me quedo callada reprimiendo el sollozo que se forma en mi garganta—Amor ¿Todo en orden?
—Hola mamá ¿Cómo están?—Espero por su respuesta
—Bien cariño. Tú padre acaba de llegar a casa del trabajo ¿Quieres hablar también con él?
—Eh... No mamá, no es necesario. Solo te llamaba para saber sobre mi hermana—La línea se queda muda—¿Mamá?
—Aquí sigo hija—Suspira—No puedo decirte nada de Paige
—¿Por qué?—Me altero
—Porque hace meses que no sabemos nada de ella—Todo se me paraliza al instante.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Que tu hermana no ha llamado, no ha escrito y no ha mandado nada cómo lo había estado haciendo. La última vez que la escuchamos dijo que iría a su antigua casa por unas últimas cosas—Mi corazón deja de latir.
—Bueno, gracias mamá. Solo quería saber cómo estaba. Ya me intentaré comunicar con ella de otra manera. Cuídense mucho y le mandas un saludo de mi parte a papá.
—Por supuesto cariño. Por favor, si localizas a tu hermana dile que se comunique, estamos preocupados.
—Se lo haré saber si la encuentro mamá—Le digo con un gran nudo en la garganta—Nos vemos luego.
—Cuídate cariño—Corto la llamada
<<No...>
Se me rozan los ojos.
Paige regresó.
Regresó a la cabaña.