Capítulo 4

Una flecha pasó por delante de mis ojos y se clavó en la madera del árbol al que estaba amarrada...a tan solo unos dos centímetros de mis ojos.

Se acabó, ya me habían descubierto.

El agua ya me llegaba por el cuello y me costaba moverme, esto solo lo complicaba todo. Apresurada, comencé a moverme más impaciente mientras los hilos de la cuerda que me sostenían empezaban a deshilacharse.

- ¡Se va a escapar! – habló otra de aquellas voces.

Tras aquella frase, arriba en el poblado, empezaron a escucharse gritos, golpes, entre otros ruidos: ya habían comenzado.

Otra flecha pasó por delante de mis ojos, clavándose muy cerca de donde aterrizó la primera de estas.

- Ni te muevas – de entre los árboles apareció un Na'vi joven sosteniendo un gran arco con otra flecha preparada para ser disparada – la tercera no te va a evitar.

Junto a él, se desplegaron dos chicos más y dos chicas, unos con cuchillos y otros con lanzas. Lo raro es que parecían de diferentes ¿razas?. Me empecé a poner mucho más nerviosa...¿ese era mi fin? Siempre dije que no me importaba morir, pero en la realidad me asustaba bastante.

- Aquí hay uno más – habló el joven con el arco a la vez que posicionaba los dedos en su garganta.

¿Qué hace? Parecía escuchar algo y luego asintió un par de veces antes de volver a tensar el arco y apuntarme.

- Vamos a desatadle y llevarle con papá. Órdenes directas. – dijo el mismo de antes.

- Yo subiré a ayudar a los de arriba, parece que la cosa está empezando a dificultarse.

- De acuerdo – habló otro de ellos.

- Yo le acompañaré, ahora volvemos – respondió una de las chicas.

Los dos de piel más clara subieron para ayudar arriba mientras que los tres que se veían más diferentes se quedaron a mi lado, aun apuntándome y preparados para atacar.

- Lo'ak, ayúdame a desatarla – habló el que parecía el cabecilla. – Kiri, vigila que no nos descubran. – la chica asintió.

Ambos chicos Na'vi se posicionaron uno a cada lado de mí. El que, al parecer, se llamaba Lo'ak me agarró con brusquedad de los brazos mientras que el más alto terminaba de cortar la cuerda.

- Ni te muevas – soltó el tal Lo'ak, amenazante.

Pero, en cuanto noté mis brazos libres, solté un puñetazo en la cara de este, dejándolos completamente sorprendidos.

- ¡Cógela!

La chica, Kiri creo que era, abrió sus brazos para intentar bloquearme el camino, pero corrí y, cuando ella quiso frenarme, la empujé y la tiré al suelo.

- ¡Kiri! – escuché a los chicos gritar - ¿Estás bien?

- Voy tras ella – habló otro.

Oh no, tenía que huir. Corrí lo más rápido que pude y me metí en el bosque que había justo detrás del poblado. Llevaba años sin pisar uno de esta manera, solo he ido a estos para saquear pueblos, no para correr por ellos...y me sentía muy bien. Aunque lo bueno termina pronto.

- Te tengo – escuché la voz del más alto.

Seguidamente escuché una cuerda dando un latigazo y, tras eso, una flecha atravesando mi hombro.

 

¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

¡Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

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¡Nos vemos en otras historias!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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