La chica de las alas negras

Capitulo 1

Se dice que a media que el tiempo avanza, la historia pierde su esencia, son los poderosos y sus intenciones la que moldean y las personas del común solo oímos y nada más.

400 años después

Una noche María se despertó empapada en sudor, había tenido muchas noches pesadas desde que había llegado y tan solo llevaba tres semanas ahí, aun quería salir corriendo, se sentía fuera de su zona de confort, otro idioma, otro clima, otras costumbres. El estar tan lejos de su país la hacía sentirse vulnerable como un ratón en una habitación con gatos, algunos la miraban con esos ojos de desprecio y se atrevían a lanzarle zarpazos y perseguirla sin dejarla en paz.

Se levantó de su cama no creyó conciliar el sueño una vez más, así que prendió la lámpara de noche que estaba en una mesilla entre las dos camas del dormitorio; su compañera Vera aun no llegado, había salido con Fernando Alves al Unión Bar, el estuche de violín estaba recostado contra la cabecera de la cama; pensó en tocarlo siempre la calmaba, pero sabía que esta vez no podría hacerlo a los estudiantes se les prohibía tocar después de la 9 p.m. para salvaguardar el descanso de todos. No sabía la hora exacta pero ya eran más de esa hora. Abrió el primer cajón de la mesilla y saco su celular eran las 11:46 p.m. no tuvo más opción que quedarse a analizar su situación

Era Latina, colombiana más exactamente, había llegado allí por una beca en Estudios musicales y de composición, del Colegio Británico de Música era una de los 20 estudiantes del selecto programa internacional de becas. Según se había enterado a horas de su llegada había 2 mexicanos, 2 brasileños, 2 coreanos, 3 japoneses,2 estadunidenses, 2 rusos, 2 africanos, un italiano, un francés, un portugués, un chileno y un colombiano; ella.

El día que recibió la confirmación fue la persona más feliz del mundo, hacia un mes se había graduado de Música en conservatorio de una universidad pública de su país, El profesor Martin en su último semestre le había señalo la posibilidad de hacer su maestría gracias un programa de becas que ofrecía el Colegio Británico de Música. Se postuló en Embajada Británica. Hizo su audición vía Skype creyó que no le fue bien. Se resignó, empezó a buscar trajo, pensó en volver a la Filarmónica, en dar clases de violín, pero aún no se graduaba cunado lo hizo permaneció en casa durante un mes ayudándole a su mamá con el negocio de comida rápida y llevando y trayendo a su hermanita del colegio a la casa. Un día antes de su cumpleaños reviso su correo electrónico, para su sorpresa había sido aceptada y tenía dos semestres para tomar el cupo y realizar el pápelo correspondiente, el siguiente semestre empezaría en septiembre.

Todo el esfuerzo que realizo desde hacía doce años daba frutos, recordó que la primera vez que vio a alguien con un violín fue en una estación del trasporte público, estaba de la mano de su padre, cruzaban un túnel y vio a un muchacho de rastas que tocaba un instrumento parecido a una guitarra, pero lo lleva en un hombro le dio gracia porque usaba un palo para producir sonio, era un sonido maravillo se colaba entre todo el murmullo de la gente que caminada desparramada de un lado a otro, se guio por el sonido y se soltó de la mano de su padre; años más tarde descubrió que pieza que toca el chico era un cover de  Piratas del Caribe. Siempre la melodía en la mente no fue hasta que vio la película que lo descubrió.

En ese momento entro su compañera de habitación, interrumpiéndola de sus pensamientos una brasileña hermosa, pequeña de ojos grandes cafés y pelo negro lacio hasta los hombros, tal vez digna de una corona de un reinado de belleza, pero ella había elegido volverse una prodigio del piano; según le conto la primera vez que toco un piano fue a los 3 años en casa de su abuela Susana, su abuelita le enseño durante dos años, y luego la escribieron en una academia local. Fue escalando de a poco y llego a dar un recital de solista en el Grande Auditorio de São Paulo.

Se tambaleaba un poco, pero estaba feliz, María supuso que se había pasado de tragos, traía el lápiz labial salido de la comisura de sus labios, para sus adentros María supuso que le había ido muy bien con Fernando, había mucha química entre ellos desde que hablaron la primera noche en la cafetería.

–Fue maravilhoso –suspiro al tirarse boca abajo en su cama; con un marcado acento típico que deja el portugués cuando se habla español –Me hizo esperar mucho por un beso.

–Se nota – respondió María en tono sarcástico que hizo que su compañera levantara la cabeza, y la mira con desconfianza se preguntaba ¿Qué hacía despierta a esa hora? Pero no pregunto nada en cambio afirmo:

 –Fue un caballero – dijo Vera con una sonrisa que María pensó era de un idiota que no correspondía a ella y que solo era producto de los tragos de más sumado con la descarga de haber besado a su pretendiente – Solo nos exedimos un poco por el alcohol, nunca me ha faltado al respeto nunca; chegou a um ponto que eu não negó. Nunca ha llegado a ningún punto que yo no le permita. Fue nuestro primer beso.

–No lo sé Vera, todo hoy en día carece de valor porque cae en la banalidad de la modernidad en especial el acto de la conquista y sobre todo cuando se está borracho.

–Oh vamos lá você é muito mau –respondió Vera, pero rápidamente recordó que las lecciones de portugués no habían avanzado tanto– No seas tan mezquina con el tema. Su acento era en serio muy marcado; habla tres idiomas, portugués, inglés y español. El ultimo lo suficientemente bien como para comunicarse con su compañera.



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En el texto hay: magia, musica violin, romane y amistad

Editado: 30.03.2021

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