Riùrik. Septiembre, 2007
Iyul despertó sobresaltado y enseguida supo la razón. De modo que se alistó a toda prisa, y aunque su intención era irse derecho a buscar a Kyv, cabría suponer que estando donde estaba, y después de casi veinte días de angustia, el peso de la responsabilidad volvió a caer sobre él. De manera que colocó su deseo de ver a Kyv en pausa, y decidió ir a hablar con su padre, porque había llegado la hora de informarle acerca de su nuevo estado civil.
Por la hora, supuso que Iziaslav ya debía haber salido hacia Riùrik, de modo que fue a ver cómo estaba Lucien y a despedirse de él. Sin embargo, cuando entró a la habitación, estaban todos allí.
Como era evidente que el niño estaba bien, Iyul caminó hacia donde estaba Iziaslav.
Lucien había dejado de forcejear con Dylan de forma súbita al captar, más que la petición de Iyul, el tono, lo que lógicamente encendió una ruidosa señal de alarma en su cerebro.
No obstante, Lucien aparte de lo malcriado que todos sabían que era, también era sumamente entrometido, pues mientras discutía, había invadido sin consideración la cabeza de su hermano y ahora había abierto los ojos con desmesura, y aunque también abrió la boca, de ésta no salió ningún sonido, pero eso no era garantía de que no estuviese diciendo nada, solo que no lo estaba haciendo en voz alta.
Iyul cerró los ojos con brevedad, pero tanto Iziaslav como Dylan, pensaron que Lucien le había hecho algo a Iyul, así que Dylan reaccionó en consecuencia.
Como ahora quien parecía enfermo era Lucien, se sintieron preocupados, o al menos lo estaban Iziaslav y Dylan, porque Iyul sabía con exactitud lo le sucedía.
Iziaslav entendió, con más rapidez que Dylan, lo que había sucedido, pero siguió preocupado, y en realidad ahora mucho más, porque si Lucien siendo como era, consideraba que Iyul había hecho algo mal, el asunto debía ser realmente una catástrofe, algo de lo que estaba bastante seguro, pues la actitud de Lucien estaba gritando fuerte y claro, que él no solo ya lo sabía, sino que pensaba lo anterior. No obstante, intentó conservar la calma, pues entre otras cosas, no se imaginaba a Iyul cometiendo ningún despropósito, pues ni cuando era niño había sido ni la mitad de terrible que habían sido sus hermanos, y fuera de la vez que decapitó a la chica en su tienda, nunca había dado problemas.
Iyul sabía lo poco que a Iziaslav le agradaban los largos discursos, y que era una de las razones por las que no le gustaban los políticos, ya que en su opinión, perdían mucho tiempo hablando, y una de las cosas por las que siempre sacudía a Mikha que no podía estarse callado, y por la que había enviado a Yves tantas veces al calabozo antes de lograr enterarse de nada que él quisiese decir. De manera que tomó aire y lo miró.
No obstante, si bien Iziaslav captó el mensaje con corrección, pues fue muy claro y directo, Dylan demoraría un poco más en hacerlo, y en el caso de Lucien que ya lo sabía, solo estaba sentado sujetándose la cabeza con las manos. Iyul solo estaba mirando las diversas expresiones de su padre, y aunque el beneficiario de un trato violento siempre había sido Mikha por ser como era, y no los otros tres, él se preparó lo mismo para ello, pero no en silencio.
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situaciones incomprensibles, enemigos peligrosos, reencuentro persecusiones
Editado: 13.07.2022