La cueva de los cristales

Capítulo 4

Había tomado la decisión de enfrentarme a la cueva. Me encontraba quieta justo enfrente de su entrada. En cuanto entrara en su interior, no habría marcha atrás, o perecía bajo aquellos poderosos cristales o saldría victoriosa de su ataque. Era cuestión de tiempo de conocer cual seria mi destino.

Inspiré y expiré profundamente para controlar mi nerviosismo antes de acceder. Había dejado una nota manuscrita a mi mejor amiga indicándole la decisión que había tomado. Cuando la leyera, mi destino ya estaría decidido. Reanudé mis pasos y me interné lentamente en la cavidad protegida con el escudo de invisibilidad, parecía funcionar del mismo modo que la ocultación de magia. Me dirigí ceremoniosamente a su centro. Una vez en él, levanté mi rostro para ver la bella estampa de aquellos preciosos cristales colgado de la roca. Eran tan bellos que parecía imposible que fueran tan terribles.

Bajé temerosa, poco a poco, el escudo de invisibilidad. Aquellos cristales no actuaban hasta que percibían magia, por mínima que fuera. De momento, el plan estaba saliendo según lo proyectado. En unos segundos mi cuerpo estaba completamente a la merced del veredictos de aquellos cristales. Inspiré y expiré profundamente, debía enfrentarme a mi destino lo más relajada y centrada posible para salir victoriosa de mi osadía.

Cuando creí que había llegado el momento, lancé un rayo de poder contra uno de los cristales que se encontraban a mi derecha. Esperé la respuesta de la cueva, pero no contestó como había pensado. Sentí como la energía que había transmitido a aquel cristal se estaba redistribuyendo por cada uno de los cristales de la cavidad. Escuché atemorizada el flujo de mi energía a mi alrededor. En ese momento comprendí lo que ocurriría a continuación. Cuando iba a proceder a salir corriendo de allí, la fuerza de absorción que comenzaron a ejercer los cristales sobre mi me lo impidieron. Quedé petrificada, mis músculos no respondían, incluso me costaba pensar con claridad. Notaba como aquellos cristales comenzaban a drenar la energía contenida en mi cuerpo. Cuando pareció que se habían cargado, me liberaron. Creí estúpidamente que era el momento de escapar, pero tras dar seis pasos el ataque de mi propia magia dirigida contra mí desde varios francos me derribó al suelo. Noté como mi propia magia me aplastaba contra piso. El dolor era insoportable, no pude contener la salida de un grito desgarrador de mi boca.

Sentí que la fuerza de ataque de los cristales bajaba de intensidad, eso era que poco a poco se estaban agotando pero cuando eso ocurriera, buscarían nueva energía de mi interior y comenzaría el proceso de nuevo. Debía parar aquella cascada antes de que terminara conmigo. Intenté generar el escudo de invisibilidad a mi alrededor, tal y como había planeado, pero los cristales absorbían la energía que aplicaba en su propio beneficio por lo que me fue imposible crearlo. Volvía a estar a la merced de su ataque. En esta ocasión el embiste fue más doloroso que el anterior. Intenté aplicar un escudo de protección para mitigar su poder, pero conseguí el efecto contrario, alimenté más la fuerza de su ataque, dejándome más si cabe a su merced. Era cuestión de tiempo que la cueva terminara conmigo, el plan que había creado mi madre no era el correcto para enfrentarse a aquellos cristales.

Percibía que cada vez quedaba menos magia en mi interior. Mi cuerpo estaba dolorido, había dejado de chillar porque mis cuerdas vocales ya estaban desgarradas. Quería que aquellos malditos cristales terminaran con aquel sufrimiento cuanto antes. En ese instante, sentí que una mano trataba de arrastrar mi cuerpo. Intenté abrir los ojos para descubrir si era real o fruto de mi juguetona mente pero mis párpados ya no respondían, mi energía parecía estar a niveles deplorables. La oscuridad me atraía hacia las profundidades y antes de que mi mundo se sumergiera en la negrura más absoluta escuché las sabias palabras de mi querida abuela. «Las ansias de poder a veces nublan la razón». Que sabia era ella y que estúpida era yo. Solamente ahora comprendía el significado de aquellas letras.



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En el texto hay: magia, poderes sobrenaturales, cueva magica

Editado: 13.08.2023

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