Riùrik. Junio 2007
Si bien Iziaslav en un inicio no había querido involucrarse con un gobierno cuyos manejos ahora le resultaban del todo desconocidos, habiendo tomado la decisión de poner más atención, poco a poco se había ido poniendo al corriente.
Por lo anterior, después del desfile aniversario de la ciudad, y la cena familiar, que nadie mencionaba que fuese para festejar el cumpleaños de Alexander, pues desde que su hermana había desaparecido, él no había celebrado ningún otro, Iziaslav habló con Iyul.
Iyul experimentó una enorme variedad de emociones, por una parte se sentía muy agradecido, pero por la otra, y siendo que llevaba ya tanto tiempo con aquella responsabilidad, también sintió culpa, porque si bien tenía claro que su padre era el soberano, él en su calidad de príncipe, no tenía menos responsabilidad. Como Iziaslav era un entrometido, sobre todo cuando se trataba de sus hijos, fue consciente de todo lo anterior, pero se puso de pie e Iyul lo imitó, así que colocó las manos sobre sus hombros.
Iyul había obedecido, pero no le resultó muy fácil, y de hecho, el día siguiente a esa conversación, se había levantado como todos los días y una vez que estuvo listo, le extrañó la mirada de Misha.
Sin embargo, se había detenido al recordar lo sucedido la noche pasada y que naturalmente él se lo había participado a Misha, así que en cuanto el levjaner notó que había caído en cuenta, sonrió.
Finalmente, y aunque le había resultado muy extraño, Iyul había emprendido su viaje, y justo es decir que estuvo en muchos lugares interesantes, divertidos o exóticos, pero Misha pronto notó que aquella pesada tristeza no desaparecía, y como la asoció a la ausencia de Lucía, nada dijo, pero más bien pronto comenzaría, por una parte a insultarse a sí mismo, y por la otra, a preocuparse mucho.
Budapest-Bagdad. Agosto-Septiembre, 2007
Iyul y Lucien eran muy parecidos físicamente, tanto, que los ikedev solían pensar que eran gemelos, pero sus comportamientos eran radicalmente diferentes. Lucien siempre hacía mucho escándalo donde quiera que fuese, y aunque no estuviese en contacto con sus parientes, ellos podían saber con bastante precisión dónde estaba, pues solía ser el centro de atención en cualquier parte, mientras que Iyul no, y siempre había sido más bien discreto en comparación con su hermano.
Él asistía a reuniones, se divertía y había tenido una larga lista de amantes, y era menos selectivo que su hermano, pues mientras Lucien siempre las buscaba con un anillo en el dedo, a Iyul le daba lo mismo si eran viudas, casadas o solteras, pero fuera como fuere, nunca se vio envuelto en ningún escándalo.
En la actualidad, y aunque Iyul era el que menos había abandonado su patria en los últimos doscientos años, y llevaba mucho tiempo sin hacer vida social, no tuvo mayores inconvenientes ni con eso, ni con las medidas de seguridad que se habían adoptado para no ser descubiertos por alguien inconveniente. Con lo único que estaba teniendo más problemas era con los traslados, pues como no viajaba mucho, no había tenido la misma oportunidad de la mayoría de los suyos para habituarse al ruido de los aviones.
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situaciones incomprensibles, enemigos peligrosos, reencuentro persecusiones
Editado: 13.07.2022