La carta que no envie

Falsas esperanzas

- Había pasado un mes desde la primera vez que nos vimos, en ese lapso solo lo volví a ver cuando fui a buscar a Dalia, pero creo q el no me vio, la verdad a mi no me molesto pues para mí con solo verlo aunque fuera de lejos me hacía feliz, como una carga de energía para seguir adelante; En el colegio tenia algunos pretendientes, creo que era media popular entre los chicos, aunque ninguno de ellos me interesaba, el saber que alguien se fijaba en mi me hacía felz, pues el saber que no era indiferente para alguien me daba esperanzas de que algún día Santiago me notaria, aunque la verdad sentía que eso era más como un sueño.

- Emma, recuerdas a Santiago, bueno me pregunto por tí que te a visto un par de veces pero que no se ánimo a saludar, no sabia si lo recordabas, le di tu número por qué me lo pidio por si te llama no te tome desprevenida.

_Creo que Dalia sabia que el me gustaba aunque no me ánime a decirle pues sabía que eran amigos, no quería pasar la vergüenza de ser rechazada y ella estuviera en medío de los dos poniendo la en una situación difícil._

- CLARO!!! jajaja digo si lo recuerdo no hay problema cuando el me hable no me tomara desprevenida ( con una sonrisa de tonta en toda mi cara)__

En ese momento sentí como si podía respirar de nuevo, la presión que sentía en mi pecho desde la última vez que lo vi se había desaparecido, pense que jamas escucharia su voz de nuevo, me senti bendecida como si el cielo estuviera a mi favor. Pero ahora me sentía mas nerviosa que antes, me preguntaba si el me llamaría, quería qué el me hablara lo mas rapido posible, quería verlo de nuevo, sentía qué quería salir corriendo hacía el y gritarle "AQUI ESTOY MI CORAZÓN TE PERTENECE"; Pero solo espere, como una cobarde guarde mis sentimientos, el miedo a su rechazó era más fuerte, preferí aferrarme a ese pequeño pedazo de esperanza.

Los días pasaron no volví a saber de el, el clima cambio, una nueva estación llego, el otoño arrebataba esas hojas que un día danzaban frente a los dos, los árboles perdían poco a poco sus hojas al igual que yo perdía poco a poco la esperanza de volver a verlo, la felicidad que sentí cuándo me entere que el pensaba en mi, era la misma tristeza qué estaba empezando a sentir al ver que estaba siendo olvidada.                                           Un día llego Dalia a mí casa con la noticia que el papá de Santiago tuvo un accidente y Santiago tenia que ir a casa de su mamá, la cual era en otro estado, ese día sentí como un balde de agua fría, sentía como si mis piernas quisieran salir corriendo a el y abrazarlo y decirle lo que sentía por el, pero como siempre el miedo al rechazó se apodero de mí, me quede quieta, como una cobarde volví a tragarme mis sentimientos.

_En ese momento me dije a mí misma que lo dejaría en el pasado, que tenía que olvidar lo que sentía por el, que solo quedaría como un recuerdo,tenía que seguir adelante como todos siguen adelante despúes de perder a un ser amado, que aunque el no esta a mí lado sera feliz donde sea que el este, poco a poco quedare en el olvido de sus recuerdos así que sere feliz y lo olvidare.




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