Prólogo

Blue

Desde que no estás he comprendido muchas cosas. He aprendido del dolor y de la vida. Del amor y el olvido. He aprendido lo que dejaste y lo que te has llevado. Habernos despedido no fue más que otro inicio en la vida de ambos. En el tiempo que transcurre después del final de nuestra historia.

Me di cuenta que tal vez, en realidad, él y yo no hubiéramos podido ser felices en ninguna realidad alterna. Porque siempre acabaría mal. Tal vez en alguna otra dimensión no sólo nos amamos sino que también pudimos estar juntos. Pero no todo es como lo soñamos. En otra parte de este mundo decidimos amarnos, pero amarnos mal o al menos yo lo hacía, porque podríamos cambiar nuestras circunstancias pero jamás lo que somos en esencia. 

Yo no iba a salvarlo y él no iba a quererme. No se puede arreglar ni en escenarios distintos. Porque desde el principio ha estado determinado que solo seríamos lecciones en el camino. 

Si me hubieran dicho todo lo que me esperaba en definitiva no lo hubiera creído, pero ahora aquí de pie en mitad de mi habitación me doy cuenta que esa negación de aceptar las cosas fue lo que me trajo a este punto y gracias a ello aprendí a soltar, aunque eso implique romperme y armarme un poco cada día. Me hubiera gustado no hacernos tanto daño. Hubiéramos podido tener tanto, pero lo hicimos mal. Todo mal. Ni te culpo ni me culpo. Los dos hicimos cosas que no debimos haber hecho. Solo pienso en cómo todo hubiera podido ser más sencillo, si tan sólo no hubiésemos tenido la mala costumbre de complicarlo todo.

Si yo te contara todo lo que ha cambiado en mi vida desde que no estás, todas las despedidas, todos los cambios, todos los inicios. Le pedí tanto, tanto, tanto al universo poder estar contigo que nos brindó la posibilidad. Y luego la arruinamos nosotros. Y eso me demostró que la vida si me otorgó lo que quería, sin embargo, las cosas solo estaban destinadas a otorgarse, pero no a funcionar.Y que eso ya no fue el universo. Fuimos nosotros. Soy completamente diferente, mi vida es tan diferente a como la conociste. Ya no formas parte de ella, claro, pero en mi imaginación, cuando nos encontramos, yo te cuento de ella. Te cuento que me he pintado el cabello por primera vez en mi vida, en el color que me hace sentir tan bien, que tuve que despedirme de cosas que amaba con locura, pero que hoy su recuerdo me da paz a pesar del dolor. Contarte que voy a mitad de la carrera y no tienes idea de la emoción que me da acercarme cada vez más a la esencia de lo que estudio, escribo mucho, aunque eso no es novedad, tengo amigos maravillosos, amigos que nunca llegaste a conocer, ahora trabajo ¿Qué loco no? 

Eso si que no lo sabías, me quiero mucho, mucho más que nunca antes, mi cuerpo también ha tenido cambios. Ha cambiado hasta mi forma de ver las cosas, de apreciar el amor, ya no soy aquella niña que conociste que se conformaba con cualquier cosa que le dabas, cualquier migaja de cariño. He cambiado tanto, de tantas maneras, que tal vez  no alcancen las palabras para describirlo. Y claro, en el cambio también te fuiste tú, aunque, en realidad, ya te habías ido. Pero entendí por qué, y te solté, dejé de culparme por haberte amado tanto sin recibir nada. Y te saqué de mi vida. A raíz de haberte soltado mi vida dio un giro de 180° grados, de manera increíble y bonita. Si yo te contara, te quedarías asombrado de lo que soy capaz de hacer cuando conozco mi valor, y cuando no dejo que ni tú, ni nadie, me vendan la idea de que no merezco todo lo bonito que sueño.

Un montón de situaciones me trajeron acá, creo que ya perdí bastante y no quiero seguir haciéndolo, tengo que aceptar, las cosas cambian las calles la gente y los pensamientos, el mundo es una ruleta, te van a dejar al azar, ya no es lo mismo de antes y no termine siendo yo, mi mente está nublada, perturbada, corrompida, se que los momentos vividos siempre van a estar acá, aunque estemos en otros lugares y en otros momentos siempre algo queda, la noche se hizo silenciosa cada rincón se empieza a apagar, algún consejo al aire es un suspiro necesario en tiempos de soledad, se que no es mi imaginación tampoco una locura, por quedarme callado y no intentar luchar por mi propio ideal, fue en cuestión de segundos que todo estallo adentro mío. Intenté comprender cada situación, el viento me pega en la cara y de alguna forma es la única caricia que termina sacudiéndome.

Al final del cuento tú terminaste por arrastrarme a la oscuridad, y luego me soltaste, dejándome sola. Y yo me quedé en la nada, con el corazón roto y la vida revuelta esperando una explicación, una disculpa, cualquier cosa, algo que me demostrara que al menos un día que realmente me habías elegido por amor y no por costumbre. Soy una sobreviviente de tu amor, o de que en realidad, nunca me amaste. Y si un día lo hiciste, lo hiciste mal. Porque yo te lloré tanto, te extrañé tanto, hasta que vi el pasado en perspectiva y me di cuenta que siempre estuvo mal...Siempre lo hiciste mal. No sabías quererme, y yo no sabía aceptarlo.

Para llegar a donde quiero tuve que amarlo y dejarlo ir, y para llegar a dónde él quiere tuvo que haber hecho que lo amara para darse cuenta que jamás iba a poder amarme...