La Dinastía (libro 3. Profecía)

Cap. 27 En Livingstone

Cuando Dylan abandonó el comedor, su intención era ir a despedirse de Iziaslav y partir en forma inmediata, pero se detuvo a mitad de camino. Nunca había estado en las dependencias de Iziaslav si éste no lo mandaba a llamar, de modo que no sabía si sería correcto molestarlo. Sin embargo, y pensando en forma práctica, se dijo que lo peor que podía pasar era que le dijesen que no podía entrar. De modo que siguió su camino hasta llegar a las puertas donde se encontraban dos Lovets.

  • Kasny zbisiel  --  saludó, pero hasta ahí podía llegar, porque aquel condenado idioma era algo que seguía sin aprender 
  • Kasny zbisiel, sarì  --  contestaron los Lovets
  • ¿Puedo ver al sozdatel’?  --  preguntó no my seguro de que ellos fuesen a entenderle, pero para su sorpresa, ya que no había tenido en cuenta que debido su nueva posición era muy improbable que le negasen la entrada, uno de ellos abrió las puertas,  Dylan le dio las gracias y entró
  • Rybik, ya me estaba preguntando cuánto ibas a tardar en venir a anunciar tu partida  --  dijo Iziaslav
  • Me entretuve conversando con Janos y luego con Iyul y Luciano, señor, pero ciertamente ya debo partir
  • Supuse que no ibas a quedarte mucho  --  le dijo indicándole al mismo tiempo que tomase asiento  --  Sabes que vas a enfrentarte a un infierno ¿verdad?
  • Sí señor, ya lo sé, pero no puedo abandonarlos
  • Ya te conozco lo suficiente y no esperaba que lo hicieras, pero ten en cuenta que ya sabes lo que es tenerla entre tus brazos, ya sabes lo que sentirás cuando esté cerca y ya sabes que es muy poco probable que puedas resistirlo, de modo que caminas directo al desastre. Aun así, sé que no dejarás de hacerlo y solo quiero decirte que no es necesario que te martirices de esa manera, y si en algún momento sientes que no puedes con ello, regresa, Rybik, esta es tu casa y siempre te vamos a estar esperando
  • Gracias señor, no voy a olvidarlo
  • Hay otro asunto que es importante que tengas en cuenta  --  le dijo y Dylan prestó atención  --  ella va a morir tarde o temprano  --  en este punto Dylan se puso de pie, pero él lo detuvo  --  Eso es un hecho, Rybik, no cometas el mismo error que yo cometí, es una Siglair y se negará como lo hizo Seren
  • No he pensado en…
  • Pero lo harás, créeme, porque si hay algo que no soportamos es la perspectiva de perder a los que amamos, y el amor nos hace egoístas, solo pensamos en el dolor que nos producirá su ausencia y no pensamos en  lo terrible de condenarlas a una existencia como la nuestra

Dylan supo que Iziaslav tenía razón, porque apenas había mencionado la posibilidad de su muerte y en seguida sintió justamente eso, que no podría soportar ese dolor. Sin embargo, se hizo el firme propósito de primero no acercársele, y segundo nunca intentar transformarla.

  • Confío en ti, Rybik, pero si sucede, no te juzgues con tanta crueldad, y recuerda, si sientes que las cosas van mal, solo regresa a casa
  • Lo haré, señor, se lo prometo

Después de eso se despidió y estaba a punto de marcharse cuando Iziaslav lo detuvo.

  • Espera, no puedes irte así  --  Dylan iba a preguntarle de qué hablaba cuando entró Istvan en compañía de…
  • ¡Yvaylo!  --  exclamó acercándose con intención de abrazarlo

Sin embargo, como Yvaylo ya había sido puesto al corriente de la nueva posición de Dylan, se apresuró a doblar una rodilla en la habitual señal de respeto.

  • Dhakvrevit, sarì
  • No hagas eso, hombre  --  dijo Dylan haciendo que se levantara y completando el gesto inicial de abrazarlo  --  ¡Me alegra mucho verte bien!
  • Dhavjà sarì, a mi también me alegra ver que estás bien  --  dijo el Levjaner, pero inmediatamente se separó y mientras Dylan saludaba a Istvan, él fue a doblar una rodilla ante Iziaslav
  • Biagyzlim nym sarì, ja isieram sker voch viarterà ev advejèr nimery [1]
  • Eso espero, pero si llega a suceder, asegúrate de hacerte matar antes de que yo te encuentre
  • Ak, sarì

Dylan se despidió de Istvan y finalmente se marcharon.  Al llegar a Livingstone, Dylan se fue directamente al estudio y al abrir la puerta…

  • ¿Por qué tardaste tanto? 
  • ¿Sabías que eres un individuo muy molesto?  --  preguntó él a su vez  --  Y haz el favor de bajar los pies de allí 

Dijo esto mientras se acercaba y golpeaba la punta de las botas de Lucien, que como de costumbre estaban subidas al escritorio. Un momento después entró Hegel.

  • Buenas tardes, milord  --  saludó el hombre
  • Hegel, necesito que vaya usted a Escocia  --  dijo dándole la ubicación de la vivienda de los Stuart  --  quiero que los traslade a la mayor brevedad posible, pero sin las incomodidades de tan largo viaje ¿ha comprendido?
  • Sí milord
  • Bien, una vez que haya hecho eso, quiero un informe completo acerca de las condiciones en las que se encuentran todos los individuos que están sujetos a vasallaje en mis propiedades, así como quiero saber todo lo relativo a las normas que rigen los acuerdos de lo campesinos libres que trabajan para mí, desde la condición de las viviendas hasta sus ganancias.
  • Eso puedo mostrárselo antes de marcharme, señor  --  dijo él
  • Mejor aun



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En el texto hay: tristeza esperanza

Editado: 20.08.2021

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