Riùrik. Febrero, 2007
Finalmente llegó el tan esperado día de la boda. Como le había dicho Dylan a Iziaslav, preparar una boda real de cara al mundo, no era un asunto sencillo, y por mucho que el segundo no entendiese qué podía interesarle al resto del mencionado mundo, lo que él pudiese hacer, tuvo que aguantarse lo mismo.
Iyul le había sugerido leer un poco para informarse de cómo había evolucionado la humanidad, y para que adquiriese los conocimientos que Milorad sí se había preocupado por asimilar, y aunque éste intentó darle la información a Iziaslav, él se hallaba demasiado distraído con Mia, así que algo que en teoría no debía haberles consumido mucho tiempo, a pesar de la gran cantidad de información, como él no había prestado la atención debida, seguía desconociendo la mayor parte de las cosas importantes.
Aunque Milorad no estaba muy convencido, y de hecho pensaba que ni Darko ni Kireg, prestaban una colaboración que habría sido muy bienvenida, no le quedaría más remedio que esperar. Como Darko y Kireg parecían más claros en lo que podían esperar de Iziaslav, se habían decantado por explicarle algunas cosas con las que se enfrentaría tanto si estaba preparado como si no, pues por ejemplo, la entrevista con la prensa no podían evadirla. De manera que un buen día y sin previo aviso, arrastraron a Rohit con un par de camarógrafos, antes de que Iziaslav abandonase siquiera su habitación.
Darko le dio una sucinta explicación de lo que eran aquellas cosas, y que en breve, tanto él como Mia, tendrían que conceder una entrevista a los enviados internacionales. Rohit haría su mejor esfuerzo por prepararlos, pues, a pesar de que Mia estaba un poco más clara en el asunto, lo que nunca había tenido era necesidad de enfrentarse a la prensa. La ventaja para ella, era que siendo muda, algo que Rohit se encargaría de informar adecuadamente, en realidad no tendría que hablar, sino que Kyv, que era menos aprensiva que Mia, se presentaría como la interprete. Así que por lo menos aquel trámite, fue superado con éxito.
A pesar de que la religión más ampliamente practicada y aceptada en el mundo, era la católica, al menos en el mundo occidental, con sus variantes, seguida por las ortodoxa, protestante, judía, musulmana o anglicana, todos sabían, o al menos aquellos que tenían un conocimientos general de las naciones del mundo, que Riùrik, y por extraño que pudiese parecer, era una nación que se había declarado pagana, no tenían ningún dignatario eclesiástico en su nación, a pesar de que también sabían que seguía habiendo muchos devrigs que profesaban una fe diferente, el asunto era que las cabezas de las distintas iglesias, parecían encontrar muy insultante aquella postura, de manera que la iglesia católica por ejemplo, había tenido que enfrentarse a un recalcitrante Dylan, y a un no menos insistente, y además, irritante, Henry, para que aceptaran enviar sacerdotes para las iglesias que se habían construido en Riùrik, pues desde siempre, Dylan defendió a capa y espada los derechos de todos a profesar la fe que les pareciese más conveniente, y como príncipe de su nación, no iba a permitir que se los excluyese de ninguna manera.
Por todo lo antes expuesto, las veces que habían anunciado un enlace matrimonial, el mundo seguía con mucho interés el evento, pues resultaba diferente a los de las demás naciones, ya que no se efectuaba en una iglesia, y el rito del mismo era considerado muy pintoresco.
Mientras se preparaban para partir hacia el lugar donde tendría lugar la ceremonia pública, Iyul recordaba la oposición que había hecho Derek a aquello.
No obstante, Iyul nunca estuvo dispuesto a renunciar a sus creencias ni siquiera para complacer al concierto de naciones, de modo que habían continuado. Y si bien Derek había tenido razón, porque aquella boda hizo correr ríos de tinta, más bien pronto se olvidaron del asunto, porque como decía Henry, aquella curiosidad solo obedecía a dos cosas: la primera, a lo diferente del ritual; y la segunda, a algo que no cambiaría nunca, porque a pesar de que la monarquía absoluta había desaparecido y la nobleza había caído de su pedestal, como anunciase Lucien cientos de años atrás, tal vez por eso, aquella clase de circo seguía y seguiría despertando el interés de la gente que había colocado a los monarcas, príncipes y afines, en un estatus de personajes de cuento, y por tanto, una boda real, calificaba en el mencionado estatus, con el odioso añadido de cuento de hadas.
Si bien Iziaslav estaba algo nervioso, no había punto de comparación con los nervios de Mia, y en realidad todos lo estaban por ella, pues bien mirado, ella solo tenía cuatro meses de transformada y no manejaba de ninguna manera ni sus emociones ni sus sentidos, porque no había tenido tiempo para recibir ni siquiera un moderado entrenamiento en casi nada, salvo en cómo comportarse en la corte.
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situaciones incomprensibles, enemigos peligrosos, reencuentro persecusiones
Editado: 13.07.2022