Luis María Tomaselli estaba comiendo con unos amigos. Cerca de las 22.30, le sonó el celular. Cuando atendió, escuchó gritos y una voz desesperada. "Vení por favor que me estoy muriendo y mataron a mamá", le rogó su hermano. Cortó y salió corriendo. Cuando llegó a la casa de su familia se encontró con el horror: su madre, una jubilada de 91 años, había sido asesinada durante un asalto. Estaba tirada en el piso, sobre un charco de sangre. Los ladrones habían escapado con una importante suma de dinero.
La brutal secuencia ocurrió el jueves a la noche en una casa ubicada dentro del Parque Pereyra Iraola, a la altura del kilómetro 40 del Camino General Belgrano, en el partido de Berazategui. Susana Diprimio estaba en su casa junto a su hijo, un comisario inspector retirado de la Bonaerense, su hija, una mujer de 51 años con discapacidad motriz, y una joven que la cuida.
Según relató Luis –también policía, aunque en actividad–, tres asaltantes ingresaron a la vivienda aprovechando que la familia, acostumbrada a vivir en una zona de quintas, no solía cerrar la puerta con llave.
Una vez adentro, los asaltantes fueron corriendo hacia la pieza donde estaba su hermana y su enfermera. "Comenzaron a golpear a la chica. Mi mamá, que estaba en el cuarto de al lado, salió y empezó a decirle a los ladrones que no le hicieran nada, que les iba a dar lo que tenía. La repuesta fueron dos tiros en la frente".
Luego, según el relato de Tomaselli, los asaltantes atacaron a golpes y culatazos a su hermano. "Cuando llegué estaba tirado en el pasillo, a unos metros de mi mamá, boqueando en un charco de sangre", relató el subcomisario. El hombre tuvo que ser atendido por las múltiples heridas: recibió 50 puntos de sutura.
Minutos después, los ladrones escaparon con plata que había en la casa. No está claro cuál fue el botín final: la familia había cobrado una pensión de 150 mil pesos por la incapacidad de la hija de la víctima, pero según trascendió ya habían gastado una parte del dinero.
Fuentes del caso citadas por la agencia Télam dieron otra versión de los hechos. Según informaron, en medio del asalto, el comisario retirado sacó un arma, intentó defenderse y forcejeó con uno de los ladrones. Durante la lucha, el revolver de uno de ellos se disparó y el balazo impactó en la cabeza de la jubilada.
Los peritos de Policía Científica que trabajaron en el lugar secuestraron un proyectil calibre 44, en tanto que el fiscal de la causa, Carlos Riera, dispuso que al policía se le realice un dermotest en ambas manos para determinar si tenía restos de pólvora.
La autopsia realizada a la jubilada determinó que recibió un disparo que le ingresó por la nuca y le salió por la parte frontal del cráneo y fue realizado con un proyectil similar al 44. Hasta ayer la fiscal no había dispuesto ninguna medida sobre el hijo de la víctima.