La Dama De Negro

CAPÍTULO 14

Me desperté cuando sonó mi despertador...

Me levanté a las seis y un minuto, se que puse a las cinco y cuarenta de la mañana pero cuando sonó mi despertador lo apagué y en vez de levantarme me quedé acostada apreciando como la noche fue reemplazada por la luz del sol que podía observar desde mi ventana sin necesidad de levantarme de la cama.

Dormí tan bien.... — Aaaaaaa, — solté de forma relajada y sin ningún tipo de pesadilla, — Alto ahí, — Hablando en broma no tuve pesadilla, sonreí como una tonta enamorada. Y todo fue gracias a esa píldora que me dio la abuela de Michelle.

Me fui al baño para arreglarme un poco.
Estaba por salir del baño, cuando escucho que alguien habla que claramente es mi madre, — Elena, baja a desayunar, — grita, tocando la puerta. — Si ya bajo, — respondo saliendo de la habitación encontrándome con ella.

La saludo con un cálido abrazo y con un beso en la mejilla, ella me devuelve el abrazo con un beso en la frente.

Juntas bajamos para desayunar.

Mi padre estaba leyendo un periódico mientras tomaba su té, me acercó a él para saludar y le envuelvo en un abrazo que él sin dudar me lo devolvió.

Después de desayunar todo y ayudar a mis padres a bajar el equipaje, me fui agotada a mi habitación.

Mi madre me dijo que el taxi que nos recogería vendrá a las 8:00 am.

Como ahora son 7:30 am. Me da tiempo de para empacar algunos libros.

Me costó bastante elegir los libros para llevar, pero logré elegir tres de ellos. Las vacaciones serán por dos meses y no hay nada mejor que leer libros durante las vacaciones.

Estaba debatiendo entre llevar la computadora o la tablet pero justo fui interrumpida por los gritos de mi madre y sonaba histérica, — Ay no, — Solté rodando los ojos, es que es insoportable cuando está histérica pero bueno.

Cuando mi mamá está de mal humor a todos nos contagia con su mal humor....

No la hice caso y con todas mis maletas procedí a salir de la habitación.

Cuando estaba por bajar por las escaleras, — Vamos Elena apresuraté, — me reprocha mi madre, para no perder la paciencia y empezar a discutir con ella, simplemente la ignore rodando los ojos.

Lo malo de viajar es que mi madre siempre se pone histérica, pero de a poco aprendí como lidiar con eso.

— Tú padre ya está dentro del taxi, — dice tomando mi maleta.

Y por fin decide a ayudarme.....

Nos subimos al taxis y nos dirigimos rumbo al aeropuerto.

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Llegamos al aeropuerto de Los Angeles después de una hora.

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Estábamos en un hotel que quedaba serca del aeropuerto de Carolina Del Norte.

Y sí, ya hemos llegado a Carolina del Norte, después de casi siete horas de viaje.... fue algo intenso aunque ya estoy muy acostumbrada a eso.

Ahora eran las 20:58 pm y llegamos a las 20:13 pm en el aeropuerto. Mis padres decidieron que nos quedaremos a descansar en un hotel, (y si, ya estamos en el hotel).

Cuando entramos al hotel lo primero que hicimos es llevar nuestro equipaje a las habitaciones asignado, luego a cenar y después cada uno en sus habitaciones.

Y yo ahorita estoy en mi habitación hablando con mis amigas.

Me despedí de mis amigas, y decidí que ya era hora de dormir.

Mañana será un largo día.

El sueño de a poco se iba apoderando de mí.

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Desperté repentinamente.

Todo estaba en blanco y negro.... y yo no entendía el porque.

Me levanté despaciosamente para no hacer ningún tipo de ruido.

Salí de habitación y fui en busca de mi padres.

Toque la puerta de la habitación en donde se encontraban mis padres, pero no recibí ninguna respuesta por parte de ellos.

Me estaba empezando a preocupar.
Pero a la vez no tanto.

Estaba aburrida por la cual empecé a hacer un recorrido por el hotel.
¿Qué?; no hay nadie en esté lugar, y creó que hacer turismo en un hotel no es un delito.

Procedí a hacer mi recorrido...

Estaba por los pasillos del piso tres, hasta que algo llamo mi atención; UN COFRE DE MADERA.

Tomé el cofre, era idéntico al que había visto en mi pesadilla.

Un momento.... ¿Y si estoy soñando nuevamente?.

No puedo distinguir si estoy soñando o no....

Llevé conmigo el cofre de madera. En el cuarto piso, no había nada que sea de otro mundo.

Ya estando en el quinto piso, encontré una llave que parecía ser una cadena.

¡Tenía un cofre y una llave!

¿Qué se supone que haga con eso?

— Que tonta soy, — dije en tono de burla.

Al principio dude mucho pero lo intenté.

Adivinen que.... es la llave del cofre de madera.