Abro los ojos en cuanto escucho un auto acercándose a la casa. Supongo que Archie y Kamron regresaron finalmente. Archie tuvo una reacción similar a la que había imaginado, en cambio, Kamron pareció enfadarse y después de haber corrido detrás de su hermano, no me pareció prudente detenerlo.
Escucho las voces de los hermanos Rain, mientras ingresan en la casa. La puerta abierta de la habitación de Kamron me permite escuchar con claridad la conversación.
- ¡Detente, Archie!
Kamron suena preocupado, por lo que trato de levantarme de la cama y averiguar lo que está sucediendo.
En cuanto mi pecho se levanta de la cama, la tela de mi vestimenta cae, dejándome desnuda de la cintura para arriba. Recuerdo que Kamron tuvo que cortar la tela que cubría mi espalda y supongo que eso provocó que la parte delantera cayera.
Mi mirada recae por una fracción de segundo en mi nueva anatomía y me sorprende si propio cuerpo, sin embargo, enfoco mi atención de regreso en Kamron y Archie y consigo ponerme de pie con esfuerzo.
Tomo una de las cobijas de la cama de Kamron y cubro mi espalda y pecho con ella. Me aseguro de sostener firmemente la tela para evitar algún accidente donde pueda caerse y dejarme expuesta.
Con cada paso siento punzadas de dolor en mis heridas, aunque trato de ignorarlas para llegar hasta la sala de estar, donde encuentro a los hermanos.
- ¿Qué sucede?
El primero en regresar a ver en mi dirección es Kamron, quien se apresura en llegar hasta mí con una expresión de enojo en su rostro.
- ¡Tú!
Me señala con el dedo cuando se encuentra a dos pasos de distancia. No entiendo lo que está ocurriendo, aunque tengo una teoría.
- ¿Yo?
- Por tu culpa, mi hermano quiere convertirse en sacerdote o algo parecido.
Dirijo mi mirada hacia Archie, quien se encuentra sentado en el sofá con varios objetos en sus manos, incluido un rosario y un par de velas de color blanco.
- Arlynne. Mira lo que compré.
Me dirijo hacia Archie y me acomodo a su lado en el sofá. Varias bolsas de plástico se encuentran esparcidas en el piso. Puedo notar varias imágenes impresas a un costado del sofá y dos rosarios más en la mesa frente a nosotros.
- No estaba seguro de cuál imagen se parecería más a Dios. Así que compré varias para que me digas cuál debería colgar en la pared.
Regreso a ver a Kamron para pedirle explicaciones, sin embargo, no hace falta que pregunte nada al respecto, ya que inmediatamente empieza a relatar lo que sucede.
- Esta mañana Archie condujo hasta la primera iglesia que pudo y le pidió al sacerdote que le explicara acerca de su religión. Empezó a gastar dinero en todo eso y en el camino de regreso hablaba sobre convertirse en sacerdote.
Kamron suena molesto, aunque puedo notar que se siente preocupado por su hermano.
- Solamente quiero ir al cielo, Kam.
No es difícil deducir que Archie se siente temeroso por lo que le depara el futuro, en especial lo que ocurrirá después de su fallecimiento.
- Escucha Archie…
Tomo los objetos que Archie sostiene en sus manos y se los quito para colocarlos en la mesa de centro.
- Nada de esto es necesario. A papá jamás le ha importado cuáles son tus creencias.
Mi confesión lo sorprende, aunque espera pacientemente a que continúe.
- Lo importante siempre ha sido tus acciones. Si no albergas odio en tu corazón, eso te convierte en una buena persona.
Archie regresa a ver a las imágenes impresas por un segundo, antes de voltear a verme.
- Entonces, ¿ninguna de esas imágenes en Dios?
- No, y tampoco importaría si lo fuera. Papá solía decir que los humanos ganarán el Hortus Dei siempre y cuando durante su estadía en la tierra fueron buenas personas.
- ¿Hortus Dei?
- Es decir, el cielo. El lugar donde los humanos van después de fallecer.
Archie no parece convencido con mis palabras, por lo que recurro a darle algo en que pensar.
- ¿Tú crees que papá nos enviaría a proteger solamente a los humanos que creen en él?
Archie analiza mi pregunta por dos segundos antes de responder con un poco de recelo.
- Supongo que no.
- Exacto. Papá nos envía a proteger a todos los humanos que nos necesitan. No importa que religión profesen o si es que profesan alguna religión o no. Nada de eso importa. Si eres buena persona y tomas buenas decisiones, entonces te ganarás un espacio en el Hortus Dei.
- ¿Qué debo hacer para convertirme en una buena persona?
- ¿Has insultado o golpeado a una persona por motivos egoístas?
- No.