En la noche.

El olor del cigarro y las letras que me acompañan, saben de lleno lo que guardo en mis adentros. Siento que no estoy sola pues en la noche tengo muchas compañías. 
La neblina es una de ellas. Los grillos y luciérnagas me estremecen con sus dulces voces. El frío me abraza y me acoge entre sus vientos. Y así se sigue hasta casi amanecer, pues le tengo pavor a el comienzo del día, salen la angustia y la soledad, es ahí donde me acechan. 
No me siento superior a nadie, pero ninguno de los entes vivientes me brinda su mejor compañía, al menos sé que en la noche estoy segura y puedo ser quien realmente soy. 

Como una vez alguien me dijo, -la noche es cómplice de los amantes nocturnos-. Quizás por esta razón, yo adoro la noche y creo que ella de igual manera conmigo...