Después del cementerio, en el cual mis hermanas y yo lloramos demasiado, volvimos al palacio a cambiarnos y arreglarnos para después ir a la coronación de mi hermana.
-Vero,- llega mi hermana Bianca interrumpiendo mis pensamientos,- Adelaide ya se fue para la coronación y todos los invitados van llegando allá.Asentí,- vamonos
Todo el recorrido del castillo a la catedral iba mirando la ventana, Bianca iba sollozando a veces se limpiaba una que otra lágrima que le salía.
-Llegamos.- Aviso el chófer.Gracias Carlos.- Agradecí desanimada.- Vamos Bianca.
Bajamos del carro, y por un rato mire la catedral agache la cabeza y camine junto a Bianca. Entramos, los invitados ya estaban sentados, mire a mi abuela, estaba destrozada la pobre, me senté junto a mi hermana en la primera fila y gracias a mi oigo super sonico logre escuchar un grito de Adelaide que decía "¡No lo lograré!", blanqueo los ojos a la vez de pararme y me dirijo a donde estaba Adelaide, la cual está haciendo un show horrible, con tirada al piso lloriqueada escándalo y todo.
-Adelaide, párate ¡ya!
-Déjame, no te importa.Claro que me importa, eres mi hermana.
Siempre he creído que soy la mas madura de mis dos hermanas mayores, siempre he sido la que más le hace frente a los problemas, algo que no me gusta de Adelaide es que personalmente se deja vencer muy fácil, pero tiene un carácter de los mil diablos.
-No lo voy a lograr Verónica.
-Mis padre murieron, sí, pero no te vas a morir por ello, ya los sepultaron, ya deja de llorar, ahora vas a salir y demostrarle a todo el mundo que si puedes.
-No Verónica, no es tan fácil.
-Si es fácil.
-Entonces gobierna tú.
-Sabes que no me gusta mandar.
-No voy a salir.
-Si tu no sales ya, le digo a mi abuela que venga.
-Verónica no te atrevas.
-Sabes que si.
Dio un suspiro profundo.
- Esta bien.
Di un salto de alegría y salí del cuarto donde estaba mi hermana. Volví a entrar a la catedral y lo primero que vi fue a una chica rubia sentada en tercera fila a mano derecha, luego desvié mi mirada al lado izquierdo y vi a una chica con pelo castaño claro, seguí mi camino y volví a sentarme al lado de Bianca.
Terminó la ceremonia, todas las personas salieron de la catedral y prácticamente el país entero está fuera de la iglesia esperando ver a la reina. Primero salió la nueva reina, todos la alabaron, después Bianca, la cual y hizo una venia y siguió su camino; seguía yo, dos hombres altos me escoltaron, uno se puso al frente de mi y el otro detrás, caminamos e iba a llegar donde estaba toda la gente cuando el de atrás me puso una pañuelo en la nariz que estaba roseado de cloroformo, trate de quitarme pero aquel hombre tenía mucha fuerza, pude voltear la cara para el lado derecho y ver como R venía corriendo gritando que no me secuestraran.