Elizabeth
Ya habíamos recolectado ramas y troncos pequeños, al igual que unas bayas y unos que otros frutos más, el lobo que me acompañaba recolecto unos peces que se encontraban en el lago, en mis brazos cargaba unos pequeños troncos de madera y en la mochila de Asra llevaba los frutos que pude encontrar, junto con el lobo empezamos a caminar hacia alguna parte que realmente no conocía el camino se me hizo realmente un poco largo era seguir rectamente el pequeño rio que luego terminaba en el pequeño lago.
Luego de una caminata relativamente larga llegamos a lo que parecían ser unas escaleras, eran unas rocas ordenadas de tal manera que permitían subir hacia una casa o algo por el estilo, aunque estaba lleno de moho el lobo sube rápidamente por las rocas y abre la puerta de la casa empujándola con el hocico.
Con un poco de dificultad subo las escaleras hasta la puerta y tiro todos troncos de madera en la entrada de la casa – gracias por tu ayuda – le digo al lobo al verlo poner los peces en el suelo para luego salir e irse por el mismo camino por el que veníamos.
- Oye a donde piensas ir – le empiezo a seguir por lo que me responde con un gruñido, así que me quedo sentada en el inicio de las escaleras
Había pasado bastante tiempo y el sol empezaba a esconderse, y aun no entendía a donde se había metido ese chucho, tampoco había podido ir con Asra ya que no me acordaba en qué lugar era que se encontraba tenia miedo de perderme en mi intento de salir en busca de él.
Estaba empezando a hacer frio, así que me adentre a la casa arrime algunos troncos y con dos piedras volví a crear fuego, pero ni así podía soportar el frio que estaba sintiendo en esos momentos, decidí tomar mi forma de conejo y acurrucarme frente a la fogata, me sentía agotada físicamente, empecé a sentir como mis ojos se cerraban.
Hace varios días que me siento un poco agotada, no es que siempre me sienta agotada o enferma, pero pensé que solo era el cansancio de todo lo que eh tenido que pasar hasta ahora, aparte de eso mi herida aun duele un poco, aunque ya no sea tan molesto como al inicio, probablemente para mañana ya este al cien por ciento sano.
No sé cuánto tiempo había pasado, pero sentía que a cada minuto que pasaba empeoraba, me sentía cada vez más agitada, no podía controlar mi forma animal, por lo que a veces me encontraba en mi forma humana y otras en mi forma de conejo, luego de un tiempo pude sentir como mi cuerpo se quedaba nuevamente en mi forma humana, para después caer en la inconciencia.
No puedo calcular cuánto tiempo había pasado desde que caí inconsciente, pero a mis espaldas sentía el calor y la suavidad de alguien a la vez que escuchaba breves gruñidos cortos al abrir mis ojos veo como Asra se encontraba con su espalda apoyada en una de las paredes del lugar en el que nos habíamos refugiado, se notaba que estaba hiperventilando como si hubiera corrido por varias horas intente levantarme del lugar en el que me encontraba pero siento como el lobo se levanta tras de mí y sitúa una de sus patas en mi costado impidiendo que me moviese siquiera un poco, me encontraba débil así que no tenía que ejercer mucha fuerza en mi para detener alguna movimiento de mi parte, el lobo al me mira directamente por un corto momento para después voltear la mirada hacia Asra y procede a lanzarle un fuerte gruñido.
— Aléjate de ella — escucho pronunciar a Asra — Son los efectos de la luna llena que están empezando a hacer efecto en los dos — el lobo gruñe nuevamente.
— Los efectos de la luna son los que están haciendo efecto — lo veía borroso, pero sabía que le estaba hablando al chucho — Ella no es tuya — vuelvo a escuchar otro gruñido de parte del lobo.
De reojo observó como el lobo se mueve un poco dejándome entre el medio de sus dos patas delanteras y sus dos patas traseras, observó como Asra impulsa su cuerpo un poco lejos de la pared tomando equilibrio nuevamente en sus dos pies, acomodando su cuerpo rápidamente en modo de defensa.
— Se que realmente no quieres esto — el lobo lanza un leve gruñido y voltea su cabeza hacía mí — son los efectos ya que la luna llena está cerca, vamos amigo, reacciona, vuelve en ti de nuevo —.
Asra intenta acercarse un poco pero el lobo vuelve a gruñir nuevamente solo que esta vez se sentía un poco más amenazante, por lo que se detiene en seco — vamos amigo, vuelve en ti — el lobo vuelve a gruñir fuertemente, agacha su cabeza y vuelve a lanzar un gruñido al aire.
– Ella no te pertenece, no es tu chica solo estas confundido por los efectos de la luna – así es como termina esa conversación unilateral, solo que esta vez se mueve un poco alejándose de mí.
Cuando el lobo esta completamente lejos de mí, en una de las esquinas del lugar en el que nos encontramos Asra se acerca rápidamente a mi y me levanta un poco en sus brazos, se acerca a una de las paredes y se sienta dejando su espalda pegada a la pared situándome a mi en sus piernas con mi cabeza en su cuello.
– Calor – murmuro en su oído e intento quitar la prenda que cargo puesta, sentía todo mi cuerpo arder, quería dejar de sentir mi cuerpo así, quería que esta sensación de calor se acabara – quítame esto por favor - mis ojos se sentía pesados, y sentía como poco a poco volvía a quedarme dormida.
– Esta bien, no pasa nada mañana estará bien otra vez – escucho su voz susurrarme, y su aliento pegando con mi mejilla – ahora duerme yo me encargare del resto –
Fue lo ultimo que pude alcanzar a escuchar antes de caer dormida nuevamente…¡¡genial!! Por primera vez en mi vida en los brazos de un hombre y me quedo dormida.