Riùrik. Noviembre 2007
Como Lucía en verdad estaba harta de estar encerrada, Alexander le había pasado un mensaje a Istvan, diciéndole que se reunirían en palacio, y aunque Dylan no estuvo muy de acuerdo, Yvaylo se encargó de él. Istvan y Armand se ocuparon de poner a las mujeres de la familia al tanto de lo que estaba sucediendo, y si bien ellas se mostraron muy sorprendidas, estaban preparadas para no hacer o decir nada inconveniente ante las posibles actitudes de lo que dijese Lucía. Istvan sabía que con Jovanka y con Istziar no habría mucho problema, porque Mikha las había conocido a ambas, mientras que no eran los casos de Aureliè y Sofía, así que no estaba muy seguro de qué podía esperar. En vista de lo anterior, había decidido hacerle una pregunta a Alexander, cuya respuesta encontraba muy importante conocer.
Aunque él sabía que así era, eso no hacía que estuviese más tranquilo, pues habiendo conocido a Mikha, nada garantizaba que fuese a comportarse con un mínimo de juicio por mucho que Alexander se hubiese esforzado. También se planteó que Alex en verdad no hubiese reconocido a nadie, pero eso no anulaba la posibilidad y podría tratarse de alguien a quien hubiese conocido Mikha y no Alex. De modo que al final, solo esperaba que Lucía obedeciese a Alexander en el sentido de no irlo diciendo por ahí y menos al directamente interesado.
Con quien tuvieron un poco más de dificultad fue con Mia, porque como había dicho Kireg, ella no solo había sido criada con ciertas normas morales muy estrictas, sino que su familia era católica y sus creencias estaban a años luz de las de su nueva raza, y a pesar de lo que le había sucedido, y que Janos se estaban encargando de su instrucción general, todo el asunto de lo que le estaba sucediendo a Lucía era incomprensible para ella, pues si aún estaba en proceso de creer, que alguien tuviese el poder de pedir, una maldición como la que los había afectado, y que esto fuese obra del universo, o de lo que ella creía era Dios para los devrigs, es decir, Maikata Priroda, estaba mucho más lejos de poder entender o aceptar lo que le decían acerca de Lucía. No obstante, en este caso quien se hizo cargo fue Lucien, y si bien aún ella seguía sin comprender del todo, estaba más tranquila. Con la otra que habrían podido tener el mismo problema o uno parecido, era con Kyv, pero como ella aún no podía abandonar el Haigala, no estaría presente.
Radek no era especialmente afecto a las reuniones sociales, pero siendo que había aceptado la odiosa tarea de hacer de niñera, no le quedaba más remedio que asistir.
A pesar de que Alexander había procurado que fuesen lo menos femeninas posible, y de hecho, había ordenado a Dennis que adquiriese ropas que fuesen unisex, el problema era que las prendas de vestir habían variado mucho y casi no guardaban ningún parecido con las que Mikha recordaba de casi un milenio atrás. Al final Lucía no tendría más opción, y aunque no era que lo que llevaba puesto se alejase tanto de lo que vestían Alex y Radek, seguía sintiendo que llevaba un disfraz.
Cuando salieron, Louis se encontraba esperándolos, y aunque Lucía pensaba pasar sin mirarlo siquiera, Alex no se lo permitió.
Radek ahogó la risa pensando que por mucha que fuera la paciencia de Alexander, él conocía a Mikha mejor que nadie, así que estaba seguro que sin importar lo que hubiese prometido aquel individuo, lo olvidaría muy pronto si pasaba el tiempo suficiente al lado de su hermana.
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situaciones incomprensibles, enemigos peligrosos, reencuentro persecusiones
Editado: 13.07.2022