04 de febrero 2016
“-Amber soy tu madre, eh llegado de Grecia vi las noticias se que Ed esta desaparecido, quiero localizarte en cuanto llegue por favor contesta el celular”-El buzón de voz había terminado.
Mi madre estaba preocupada, yo no hablaba con nadie y mi padre no quería verme. Joe tenia la idea de que Ed simplemente era ya un hombre muerto.
-Amber podrías contestar mi pregunta. - una voz hacía eco por mi mente era la psicóloga, la gran amiga de mi padre Alexandra Corfe.
-Lo siento, ¿cuál era? - respondí aun sin querer seguir aquí, era abrumador yo estaba encerrada aquí siendo tratada como una idiota, Ed seguía desaparecido dos meses me parece, aunque sinceramente se ha sentido mucho más.
- ¿Ed Roux existe? -dijo nuevamente.
-Es mi prometido…claro que existe. Esta desaparecido necesito ayudar a buscarlo. -la mire bruscamente.
-No hay duda de que existe solo quería estar segura de que aún lo puedes ver así, es momento de hablar seriamente, estas estresada, sin energía, no duermes o comes nada estas entrando en una depresión severa. Es momento de fomentar la medicación. -Dijo sin más.
- ¡NO ESTOY LOCA! - Me levante dejando la silla caer, alce un poco la voz debo admitir.
-Serán de ayuda. Tómalos. - Me extendió un enorme frasco blanco, sin etiqueta y lleno de pastillas azules.
-No tiene etiqueta. -no quise tomarlos.
-Soy psicóloga de la CIA, mejor amiga de tu padre el jefe de este lugar, son medicamentos especiales. El frasco este sellado. -Dijo nuevamente.
Decidí tomarlos y salir de ahí. Regrese directamente a casa esperando ver a Ed.
Actualmente.
Manejé tan rápido como pude hacia el lugar, las calles de Roma aún seguían solitarias, pequeños puestos comenzaban a abrir y el ruido comenzaba a inundar mis oídos, era algo que necesitaba además de un cigarrillo; un poco de paz.
Me estacione algo lejos solo por precaución, vigile el perímetro y sali del auto sin antes ponerme unos lentes, me veía normal a comparación de otras veces, me eh sentado en unas bancas de madera esperando a mi madre. Hasta que la vi… desde algunos metros la pude reconocer, la mujer que odiaba y amaba mi madre Jeanne Lyatt.
-Amber cariño…ven aquí. -Me acerque a ella sin dejar de lado el estar alerta y la tome entre mis brazos…mi madre.
-Hola mama. – Me separe de ella, no quería sonreír, pero ella mantenía esa sonrisa tan enorme en su rostro era imposible soltar, aunque fuera una mueca.
- ¿Estas... bien? -se sentó indicándome que me sentara. Pero preferí sacar un cigarrillo.
-Veo que aun no lo has dejado ese vicio. - soltó con asco.
-Veo que pensaste que lo dejaría. -Solté. - Madre no tengo mucho tiempo crees que podamos hablar ya, si es tan importante.
-No es tan sencillo. Es…difícil decir esto, pero es cierto Ed esta vivo lo eh visto y lo sé. No podía decir nada por… por tu padre. -Pauso- Él ha hecho cosas malas, cosas que realmente jamás entendí por qué quería hacerlas. Y me había amenazado con matarme o hacerme lo mismo.
-No entiendo. - Recalque.
-No necesito que lo entiendas ahora, pero el... - mi madre no pudo terminar, todo para mi se estaba volviendo rápido en menos de 3 segundos mi madre tenia una bala cerca de sus costillas, estaba perdiendo mucha sangre el chico del casco estaba cerca demasiado cerca.
-MAMA!!-Grite a todo pulmón.
La eh tomado nuevamente entre mis brazos, comencé a correr por el lugar haciendo maniobras muy complicadas al tener un cuerpo, estaba asustada, enojada no podía terminar nada sin que alguien saliera herido. Mi madre aun respiraba por una parte eso me aliviaba. La subí al auto arrancando a toda velocidad, chico del casco me seguía una motocicleta negra alcanzándome y disparando por todos lados. No podía comenzar a disparar decidí tomar calles y pisar más rápido el maldito acelerador.
-Mama por favor no te duermas quédate conmigo por favor! -la sacudía con un brazo, aun tenía los ojos entreabiertos pero su pecho dejaba de moverse como hace 2 minutos, esto podría acabar muy mal.
Quería tener el coraje de disparar, pero quería que mi madre estuviera bien primero pero este maldito imbécil no me dejara llegar jamás al hospital. Tome aire, respire con todo lo que tenía, pero alguien había ganado mis planes. Al mirar por el retrovisor vi a Beau detrás mío en su moto y chico de casco salió disparado hacia atrás. No quise detenerme a arrestarlo mi madre era mas importante.
Después de 10 intolerables minutos mi madre estaba en emergencias los doctores no salían o entraban, era como si la presión aun creciera en mí. Mi madre, ¿Qué culpa tenia ella en esto? ¿Papa? Siempre pensé que el era cruel, pero que cosas pudo haber hecho para que mama le tuviese tanto miedo. A mi lado Beau tocaba mi hombro en señal de apoyo, pero yo… solo quería ver a mi madre.
-Lamento que esto haya sucedido, ¿crees que debamos llamar a Joe? -Me abrazo por detrás.