La carrera del viento

05. PRIMERA CITA

ALISON KENT

 

“La soledad es muy hermosa, cuando se tiene alguien a quien decírselo.”
Gustavo Adolfo Becquer.

 

 

El timbre suena una y otra vez. Estoy a escasos metros de la puerta pero no me levanto,  por lo que sólo lo ignoro cerrando los ojos, fingiendo dormir.

 

— ¿Eres sorda, Ali?

 

—No Cassia, soy perezosa —Le respondo aún con los ojos cerrados.

 

—Tu pereza te llevará a lo peor, querida.

 

—Bueno, por lo menos me llevará y no tendré que caminar.

 

Escucho un sonoro resoplido y pasos alejarse.

Cassia intercambia unas palabras con alguien y luego total silencio. Después escucho que Cassia se aproxima hacia mí.

 

—Pequeña, es para ti. Levanta tu trasero y ve a atender.

 

Si no hago lo que dice seguirá insistiendo, prefiero levantarme. Cuando llego a la puerta con todo un discurso ya preparado para que se marchen, se me seca la boca al ver que es Colton quien está parado. Esperándome.

 

—Noche difícil ¿Eh?

 

¡Rayos! Seguro me veo mal en pijama. Él está condenadamente atractivo con jeans azul y playera blanca. ¡AGGHH! ¡Maldito! ¿Cómo se atreve a aparecerse aquí tan... tan perfecto?

 

—Algo así ¿Qué haces aquí?—Me encojo de hombros

 

— ¿Ese es como tu saludo de siempre? ¿Cada que nos veamos preguntaras lo mismo?

 

Me encojo de hombros, porque ni yo misma se por qué siempre pregunto lo mismo.

 

— ¿Lista para irnos?

 

¿O sea, mande?

 

— ¿Irnos? —Pregunto un poco nerviosa.

 

—Sí, irnos —Me lo repite como si fuera retrasada —. Ayer tuve que irme, por lo que no llegamos a un acuerdo. Pero como soy una persona muy buena, te daré otra oportunidad. Así que andando, vámonos.

 

—Bueno, no estoy lista —Digo aún más nerviosa subiendo un pie descalzo al otro.

 

¡Alison, deja de actuar como una niña!

 

— ¿No estás lista? —Pregunta sonriendo abiertamente.

 

¡No tonto! No estoy lista.

 

—No —Digo recobrando la confianza.

 

—Vale. Te espero, pero procura estar lista hoy.

 

—No me presiones —Hago un gesto con la barbilla para indicarle que pase —. Pudiste haber hablado al móvil hace una hora y no estaríamos teniendo esta conversación.

 

—Qué bueno que no lo hice —Tiene una sonrisa burlona en su rostro. Pasa con mucha confianza y se dirige a la sala de estar como si ya conociera la casa de memoria.

 

Lo sigo e inconscientemente le miro el trasero. Se sienta con mucha gracia donde yo, momentos antes, estaba acostada.

 

— ¿Quieres algo de tomar?

 

—Estoy bien, gracias —Separa ligeramente las piernas y recarga un brazo en un cojín.

 

Por unos momentos nos quedamos mirando el uno al otro. Yo, parada como tonta, mirándolo nerviosa, esperando que diga algo. Él, sentado con gracia y elegancia sonriendo cálidamente, esperando que haga algo. ¡Cierto!

 

—No tardo —En cuanto digo eso, camino con tranquilidad a las escaleras, pero cuando estoy segura que no puede verme comienzo a correr escaleras arriba como si un león estuviese persiguiéndome.

Soy muy buena para actuar bajo presión.

Camino hacia el baño y aplico poco maquillaje, si quiero un buen maquillaje tardaré demasiado. Cuando he terminado miro mi cabello, me hago un moño alto y desordenado. ¿Qué? Es lo mejor que puedo hacer con poco tiempo. Cuando llego a mi armario comienza el problema ¿Qué debo usar? No puedo usar falda, porque significa que le estoy coqueteando. Unos jeans serían perfectos pero ¿Y si vamos a un buen restaurante? Podría usar un vestido pero ¿Formal o casual? ¡AHGG!¿Y si vamos a una feria o si tiene moto y no auto? ¿Qué hago? Usaré unos jeans negros. Espero que esté bien, quizá con unos flats o tacones. Unos tacones bajos de botín bastarán. Y una blusa blanca, así me veré fresca y combina muy bien.

Ser mujer es un trabajo duro, pero es un arte.

Cuando estoy más o menos presentable bajo a la sala de estar y ahí está él.

Me aclaro la garganta y él levanta la cabeza y me mira. Se limita a mirarme y no hace más que mirarme.

 

—Veo que ya estas lista —Dice mientras se pone de pie y camina hacia mí, dejando dos pasos de distancia.

 

—Antes de que nos vayamos, ¿Puedes decirme a dónde vamos?

 

—No —Se encoje de hombros.



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En el texto hay: joven adulto

Editado: 05.03.2018

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