Al llegar a Madrid, Tamara corrió a los servicios, todos esperamos a mi amiga en el bar del aeropuerto.
Tamara llego con una cara de preocupación, conocía a mi amiga como la palma de mi mano, sabia como se sentía con solo mirarla.
No quise molestarle más, sabía que bien no estaba, y que algo le pasaba.
Veinte minutos después llegaron nuestros platos de comida a la mesa. Los amigos de Marlon pidieron junto con él un plato de macarrones con besamel, y yo una ensalada de lechuga y atún, acompañado por unas patatas fritas.
Tamara tenía una hamburguesa completa, con huevos, bacón… Mejor no termino el plato que tiene, pues jamás la visto comer con tanta cantidad de comida. Mi amiga es sencilla, ella no suele comer tanto, el sólo hecho de que pida una hamburguesa con tantas cosas, no lo veo normal.
Tamara miró el plato de Marlon que se encontraba justo al lado de ella, una cara de asco me indico que no le el olor de los macarrones con besamel no le hacían ni pizca de gracia.
No hizo falta ser bruja para eso, Tamara comenzó a vomitar justo entre ella y yo. Mi amiga no estaba bien y eso todos nos habíamos dado cuenta, así que cansada de ver mi amiga blanca, con cara de asco, vomitando y comportándose como una loca comiendo cosas incomibles, la obligamos a ir a un hospital de la ciudad.
Esperamos que un medico pudiera atender a mi amiga, pasado unos quince minutos, una enfermera llamó a mi amiga, Tamara se levantó para irse con ella, pero la enfermera dijo mirando al grupo.
Dado que ninguno era pareja ni familiar, me levante.
Tamara tan sólo asintió, afirmando que me dejaba pasar.
El médico, tomo nota de todo los síntomas de mi amiga, lo impresionante fue cuando le pregunto, por su último día de periodo.
Cuando terminaron de sacar la sangre, la enfermera tomo el bote de orina y el de sangre, salió de la consulta y el médico mirándonos dijo, puedes esperar fuera, en media hora le llamamos de nuevo, para darle los resultados de las analíticas.
Miré a Marlon estaba muy callado y mirando hacia otro lado, entre sus manos tenía su celular, lo giraba con los dedos hacia atrás y adelante.
Nada más pasar Marlon por la puerta oigo la voz de Tamara.
Una voz anuncia el nombre de mi amiga, ambas nos levantamos y agarradas de la mano, fuimos a por los resultados.
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Editado: 28.10.2018