—Entre las noticias de hoy, informamos que aún no se ha encontrado ninguna pista ni nada respecto al caso del padre Juan, no hay ningún testigo que lo haya visto por última vez o que sepa a dónde pudo haber ido o donde pueda llegar a estar —se la escucha decir a la chica del noticiero, es de mañana y con mi familia estamos desayunando para irnos con mi hermana a clases y mis padres a trabajar.
—Apenas y paso un día, algo tendrían que haber escuchado o saber ya —opina mi padre mientras ve la televisión con el ceño fruncido.
—Seguro si saben algo y no quieren decirlo, no lo sé, lo único que se puede hacer es esperar —le respondo como si realmente me interesara, mientras sigo comiendo.
Ellos siguieron hablando mientras yo terminaba mi desayuno sin prestarles atención, una vez cada quien termino de comer nos despedimos con mi hermana de nuestros padres, mientras nosotras nos subíamos a mi auto ellos se subían cada uno al suyo para ellos ir a sus respectivos trabajos y nosotras a la escuela.
***
Estaban pasando los últimos minutos de clases para ya podernos ir. En todo el día no escuche que hablaran de otro tema que no sean las desapariciones de nuestro pueblo, hasta creo que escuche a algunas personas tratando de relacionar algo con los sucesos del pueblo vecino, yo solamente me limite a reírme de todo lo que inventaban, nadie se imaginaba quien podría ser la persona que está detrás de todo esto.
Una vez que sonó la campana todos empezamos a juntar nuestras cosas para ponernos de pie y salir del salón. A penas puse un pie fuera del salón y ya estaban los pasillos llenos de estudiantes, yo solo me puse mi mochila en el hombro y camine derecho a la puerta para irme de una vez, no soportaba escuchar a nadie más hablar sobre lo que estaba pasando, una vez puedo salir del todo ese gentío me dirijo derecho a mi auto o sino llegaba tarde a buscar a mi hermana.
En cuanto nos encontrábamos las dos juntas en el auto, ella empezó a contarme su día, como hace siempre que la voy a buscar.
—A que no adivinas cual fue el tema de charla todo el día —dijo ella antes de soltar un suspiro cansado.
—A ver, déjame pensar —dije mientras ponía cara como si estuviera pensando de verdad—¿De lo único que ha hablado todo el pueblo durante toda la semana quizá? —le respondí mirándola de reojo por un segundo.
—Exacto, yo entiendo que todo lo que está pasando es muy raro, pero hoy no escuche que hablen de otras cosas que no fueran los casos de aquí como del pueblo vecino. A todos en el pueblo nos preocupa todo lo que está pasando, pero para resolver esas cosas ya hay gente, pero no, unos simples estudiantes de secundaria se creen con la capacidad de resolver alguno de los casos, como si supieran algo de eso.
Yo tardo un poco en responderle para que se calme, sí que se la escucha molesta y cansada, y también sí que la entiendo.
—Pienso igual que tú, hoy en la universidad hasta los profesores nos hablaron de eso y todos estaban como locos tratando de relacionar los casos de aquí con los del pueblo vecino, a penas y los detectives pueden conseguir una pista que ya se piensan que tienen el caso resuelto, yo ya no veía la hora de que terminaran las clases para poder salir de una buena vez de ese lugar, no iba a soportar escuchar a nadie más hablando sobre el tema —dije en el mismo tono harto que mi hermana.
—Menos mal que ya es viernes, espero que el lunes ya no estén hablando de esto, o que no vuelva a desaparecer nadie más.
—Pienso lo mismo —mientras digo eso yo ya tengo mi próxima víctima en mente.
—Pero bueno, ahora que estamos hablando sobre esto —se gira un poco sobre el asiento para mirarme— ¿Tú que piensas sobre todo lo que está pasando?
—La verdad que no pienso nada al respecto, no tengo ninguna opinión, no me interesa mucho ni me llama la atención como para informarme de todo —respondo encogiéndome de hombros desinteresada, porque la verdad que no me interesa, yo sé todo de nuestro pueblo, ya lo que pase en el pueblo vecino no me interesa en lo más mínimo—¿Y tú qué piensas?
—Pienso un poco igual que tú, pero un poco si me llama la atención, solo que no hasta el punto de parecer una obsesionada con el tema.
A penas ella termina de hablar, yo estaciono en nuestro garaje, indicándole a mi hermana que ya llegamos a casa y terminando con nuestra conversación.
—Vamos que ya muero de hambre —le digo a mi hermana mientras ambas abrimos las puertas y bajamos del auto.
—Yo igual —responde ella mientras se soba la panza— vamos a ver que dejo mamá para comer.
Ambas caminamos hasta la puerta de nuestra casa mientras el portón se termina de cerrar y yo le pongo traba al auto. Espero que mamá haya dejado algo rico porque no tengo ganas de cocinar, mi hermana no sabe y mis padres vuelven de trabajar hasta casi en la noche, estamos con mi hermana solas todo el día prácticamente.
Por suerte mamá nos dejó preparada nuestra comida, solo la calentamos y almorzamos tranquilas mientras hablábamos de cualquier cosa. Ya cuando terminamos de comer limpiamos todo, dejamos la cocina ordenada y nos fuimos a tirar al sillón a ver alguna película o serie, como nos quedó pendiente seguir viendo una serie pusimos el capítulo en el que quedamos y así estuvimos todo el mediodía. Como a las cinco de la tarde le pusimos pausa y nos preparamos algo para comer, volvimos al sillón y seguimos viendo la serie, cada una con su respectiva comida y bebida.
Eran como las siete y media de la noche, cuando sentimos que se cerraba la puerta de la casa, al rato aparecieron nuestros padres en la sala y nos saludaron y preguntaron cómo fue nuestro día, mi hermana les conto lo mismo que me dijo a mí y yo también les dije lo mismo que le dije a ella.
Pausamos la serie y fuimos a lavar lo que ensuciamos, para luego ayudar a nuestros padres a preparar la cena y acomodar la mesa, una vez estuvo todo listo nos sentamos, mientras comíamos ellos nos contaban de su día en el trabajo y así seguimos hablando hasta que terminamos, ayudamos a limpiar y ordenar todo y cada quien se fue a su cuarto mientras se deseaban buenas noches.