Y estando en el infierno en tus labios viví el paraíso.
Mis labios dolían.
Pero no importaba.
Me miraste aún con tus ojos llorosos.
No me gustaba verte así.
Repetias lo siento, yo no decía nada, no podía.
En cada lo siento me besabas.
Curaste mis heridas.
Por primera vez te vi sonrojarte.
¿Acaso nunca has visto a un hombre semi desnudó?