La Cazadora

Ali mi supuesto prometido

— Por Hades moriré con una chica de las mil noches — Ali me gritaba en la cara, tomándome las manos sin dejarme mover, respiraba aceleradamente mientras yo lo hacía lentamente, sabia en lo que había metido a Ali y si por alguna razón no tenias dominio de ti, por el sobresalto de estar encerrado te asfixiabas poco a poco.

— Cállate estúpido y si no te quieres morir como un pendejo tranquilízate — le mire mientras él me soltaba las manos, para halarme hacia él tratando de asfixiarme con una mano en la boca y otra en el cuello, sinceramente eso no lo había pensado; trate con las manos de separarme de él pero era imposible.

— Ya que vas entendiendo, aquí el que manda soy yo, así que por consiguiente tú te quedaras muda sin decir nada o las consecuencias serán peores — le mordí imaginando que me iba a soltar pero no lo hizo — Te dije que te quedaras tranquila — me dijo mientras me soltaba la boca y con la mano me daba una bofetada

— ¡Hey yo me quedo tranquila suéltame! — dije con voz ahogada, mientras él me soltaba

— ¿Cómo se supone que mi padre quiera que me case contigo? — me miro mientras yo recuperaba el color

— No lo sé, yo tampoco deseo… — antes de proseguir me interrumpió—

— ¿Quién te dio permiso para hablar? Te dije que te quedaras muda  eres una idiota e ilusa que piensa que yo, el hijo de Aithjros, me casare con semejante porquería — hablo halándome de el cabello — por favor no te creas tanto que no lo eres — me dijo susurrándome al oído de forma muy creida.

Mi cuerpo ya no aguantaba más, había tratado de controlarme todo este tiempo para no dañarle a pesar de todo era el tío de Sullivan y quería que me explicaran varias cosas, pero realmente ya no podía seguir así.

— Suéltame Ali, es la última vez que te lo voy a pedir — mi voz sonaba recia y fuerte

— ¿Es qué todavía tienes fuerza para hablarme así? — Me dijo mientras su cara volvía a la normalidad — aunque pensándolo bien, estas jodidamente sexy para jugar contigo — me miro de forma muy sádica

Esa fue la gota que reboso el vaso, sentir sus manos tocándome las piernas hizo que explotara, mi cuerpo estaba ardiendo literalmente estaba cubierta de fuego, mientras mi adrenalina hizo que la burbuja estallara, Ali salió disparado, tropezando con el estante de la sala, se volvió a levantar mirándome entusiasmado, casi me parecía ver a Djafar en el cuerpo de Ali.

Llegué hasta donde estaba mientras apagaba el fuego a mí alrededor

— Que pequeño es el mundo hace unos minutos pensabas que yo te temía y ahora el temeroso acá sos vos — sonreí de lado a lado mientras observaba a Ali levantarse con su corazón acelerado, yo lo sabia podía escuchar sus latidos de forma impecable.

— Yo a ti no te temo eres insignificante para mí y pelear contigo seria una perdedera de tiempo — me tomo de el cuello alzándome y para mí esto se estaba tornando muy divertido hice que de mi cuello brotaran espinas de metal, las cuales se clavaron en las manos de Ali— Maldita sea ¿qué hiciste? — dijo mientras separaba sus dedos de las espinas

—Tú lo dijiste, yo soy insignificante para ti, mira como brota la sangre de tus dedos — toque con mis manos la sangre de sus manos y sonreí ampliamente mientras se quejaba de dolor

— Puede que te haya subestimado, pero no lograras nada conmigo, tus encantos y tu forma de seducirme es innecesaria — no entendía por qué razón él seguía creyendo que yo quería casarme — ríndete

— Ja ja ja — rei sarcásticamente — por favor como crees tú que yo me voy a fijar en ti, pensé que eras un poco inteligente ya veo que eres un tarado que piensa en sí mismo, que banal eres — me agache donde él estaba — Ven intenta asesinarme hazlo no hare nada — le tome el brazo mientras lo colocaba en mi cuello —

— La estas poniendo muy fácil hündin[1] — me apretó el cuello mientras lanzaba mi cuerpo al aire, me alcanzó en el techo e intento lanzarme con fuerza al piso pero le fue imposible no me podía mover — ¿Qué demonios eres? — su voz se cortó un poco — ¿Por qué diantres tienes los ojos de colores? ¿Por qué pesas tanto?

— Tu dijiste que ibas a hacer conmigo lo que quisieras aun estoy esperando por ello — baje del techo y me senté en el piso tranquilamente, mientras Ali bajaba y se me acercaba lentamente — Ven, aunque no te puedo decir acércate que yo no muerdo porque realmente lo hare —

— Ya entiendo porque mi padre quiere que me case contigo, pero mierda casarme contigo seria condenarme a la muerte — me acerque a él mientras sacaba de mi mano una daga, literalmente mi mano se abría para dejar salir una daga, pese a que esto era extraño no estaba ni un poco preocupada, era como si mi cuerpo supiera que era lo que debía hacer

— A ver, a ver, Sr Ali Klaus veamos ¿cómo me va entendiendo?, quédese tranquilo que esta es mi primera vez — un sentimiento de éxtasis me daba ver su cuerpo rígido, intentando parecer valiente, pero al mirar sus ojos darme cuenta y observar que estaba muerto de miedo




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