En el mundo devrig había individuos que después de su transformación desarrollaban una especial conexión con algún elemento en particular, y cuando esto sucedía, el zsameni se apresuraba diligentemente a dar aviso a Istvan, y éste se ocupaba de que el sujeto en cuestión fuese evaluado tanto por los veldekys como por los LL. Los anteriores, y después de la evaluación, determinaban si tenía alguna aptitud específica y el campo de utilidad de la misma; habitualmente, aquellos por los que más se preocupaban, era por los que manifestaban aptitudes para la sanación, quienes eran puestos en manos de los veldekys para que los instruyesen como lijeniks, pero si por lo que mostraban aptitud, o si ya tenían alguna formación militar, eran directamente colocados en el grupo que esperaría por un posible ingreso al Laki.
Para la época en la Yves fue transformado, y si bien existían tanto los veldekys como los LL, lo que no tenían era centros formación tan formales como los que se constituyeron más adelante; así, los futuros lijeniks iban directo al Haigala, que era mucho más pequeño de lo que era hoy, y los otros pasaban a ser entrenados por alguno de los Krasny, y eran llevados a vivir en Levzheir, que por entonces solo era un castillo con mucho terreno adyacente, pero aun ni siquiera se había comenzado a construir el Laki que se convertiría en el centro de instrucción militar especializado que era en la actualidad.
Tampoco para entonces se había constituido la figura del zsameni, como personaje importante e indispensable en la formación de un nya, pero como ya sabían lo problemáticos que podían ser algunos, entre todos se encargaban de vigilarlo. Como por algún motivo desconocido, Iziaslav se había interesado más de lo habitual en Yves, ordenó a Andrei ocuparse de la evolución y entrenamiento del niño. El problema fue que Andrei era buenísimo para dos cosas únicamente, las chicas y las transformaciones, pero asignarle alguna tarea, fuera la que fuera, era tiempo perdido, porque Andrei era el padre de la distracción; de manera que, en aquellas condiciones, Yves pudo haber demorado mucho en conseguir una adaptación relativamente buena, y posiblemente terminaría como un guerrero más, pero un hecho específico lo cambió todo.
Lo primero que había hecho Andrei, naturalmente, era explicarle a Yves lo que le había sucedido, y lo más relevante, o al menos lo que se había fijado en la memoria del chico, era que Andrei, quien era el que lo había transformado, era algo así como un padre.
Yves había nacido en la Galia romana, de modo que su idioma materno era el latín, y siendo que Andrei era el que mejor lo hablaba, no había tenido problemas para entender que el niño había simplificado la explicación concluyendo lo que acababa de preguntar en el sentido de si Andrei sería algo así como su padre.
Andrei había contestado eso para no complicarse, pues encontraba afortunado que Yves hubiese entendido algo, y lo que sí le llamó la atención, fue la serenidad con la que se había tomado el asunto. En la época que nos ocupa, había una mayor tendencia a aceptar de forma más natural los hechos que no lo eran, y tal vez fue eso lo que hizo que Yves no reaccionase como lo harían muchos nyas con posterioridad, pero, aun así, a Andrei le extrañó, porque normalmente ningún nya se tomaban bien aquella información de entrada. El asunto fue que, a partir de ese momento, Yves no lo llamaría de otra forma que no fuese padre, aunque Andrei no se comportase exactamente como uno en un inicio, pero eso cambiaría.
Después de la transformación del chico, y alrededor de casi un mes después de la misma, Andrei contrajo un resfriado muy agresivo, y Haliq dijo que había sido producto de una prolongada exposición a una helada, pero enfermo y todo, Iziaslav casi lo apaleó cuando se enteró del motivo, ya que aquello había ocurrido, porque su angelito había decidido pasar la noche con una chica, el problema fue que pareció haberse aburrido de la misma y quiso regresar a casa a una hora muy avanzada y en las condiciones antes mencionadas.
Sergei había intentado convencerlo de que aquello era mala idea, pero si bien Andrei era muy pacífico, también era terco, y en ocasiones, podía exhibir la malcriadez propia de todos los hijos de Iziaslav, así que se negó a esperar.
Como se dijo, Andrei decidió que no se le antojaba esperar y partieron, lo que demostró ser una pésima decisión, porque no solo él, sino el mismo Sergei enfermarían; la diferencia estuvo en que, si bien Andrei podría pasar aquellos días en su avari, el pobre Sergei fue encerrado en Zatvor, porque en opinión de Iziaslav, era el culpable de lo sucedido por no haberlo impedido.
Aunque tenían un ejército de bizlykis a su disposición, Yves que se suponía seguía al cuidado de Andrei, fue quien se ocupó de atenderlo. Cuando Yves lo había visto en aquellas condiciones, recordó lo que hacía su madre cuando él o alguno de sus hermanos enfermaba, así que, aunque al principio le había costado un poco entender y hacerse entender en aquel idioma que le era desconocido, con su nueva condición lo aprendió con relativa rapidez, pero siendo que tenía poco tiempo entre ellos, aun había palabras que se le escapaban; aun así, logró conseguir lo necesario para prepararle el brebaje que les hacía su madre, pero, además, preparó también un caldo con pollo y muchas especias, que obligaría, con mucha paciencia, a que Andrei lo bebiese. Él ya sabía que las comidas muy condimentadas no les resultaban agradables, lo que no sabía, era que Andrei detestaba las aves, pero en las condiciones en las que se encontraba, ni se enteraría.
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Editado: 11.02.2023