CAPÍTULO 16

Ayer pasamos limpiando la casa, fue muy agotador pero al menos terminamos de hacerlo.

No había intercambiado palabras con mis padres, solo algunas si eran necesaria.

Y ellos tampoco se molestaron en hacerlo, solo alguno que otro.

Es la primera vez que siento que preferiría pasar las vacaciones en casa que en esta aldea.

Pero no hay retroceso.

No he vuelto a tocar mi celular, ni siquiera lo puse a cargar. O sea también es la primera vez que me estoy desconectando de la tecnología.

Me siento rara.

Me pase en la habitación leyendo la mayor parte y tan solo han pasado veinticuatro horas desde que llegamos a este lugar.

Para mi en cambio es como si fuesen siglos.

Estar encerrada en esta habitación me agobia.

Quiero respirar aire fresco, no antigüedades.

Pero mi orgullo no me deja.....

SOY TAN ORGULLOSA QUE PODRÍA QUEDARME AQUÍ SIN NECESIDAD DE SALIR.

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Han pasado cinco días y no he salido de mi cueva, (con la palabra ''cueva'' me refiero a mi habitación),  solo lo hago para cosas esenciales como tomar refrescos o agua, desayunar, almorzar y cenar.

Mis padres se empezaron a preocuparse por mi comportamiento.

Y al mismo tiempo ya no estaba enfadada con ellos, ahora estaba enfadada conmigo misma.

Nunca he visto a mis padres tan tranquilo, felices y relajado.

Y supongo que pasar las vacaciones en una aldea los relaja bastante.

Al menos debería intentar por ellos disfrutar del lugar.

Tal vez no sea tan malo como lo pensé.

Decida con la decisión que acabó de tomar, salí de mi cueva.

Iba bajando las escaleras lentamente. Me detuve al oír a mis padres charlar de algo que preferí escucharlo con mucha atención.

— Linda tranquila, se adaptará, — dice mi padre.

— ¿Tú crees?, — preguntó mi madre no muy convencida.

— Ya lo verás, — terminó diciendo mi padre abrazandola a mi madre.

Sabía que estaban hablando de mí y por un momento me sentí culpable.

Bajé por completo la escalera y me acerqué a ellos interrumpiendo el abrazo.

— Hola mamá, papá, — salude con la cabeza agachada.

— Oh, Hola cariño, — dijo mi madre un poco sorprendida pero trato de disimular con una sonrisa fingida.

— Todo bien? — preguntó mi padre con el ceño fruncido.

— Si, de hecho quiero disculparme por mí comp...... — antes de que pudiera terminar la frase mi padre me interrumpió.

— Elena tranquila, no es necesario que pidas disculpa. Te entendemos y además fue nuestra culpa no haberte avisado en donde pasaríamos las vacaciones. — dijo mi padre

— Cariño, pensamos que puedes adaptarte a un nuevo ambiente. — continuó no muy convencido.

— Pensamos que podríamos probar cosas nuevas o sea algo diferente a lo habitual, cambiar de ambiente.  — culminó diciendo mi madre.

Pero porque no me lo habían dicho. Eso es lo que me molestaba.

No lo dije, solo lo pensé, ya no quería estar enojada con ellos.

Antes que mi madre pueda formular una palabra más, hablé.

— Saldré a explorar el lugar, — exclamó con un gran sonrisa en el rostro.

Mi mamá casi llora de la emoción. Es muy exagerada.

Y mi papá serio como siempre.

Les abracé a ambos y me volví a subir arriba.

Me cambié de ropa. Anteriormente estaba con mi pijama.

Desde que me encerré en la habitación prácticamente estuve con pijama.

Si están pensando que no me he bañado ni cambiado. Pues están muy equivocados.

Quince minutos después salí de la casa con la intención de explorar la aldea y hacer amigos.

Después de todo supongo que no esté tan mal.

Estaba caminando. Y examinando el lugar.

Todos me miraron como si fuera un extraterrestre, que se yo, no parecían ser muy amigables las personas de acá.

Seguí avanzando.

Y aún nada.

No conseguí socializar o hacer un amigo u algo. Por mi cuenta tuve andar por la aldea.

La Aldea es básicamente silencioso y relajante. No había comparación con la ciudad. 

La ciudad es muy ruidosa y está aldea en cambio es muy tranquilo, silencioso y relajante.

Ahora se porque mis padres estaban relajados y felices.

Esto me está empezando a gustar.

Las casas estaban separadas a una gran distancia, no es nada parecido a la ciudad, ya que la ciudad está muy poblada, tiene muchos edificios, las casas están pegada uno a lado del otro y puedes llegar a escuchar los gritos de tus vecinos y muchas otras cosas. En cambio está Aldea está prácticamente en una zona rural, o sea estábamos varados en un zona bastante aislada de todos, no pensé que existiese aún lugares como está, yo siempre pensé éstos lugares solo existían en las películas.

Quién lo diría.

Además todas las personas que habitaban aquí se conocían entre sí. Bueno es una Aldea pequeña supongo que habitan entre 200 a 350 personas.

Tenían una pequeña iglesia, las paredes estaban desgastadas, desde mi punto de vista creó que le faltaba una remodelación completa ya que se veía en muy mal estado.

Creó que son religiosos. No lo sé, supongo que lo sabremos muy pronto.

Cada casa tenía sus rebaños de ovejas, cabras, vacas, cerdos, gallinas y entre otras cosas.

Me había alejado de la Aldea.

Y enserio desde aquí la vista es realmente increíble. Pero lo más  llamativo es qué, prácticamente estábamos varados en medio del monte, había montañas y mucha vegetación.

Tuve la gran necesidad de adentrarme en el bosque.

Me adentre un poco, estaba caminando y mirando a mi alrededor, había todo tipo de árboles y arbustos. En sí mucha vegetación.

Se me erizo la piel al escuchar un crujido, y decidí avanzar hacía el lugar de donde provino aquél ruido y a lo lejos pude visualizar a una persona que estaba de espalda.

Estaba vestido de negro.

No sé porque pero avancé hacía aquel desconocido, sentía mucha curiosidad, el viento empezó a soplar con violencia haciendo que las hojas de los árboles se movieran, y que las hojas que  habían caído de los árboles volarán de un lado para el al otro lado.