Disculpa te dije.
Hoy de nuevo me golpearon.
Tu de nuevo curaste mis heridas.
Aunque sólo podía ver con un ojo, vi una sonrisa queriendo florecer en tu hermosa boca.
Si es así, me dejare golpear más seguido.
Pero no duro mucho.
El volvió.
Lo siento no pude hacer nada.
El cerro la puerta con seguro.
Tu volviste a gritar.