La casa esta vacia

el agua de la laguna

El agua de la laguna.
“Si pudiera ser una persona, seria ella”, pensó el agua de la laguna de nuevo,
mientras estaba allí, estancada y estática, dejando que solo los patos
fueran una compañia real para su soledad.


El agua de la laguna.

 


La apreciaba siempre sonriente, rodeada de personas, de aplausos. Laapreciaba moverse con libertad, ¡Oh, a ella le encantaría eso también! Apreciaba su belleza, su cabello oscuro siendo acariciado por el viento, su poca tímidez al expresar lo que pensaba y su carisma.


El agua de la laguna.

Tenía envidia, sí. Ese sentimiento le carcomía desde el alga más pro-
funda hasta la superficie. Ella también quería tener piernas para sentir la textura del pasto, ojos para apreciar y comunicar alegría, boca para cantar las mejores de las melodías que oía a diario, manos para acariciar con delicadeza a los que amaba, quería una voz para expresar lo que
sentía. Quería tocar, sentir, amar.


El agua de la laguna.


La observaba siempre risueña, siempre haciendo algo que seguramente
se llevaría el aprecio de muchos, ¿qué tenía ella en su lugar? Agua calma,
verdosa e insipida. Estaba rodeada de matorrales espesos, de árboles
poco decorativos. Ella no tenía flores adornando su pelo. No podía
ofrecer más que eso, no tenía aquel encanto mágico que rodeaba a
aquella mujer.

 

El agua de la laguna.
Ella rogaba ser esa mujer, poder intercambiar de lugar, y alguien más
rogaba convertirse mágicamente en una parte más del agua de la laguna.



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En el texto hay: amor, decepción, crecimiento

Editado: 27.12.2021

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